LA VIDA POR DELANTE
Concha Velasco vuelve a hacer diana en teatro con su interpretación de Madame Rosa, una ex prostituta de París, que la edad retiró de la profesión y se estableció en una especie de pensión – guardería, donde acudían las prostitutas jóvenes para dejar a sus hijos, mientras ellas marchaban a trabajar.
Madame Rosa vive desde hace once años con Momo, hoy un adolescente, que su madre le llevó cuando el niño tenía tres años y no pasó a recogerlo tras el trabajo. Momo ha crecido con Madame Rosa, con la que mantiene una relación de respeto, aprecio y cuidado mutuo, más allá del que en ocasiones se da en las familias reales.
Madame Rosa, judía asume y tolera los ritos religiosos de Momo, árabe y cada uno reza a su Dios, respetando sus creencias, sus raíces. Cada uno ofrece al otro lo mejor de sí, de forma que Momo escucha los consejos que le da Madame Rosa con su larga experiencia en la vida, mientras él ofrece su fuerza y cuidados a la mujer que ha cuidado de él desde su más tierna infancia.
Momo siempre estuvo interesado en conocer sus orígenes y sus raíces, algo a lo que Madame Rosa nunca se opuso, hasta que la llegada un día del padre de Momo buscando a su hijo parecería amenazar la relación de nuestros dos protagonistas, pero Momo conscientemente decide quedarse con Madame Rosa, a la que la edad y el Alzheimer están haciendo estragos a marchas forzadas, planteándose por las autoridades la necesidad de ingresarla en un centro de atención médica, a lo que se opone Momo con todas sus fuerzas, pero él, menor de edad, no es de mucha ayuda ante la justicia.
La dirección es de José María Pou, cuyo solo nombre nos conecta con el actor español que sin dedicarse al musical, ha hecho más que nadie en España por fomentar la afición de los españoles al teatro musical. Desde la radio con su desaparecido programa La calle 42, conseguía meternos en un teatro de Broadway o Londres, a los españolitos que no teníamos opción de tomar un avión e ir a ver las últimas novedades en directo. El Sr. Pou además es un excelente actor de cine, teatro y televisión que ahora ha dado el salto a la dirección y consigue arrancar de Concha Velasco una Madame Rosa torpe, descuidada, a años luz del glamour al que nos tiene acostumbrados la actriz, poniéndose al servicio del papel de la prostituta vieja que viste descuidados camisones, que no disimulan su cuerpo maltratado por los años.
La sorpresa de la noche vino al comprobar en el programa de mano que te dan al entrar al comprobar que el joven Momo no sería el actor titular que aparecía en el programa, que aunque no conocía de nada no me impidió pensar lo de … ¡vaya, nos ha tocado el sustituto!. Y nos tocó un tal Victor Sevilla. Bueno,… bueno …. y good…. ¿dónde estaba escondido este joven?… ¿cómo se puede permitir que gente tan buena salga a la luz por enfermedad del titular?…. Hay escenas con la Velasco en las que saltan chispas en el escenario y lágrimas en el patio de butacas. El joven hace una creación absoluta del personaje de Momo, verdadero protagonista de la obra, para el que Concha Velasco a pesar de ser la “estrella” del espectáculo, pide al público que rindan al joven el aplauso que su interpretación ha merecido, en un auténtico gesto de generosidad que la honra.Por supuesto que desde hoy para mi si lo veo en otra cosa, será sinónimo de calidad, espero que sepa elegir los siguientes papeles que le ofrezcan.
Curiosidad musicalera: existió un musical basado en esta obra, con música del compositor francés Gilbert Becaud que se estrenó con el titulo de Roza y dirigió en Broadway nada menos que Harold Prince, pero fue un fracaso mayúsculo.
La obra está basada en la novela ganadora del premio Goncourt “La vie devant soi” de Roman Gary. El premio levantó una fuerte polémica en su día ya que dicho galardón sólo se puede conceder una vez a cada autor y Roman Gary ya lo había ganado en 1956 por “Les racines du ciel”, llevada al cine por John Huston como The roots of Heaven y estrenada en España como “Las raíces del cielo”, consiguiendo el segundo en 1975 por esta obra al presentarse bajo el pseudónimo de Émile Ajar.
AUTOR: Roman Gary, hijo de madre soltera, como el Momo de nuestra historia, nació en Lituania en 1944. Nacionalizado francés, condecorado tras la Segunda Guerra Mundial con la Cruz de Guerra por Charles De Gaulle. Nombrado caballero de la Legión de Honor que ejerció una carrera diplomática como cónsul de Francia en Los Ángeles y representante de Francia en la ONU. Amigo de los escritores André Malreaux y Albert Camus se especializó en escribir libros, novelas, ensayos, relatos y guiones para cine. Estuvo casado con la escritora Lesley Blanch, de la que se divorció para casarse con la actriz Jean Seberg, de la que se divorció en 1970. La actriz volvió a casarse y tuvo problemas con el alcohol, hasta que tras la octava tentativa de suicidio apareció muerta en 1979. Roman Gary se suicidó en 1980 dejando una nota en la que decía “nada que ver con Jean Seberg”.
DIRECCION: José María Pou