SALAD DAYS

El título de este musical es una expresión idiomática que el inglés toma de la frase de Shakespeare cuando Cleopatra dice: “My salad days, when I was green in judgement, cold in blood. To say as I said then…” (Mis días de ensalada. Cuando estaba verde para juzgar y con la sangre fría, para decir lo que dije entonces…” refiriéndose a la inexperiencia e inmadurez de la juventud.

El musical de Julian Slade y Dorothy Reynolds se estrenó en Bristol en 1954 y luego en Londres en Agosto de 1954 donde estuvo en cartel durante 2.283 funciones, manteniendo el record del musical inglés más longevo en Londres hasta que llegó Oliver para arrebatarle el título.

El argumento algo inocente, nos presenta a un grupo de catedráticos que licencia a los nuevos graduados, entre los que se encuentran Jane y Timothy. La pareja se siente presionada por sus  respectivos padres que quieren que sienten la cabeza, pidiendo a Jane que busque un marido para casarse y los de Timothy que encuentre un trabajo. La pareja decide encontrarse en un parque de Londres y reconocen que son lógicas ambas peticiones. Deberían casarse y Timothy encontrar un trabajo.

Aparece un vagabundo que le ofrece a Timothy un sueldo de 7 libras a la semana por cuidar su piano movible. Tim acepta el encargo y se da cuenta de que cuando suena el piano, todo el que lo escucha siento unos deseos irrefrenables de ponerse a bailar.

Tim acude a su tío Clem que trabaja en la oficina de Asuntos Exteriores en busca de un empleo y  visita  varios sitios en busca de trabajo pero termina con Jane y el piano al que llaman “Minnie” en el parque.

Nigel un antiguo amigo de Jane, que no sabe que ya está casada con Tim, la invita a un club nocturno y a la salida se encuentran con Tim, preocupado porque el Ministro de Placeres y Pasatiempos, que también  es un tío de Tim, conocedor de las características del piano quiere encontrarlo y retirarlo de circulación , por considerarlo peligroso aunque lo cierto es que el piano ha desaparecido misteriosamente.

Cuando Jane se encuentra de nuevo con el vagabundo y le confiesa haber perdido el piano,  se extraña de que no parezca preocuparle mucho la pérdida de su piano, con lo que  Jane y Tim recurren a su tío Zed, que les lleva con su platillo volante a sobrevolar la ciudad para localizar  mejor el piano desde lo alto.

Cuando por fin aparece el piano, el vagabundo dice a Jane y Tim que su mes de custodia del piano ha expirado y ahora debe entregarlo a otra pareja, que son Nigel y su nueva amiga Fiona, para que se ocupen de cuidarlo durante un mes . Entonces aparece la madre de Tim que reconoce al vagabundo y le cuenta a la pareja que en realidad es otro tía de Tim al que en su familia se refieren como “el innombrable”. Tim y Jane parten juntos hacia su futuro con confianza.

La última versión del Salad days montada en Londres el año 2009 y repetida este 2010 en época navideña, ciertamente está muy trabajada, con un escenario rectangular con  gradas a ambos lados, en las que se sienta el publico. El numero de actores son los de una producción grande, el vestuario y la puesta en escena parecen sacados de una película de los años cincuenta y  pienso que es la única forma de montarlo a día de hoy, con cierto aire cómico, exagerando su lado más ingenuo.

La mayoría del publico asistente se nota que conoce la obra y cantaba alguna de las canciones a la vez que los actores y es que este musical debe formar parte de la cultura inglesa, quizá en el estilo del Joseph and the amazing technicolor dreamcoat de Andrew Lloyd Webber que cualquier compañia de teatro amateur o profesional inglesa, ha representado en más de una ocasión y hace que la conozcan todos a la perfección, lo cual les hace disfrutar cada cambio en el montaje y broma de la obra en si.

La música original está arreglada y adaptada para un grupo de músicos (dos pianos, un bateria y un contrabajo), es interpretada en plan jazz suave,  y sin desvirtuar  la sencillez del original resulta mucho mas agradable al oído del publico de hoy, que la composición original interpretada con un solo piano.

Esta especie de fábula muy bien recibida en Inglaterra, fue un auténtico fracaso en Broadway, ya que no encajó esta historia tan aparentemente sencilla e inocente en el público americano, acostumbrado a sus musicales más espectaculares y de temática más adulta.

Salad days tambien es conocido por ser  el musical al que llevó su tía, a un jovencito Cameron Mackintosh, que quedó tan impresionado por la experiencia, que allí mismo tomó la decisión que “de mayor” sería productor de teatro musical.

MÚSICA: Julian Slade. Compositor inglés de teatro musical, que compuso música incidental para obras de teatro como Two gentlemen of Verona, hasta que en 1954 se le encargó que escribiese un musical para estrenar en navidades en el Old Vic, que escribió en seis semanas y con el título de Salad days se convirtió en un éxito sin precedentes.  Su capacidad para la melodía puede comprobarse  en su otro musical de éxito Free as air.

LETRAS: Dorothy Reynolds. Colaboradora de Julian Slade.

Existe el CD del Original cast inglés, así como uno del 40 aniversario.

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