NORMAN JEWISON: Jesus Christ Superstar

Norman Jewison es un director de cine canadiense que desde bien joven sintió la llamada del teatro y se involucró tanto en la escritura, como en la interpretación y dirección de algunas obras de teatro, hasta que tras graduarse marchó a Londres, donde trabajó como guionista en un programa infantil y en televisión, hasta su regreso en 1951 a Canadá, para emprender su carrera en la televisión de Toronto.

Trabajó en la CBC de Canadá como ayudante de dirección y durante siete años produjo, escribió y dirigió varios especiales musicales, dramas, espectáculos de variedades y comedia, hasta ser reclutado por la  CBS en Nueva York, donde dirigió el Andy Williams Show y especiales con artistas como Harry Belafonte, Jackie Gleason y Danny Kaye, o el especial del regreso de Judy Garland en 1961, en el que actuaron Frank Sinatra y Dean Martin. En una visita de Tony Curtis a la cadena de televisión le propuso pasar a dirigir para la gran pantalla, y así comenzó su carrera con “Soltero en apuros” (40 pounds of trouble, 1961), protagonizada por el mismo Curtis.

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con Sidney Poitier en el rodaje de “En el calor de la noche”

Sus siguientes trabajos como director de cine se centraba en la comedia dirigiendo  “Su pequeña aventura” (The Thrill Of It All, 1963) y “No me mandes flores” (Send me no flowers, 1964), ambas con Doris Day, a las que seguiría otra comedia “El arte de amar” (The Art of Love, 1965), con James Garner.

Jewison decidido a huir del encasillamiento y aceptó sustituir a Sam Peckinpah en la dirección de una película centrada en el mundo del juego, “El rey del juego” (The Cincinnati kid, 1965), con un plantel de actores en estado de gracia, desde Steve McQueen a Edward G. Robinson, Ann Margret o Karl Malden, demostrando que podía encargarse de otro tipo de proyectos.

Volvió a cambiar de registro produciendo y dirigiendo “Que vienen los rusos, que vienen los rusos” (The russians are coming, the russians are coming, 1966), una sátira ante la paranoia de la Guerra Fría, que tuvo cuatro nominaciones a los Premios Oscar y de nuevo cambió de género al afrontar un drama rural con toques racistas con “En el calor de la noche” (In the heat of the night, 1967), protagonizada por unos excelentes Sidney Poitier y Rod Steiger, que consiguió cinco nominaciones a los Oscar, incluida la de mejor director para Jewison.

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con Faye Dunaway y Steve McQueen en el rodaje de “El caso Thomas Crown”

Sus películas siguieron apoyándose en el star system y así volvió a trabajar con Steve McQueen en “El caso Thomas Crown” (The Thomas Crown affair, 1968), con una Faye Dunaway que hacía saltar chispas en la pantalla cuando coincidía con McQueen en pantalla y utilizó una técnica de dividir la pantalla para mostrar varias imágenes simultáneas en el tiempo. A continuación filmaría una agradable comedia “Los locos años de Chicago” (Gaily, Gaily, 1969), basada en una novela autobiográfica del gran guionista Ben Hecht con Beau Bridges y Melina Mercouri.

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con Topol en el rodaje de “El violinista en el tejado”

Jewison desencantado del clima político de Estados Unidos, se trasladó con su familia a Inglaterra y allí dirigió a caballo entre los Pinewood Studios y Yugoslavia, la adaptación al cine del musical El violinista en el tejado” (Fiddler on the roof, 1971), nominada a 8 oscars de los que ganó tres. Su trabajo fue tan notorio que su siguiente propuesta fue la adaptación de otro musical Jesucristo Superstar” (1973), que filmó en Israel, con toda su controversia por el trato dado a la figura de Jesucristo más humano que divino, con una puesta en escena y desarrollo del argumento muy originales, que si bien no fue un éxito de taquilla, me sigue pareciendo la mejor adaptación fílmica existente.

Siguió con otras películas totalmente opuestas de un proyecto al siguiente, desde “Rollerball” (1975), con James Caan, centrada en un futuro donde la clase dominante, se entretiene con shows televisivos donde los participantes luchan por su vida, a entrar en un mundo tan conflictivo como el de los sindicatos con “FIST, símbolo de fuerza” (FIST, 1978), con Sylvester Stallone y de ahí a trabajar con Al Pacino en una denuncia sobre el mundo de la justicia con “Justicia para todos” (And justice for all, 1979), volviendo a la comedia con Burt Reynolds y Goldie Hawn en “Amigos muy íntimos” (Best friends, 1982), retomando el tema racial con “Historia de un soldado” (A soldier’s story, 1984), a la que siguió la adaptación de otro éxito teatral que cuestionaba el tema de la fe “Agnes de Dios” (1985), ambientada en un convento Quebec, con Jane Fonda, Meg Tilly y Anne Bancroft.

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con Ted Neeley en el rodaje de “Jesucristo Superstar”

Jewison rompió todos los esquemas al dirigir una comedia romántica “Hechizo de luna” (Moonstruck, 1987), premiada con tres Oscar, incluido el de mejor actriz para Cher, que estuvo acompañada de Nicolas Cage. Durante la siguiente década Jewison dirigió “Recuerdos de guerra” (In country, 1989), un drama sobre los veteranos de Vietnam, “Con el dinero de los demás” (Other people’s money, 1991), con Danny De Vito y Gregory Peck, comedia sobre la avaricia en los años 80, “Only You” (1994), comedia romántica con Robert Downey jr. y Marisa Tomei ambientada en Italia, y “Bogus” (1996), una fantasía acerca de un joven y su amigo imaginario.

Huracán Carter” (1999) fue la tercera película de Jewison para explorar los efectos del racismo, que cuenta la historia de boxeador Rubin “Hurricane” Carter, falsamente condenado por un triple asesinato en Nueva Jersey a mediados de los años sesenta, al que también dedicó una canción Bob Dylan y que valió una nominación al Oscar a Denzel Washington. En 1999 la obra de Jewison fue reconocida por la Academia de las Artes y las Ciencias de Hollywood, otorgándole el prestigioso Irving Thalberg Memorial Award por su trayectoria.

Su apellido le costó no pocas bromas, desde pequeño en el colegio, acusándole de ser judio, cuando fue criado en el seno de una familia protestante y mucha gente lo sigue considerando de dicha religión, por haber dirigido “El violinista en el tejado”, pero Jewison ha tocado todos los temas sociales desde el racismo, sindicalismo, el poder militar, las creencias religiosas, el musical, el drama y por supuesto la comedia, habiendo demostrado ser un todo terreno, capaz de contar e involucrarse en una historia, huyendo del encasillamiento en ningún género.

Su musical: “JESUCRISTO SUPERSTAR”

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