ISABEL MALAVIA, 2011
- Nacida en Barcelona en 1978 pero de Alaquás (Valencia) en adopción.
- Inicios: Grupos musicales “La década prodigiosa” y “La sexta duda”.
- Doblaje en películas Disney: es la voz de “La Sirenita” y ”Campanilla”.
- Musicales: My fair lady, Aladdin, Peter Pan, Hoy no me puedo levantar, We will rock you, Mamma mia, Fiebre del sábado noche, Avenue Q…
Love for musicals.- Empezaste muy joven, con “La década prodigiosa” en una de las mil formaciones que hubo, luego formaste el grupo “La sexta duda” con el que grabaste un CD llamado “Algo personal” con el que salistes en la tele en “Los Serrano”, pero el grupo se disolvió y tu metiste en el mundo del musical. ¿Si pudieras ahora volverías a aquello?.
Isabel Malavia.- No y mucho menos sabiendo lo que sé ahora. Fue un proyecto que me robó mucha energía, ilusión y tiempo de mi vida. Un proyecto encabezado por gente frívola, ambiciosa y con un único propósito: PASTA. Nos exprimieron, engañaron y manipularon. Menos mal, que la vida puso a cada uno en su sitio, y aquella gente que entonces gobernaba sin tener ni p… idea, ya no está al mando de una productora así, menos mal. Hubo mucho dinero que se perdió en aquel proyecto, mucho dinero injustificado, mucha mafia. Lo más importante que saqué de allí fue conocer al que desde entonces es mi mejor amigo, mi hermano de vida como yo le llamo: el Velo.
L4M.- No me refería a volver al dúo, sino que si volverías a intentar tu carrera dentro del pop.
IM.- Paralelamente a mi trabajo en el teatro, mantengo mi parte musical como solista en la que tengo proyectos, esperando a que se conjuguen los astros y me dejen tiempo para desarrollarlos.
L4M.- Repasando programas antiguos de teatro, descubrí que ya estuviste en “My fair lady” con Paloma San Basilio y José Sacristán. Si este fue tu bautismo en musicales, entraste por la puerta grande, trabajando con la productora Stage y en un musical clásico de toda la vida. ¿Fue una casualidad lo de meter la cabeza en los musicales o era lo que tú buscabas?.
IM.- Sí, entré diciendo una frase como “florista”: “- Si señor, vendo flores. A un chelín.-” y terminé siendo una de las “criadas” de Eliza Doolitle”, pero fue la mejor escuela que he tenido nunca. Cuando llegué a Madrid entré en la recién estrenada escuela de teatro Memory, que hasta entonces sólo tenía sede en Barcelona y empecé a estudiar la especialidad de teatro musical, pero “My Fair Lady”, fue realmente la gran escuela donde aprendí profesional y personalmente, con la tremenda suerte de compartir escenario con Paloma San Basilio, Pepe Sacristán, Nicolás Dueñas, Joan Crosas, Conchita Momeñe, entre muchos otros… gente que ha quedado en mi corazón y son mi referencia número uno en teatro, por su profesionalidad y su compañerismo.
No he vivido nada igual, treinta y pico personas en escena que éramos como una familia. De hecho, entonces los camerinos del Teatro Coliseum estaban distribuidos de otra manera, un bloque para el sector masculino y otro para el femenino y resultaba curioso, cada piso era como un edificio y al estar allí casi tres temporadas, compartíamos todo. Fue la experiencia que más me marcó.
L4M.- Leí que te propusieron para interpretar a Sophie en “Mamma mia”, pero no pudiste hacerla por imposición de tu casa discográfica. ¿Cómo viviste la situación en aquel momento?.
IM.- Antes me preguntaste si volvería a aquel proyecto discográfico y te he dicho: “A ese, no”, es porque me pilló muy joven, con muchas ganas de hacer algo, que sigo queriendo hacer, pero a mi manera. Fue un proyecto impuesto por Globo Media y en estos proyectos se descuida la parte emocional, la que implica la parte personal y se impone la parte económica, la más frívola.
También pasé momentos muy buenos, porque compartí el proyecto con Adriana Vaquero, gran compañera y amiga, además de otras personas que aún mantengo hoy día, porque eran ajenas a aquella política, gente a la que también engañaron antes o después. Finalmente aquello no resultó como se esperaba y con promesas, un disco grabado y un calendario de promoción que me impidió hacer otras cosas que pudieron ser importantes en su momento, como “Mamma mia”, donde me escogieron para hacer Sophie en Madrid, estrenar el musical en España, allá por el 2004, pero a última hora Globo Media contactó con la productora Stage y les dijo que era incompatible que actuase en el musical, por el calendario de promoción y todo el trabajo que iba a suponer el disco.
Un mes después me comunicaron que el proyecto con Globo Media se había cancelado y me quedé sin ninguna de las dos cosas, encontrándome el año siguiente sin trabajo, porque tampoco nos daban la carta de libertad. Fue una experiencia muy dura, sobre todo porque si tomas una decisión y sale mal dices: “Bueno me he equivocado” y ya está, pero cuando la decisión la toma otra persona por ti, sin tu consentimiento y sale mal, se mezcla la impotencia y la desilusión. Aquello me costó muchas lágrimas y me hizo aparcar el tema y dedicarme al teatro musical.
El musical fue lo que SIEMPRE quise hacer. Uno de los primeros libros que leí fue “Los Miserables” de Victor Hugo, un libro enorme que desde pequeñita veía en la estantería de mis padres y más tarde, cuando descubrí el musical con un video de Broadway, tuve claro que ese era mi objetivo, pero entonces vivía en Alaquás y las posibilidades de formación eran más bien escasas, por no decir nulas. Quería estudiar las tres disciplinas juntas y solo pude hacerlo por separado, estudié baile y ballet en Alaquás y Valencia y en el Conservatorio de Torrente la parte musical.
Donde empecé a pisar escenarios fue con una pequeña discográfica, cerca de mi pueblo llamada Chiquilla Producciones. Fue la época en que descubrí el mundo discográfico, la producción musical, los estudios de grabación y me di cuenta de que empezaba mi camino. Años después marché a Madrid gracias a una persona muy importante que me tendió la mano, ayudándome muchísimo en mis primeros pasos en el teatro musical: Víctor Díaz.
L4M.- Pero pudiste sacarte la espinita de “Mamma mia”, porque SÍ interpretaste a Sophie.
IM.- Fue una casualidad de la vida, porque al darme la carta de libertad en Globo Media, Stage me llamó porque se marchaba la suplente de Sophie y claro, acepté encantadísima.
L4M.- Has protagonizado otros musicales en España como “Hoy no me puedo levantar”, “We will rock you” y “Fiebre del sábado noche”, vamos, has estado en casi todos los ”grandes”. ¿Qué nos puedes contar de tu experiencia en estos musicales?.
IM.- La verdad es que no me puedo quejar. Empecé en “My fair lady” y luego vino “We will rock you” que fue también una experiencia maravillosa, porque era mi primera protagonista, como alternante de la titular, donde pude trabajar con Mike Dixon y Brian May, fue otra escuela donde aprendí muchísimo de mis compañeros y me hizo fortalecerme un montón.
Ya no estaba en “My Fair Lady”, aquí había que “demostrar” que estabas a la altura, no podías bajar la guardia. Ser alternante fue muy duro, ahí tuve claro que en el futuro intentaría por todos los medios no volver a aceptar una alternancia, prefiero un papel pequeñito en el elenco, que ser alternante. Fue superior a mí. Mi auto exigencia era tan alta, que cada función se convertía en una frustración. Nunca era suficiente. Así que aprendí también muchísimo. El equipo artístico fue la bomba! Mike y Brian tripularon aquello de una forma MAGISTRAL. Toda una lección.
L4M.- Siempre te había visto en “Avenue Q” haciendo de Lucy / Kate, por eso cuando no avisaron que el papel lo hacía Inma, no te reconocía y aunque me parecías una de las manipuladoras de muñecos, no podía creer que fueses tú, sabiendo la voz que tienes y aunque mi familia me decía que la “chica rubia” cantaba muy bien, yo no te veía en aquel cuerpo….
IM.- Es que aquí comparto las funciones con Inma Mira. Es un papel complejo y así se estructuró todo. Nosotras dos también nos preparamos para el track de manipulación, por lo que pudiera pasar, porque la magia de este espectáculo reside en eso, en que somos una compañía pequeñita.
Me gustaría añadir a tu observación, que la manipulación, aunque no se cante, es dificilísima. El trabajo corporal y de sincronización es muy complicado. El hecho de que no se cante no significa que no sea importante o difícil, como piensa mucha gente. Al contrario, tras el proceso de aprendizaje, coincidímos en que fue uno de los tracks más complicados.
L4M.- Ayer, en los saludos finales, se os veía sonrientes y bromeando unos con otros, dando la sensación de que lo pasáis fenomenal y os hemos visto hablando, cantando, actuando y manipulando los muñecos a velocidad de vértigo. Ciertamente deberíais estar agotados…
IM.- Esa sensación de la que hablas, es real. En principio fue una frustración importante, porque veías que pasaban los días y lo de manipular muñecos es una disciplina que estaba lejísimos de lo que habíamos hecho cualquiera de nosotros. Entonces, fue muy duro, con muchas noches de llorar y decirte “no voy a llegar, no lo consigo”… Además como la referencia que tenía era la de Broadway, miraba el video y decía: “Es imposible, no voy a llegar ni a la suela de la zapatilla…”
A medida que pasaron los días, ocurrió algo curioso y es que estábamos tan preocupados con la manipulación, por ser la técnica nueva para todos, que nos habíamos olvidado de nosotros mismos y el día de la primera función, ocurrió algo mágico. Vimos todo casaba. Éramos una persona entre peluche y humano, que habíamos hecho un simbiosis entre los dos, casi sin darnos cuenta.
L4M.- ¿Cómo viviste lo de llevar un musical gestado en España como fue “Peter Pan” para representarlo en Londres en el teatro Garrick, cantado en español?. ¿Te hizo concebir esperanzas de volver con un papel en inglés como hizo Julia Möller en “Les Miserables”?.
Aquella experiencia también me sirvió de mucho, fue una aventura llena de anécdotas muy graciosas, junto a gente maravillosa como Antonio Garde, je je je, ahora compañero en “Avenue Q”. Trabajar allí me hizo darme cuenta ¡de lo mal que me manejo en inglés!. Vivir el West End me hizo ver que allí tampoco es “oro todo lo que reluce”. Se nota en el oficio y años de experiencia que nos sacan pero a nivel artístico, creo que aquí hay mucho talento y tal vez, esos años que nos sacan, se notan más en el desarrollo, formación, etc… Aquí es como que tenemos la materia prima, pero la maquinaria para elaborar el producto final es cara y escasa, aunque estamos en el camino. Y a lo de representar en el West End, si confían en mí para ello, ¡por supuesto!.
L4M.- Te hago la misma pregunta que a Leo, imagina que tienes todo el dinero del mundo para montar la obra que quieras, por el simple capricho de representarla. ¿Cuál elegirías?.
IM.- Si tuviese dinero, montaría de nuevo “Avenue Q”. Te lo digo de corazón. Terminamos el domingo y no sabes la pena que me da. Nunca he tenido tanta pena. No sólo por el musical y los compañeros, también por los muñequitos. Hemos compartido tantas cosas… no puedo seguir hablando, se me pone un nudo en la garganta. Es una pena que termine tan pronto.
L4M.- Me extrañó cuando vi el calendario recortado y avisé a la gente que conozco para advertirle que sólo ibais a estar cinco días. Una pena, porque es una producción muy digna.
IM.- Además creo que es una producción necesaria, porque mucha gente que no la ha visto todavía y es como una ventanita que te hace reflexionar. Es un barrio al que puedes volver muchas veces, porque está vivo y cada día desde que suena la obertura, descubrirás algo nuevo, un guiño, una mirada. David creyó en la improvisación actoral de cada uno y nos ha dado tanta confianza que a estas alturas manejamos los personajes de tal forma, que podemos respirarlos y sentirlos vivos cada día. Es el reto del actor, que su papel este vivo y aquí cada día el barrio está vivo.
L4M.- Terminas aquí el domingo y ¿tienes algún proyecto a la vista?
IM.- Hay cositas, tengo un proyecto musical mío “Family way”, sin grandes pretensiones, pero con mucho corazón, con temas propios y versiones, que es lo que me apetece hacer.
L4M.- Pero es una pena que gente tan válida como tú deje el teatro musical
IM.- ¿Dejar el teatro musical?. NOOO!!! De momento es compatible con mi vida y mis ilusiones!, aunque sea un caminito de “Sonrisas y lágrimas”. Mira, igual ahí hay una ventanita abierta….
L4M.- ¿En “Sonrisas y lágrimas” haciendo de María Von Trapp?
IM.- No, de María seguro que no. Después de verme en Lucy la Guarra, creo que no me imaginaban de “inocente”. JUAS! Igual ¿una monjita?, no sé, pero bienvenido lo que sea, si la compañía es maja. A estas alturas lo que me importa, si te soy sincera, es ir a trabajar contenta!.
L4M.- Muchísimas gracias por tu tiempo y mucha …. ¿mierda?.
Teatro Olympia, Valencia
Paco Dolz para Love4Musicals
Fotos de Vicky Roig
Septiembre 2011