ROCKY HORROR SHOW

Tras asistir a la boda de Ralph Hapschatt y Betty Munroe, Brad Majors (Barry Bostwick) y su prometida Janet Weiss (Susan Sarandon), deciden ir a visitar a su viejo profesor de instituto, un experto ufólogo que ahora trabaja para un departamento gubernamental. De camino tienen un pinchazo y eso les obliga a pedir ayuda a los inquilinos de un castillo que se encuentra a unas dos millas de distancia del lugar de los hechos. Sin hacer caso del aviso colgado en la puerta, entran en el interior de la excéntrica mansión en la que se celebra una convención anual de Agentes Secretos de la Galaxia de Transilvania. La joven pareja es despojada de sus húmedos ropajes por el jorobado mayordomo Riff Raff (Richard O’Brien) y su incestuosa hermana Magenta (Patricia Quinn). Atendidos por la ex-amante del amo del castillo, la bailarina de claqué Columbia (Little Nell), son conducidos al laboratorio. Los inconvencionales convencionistas, encontrarán allí al Dr. Frank N. Furter (Tim Curry), un científico travestí del planeta Transexual, enfrascado en su proyecto más ambicioso: dar vida al hombre perfecto, el musculoso Rocky Horror (Peter Hinwood).

Esta surrealista parodia musical del mito de Frankenstein, fue escrita a principio de los setenta por el polifacético guionista, cantante, compositor y actor Richard O’Brien, mientras éste interpretaba grandes éxitos en teatro como Hair y Jesucristo Superstar en el West End londinense o Casino Royale y Carry on Cowboy en el cine.

O’Brien, llevó su primer borrador al director y amigo Jim Sharman. Seis meses más tarde el productor Michael White, uno de los profesionales más importantes del medio en los setenta, decidió apoyar el proyecto con la generosa cifra de mil libras, después de que Sharman le hiciera llegar una cinta en la que O’Brien cantaba Science Fiction. Todo el mundo se volcó en el proyecto, desde Jonathan King que se arriesgó a producir el álbum de la obra y aportar dinero para la producción teatral, hasta el Hammersmith Hospital que donó batas, guantes y máscaras médicas o el St. Mary’s Hospital que prestó su instrumental médico.

El reparto estaba formado por O’Brien, Patricia Quinn, Little Nell y Tim Curry ─ex-compañero de O’Brien en Hair─, que en un principio fue a hacer la prueba para el papel de Rocky Horror, pero su estruendosa interpretación del Tutti Frutti de Little Richard en uno de los últimos castings despejó cualquier tipo de duda, llevándolo prestamente a interpretar al Dr. Frank N. Furter, el papel protagonista. Originalmente, el personaje de Magenta tenía que ser interpretado por Marianne Faithful, pero afortunadamente ésta se había marchado a la India con su gurú, recayendo el rol en manos de Patricia Quinn: “Mi agente me dijo: Todavía no has leido el guión. Podrían ser cuatro líneas. Fui al Royal Court y recogí el guión y tenía razón eran cuatro líneas, pero lo hice porque Science Fiction era la mejor canción que he oído jamás”.

Al finalizar los ensayos en el White House Hotel en Earl’s Court, el musical They Came from Denton High to Superstar’s, sería rebautizado como The Rock Horroar Show y finalmente con el definitivo The Rocky Horror Show. Tras la calurosa acogida de las previas realizadas tres días antes, se estrenaría de forma experimental a las diez y media de la lluviosa noche del 19 de junio de 1973 en la buhardilla del londinense Royal Court Theater, que contaba con tan solo un aforo de sesenta butacas. El precio de las entradas era 80p. y 40p. el precio especial para estudiantes, casi el doble de las tres funciones previas. Esa noche se encontraba entre el público Vincent Price, que se rió a carcajadas y brindó una ovación de pie. Lo que en un principio era un pequeño proyecto de seis semanas, se convirtió rápidamente en un fenómeno de masas y crítica, siendo proclamado mejor musical de 1973 por The London Evening Standard y la revista Plays and Players. Tras haber leído la crítica del Daily Mail, el productor discográfico Jonathan King, decidió reservar un par de asientos para esa obra amateur de la que tan bien hablaban. Al acabar la función decidió apoyar el show apoquinando el 20% de los gastos e incluso a producir el LP de la obra. Al enterarse, el reparto se quedó patidifuso, ya que nunca antes se había producido un disco hasta que la obra se hubiese trasladado definitivamente a un auténtico teatro. El álbum se grabó en veinticuatro horas, en los Sarm Studios. Parte del encanto de esta grabación es que el reparto tan solo había interpretado las canciones una docena de veces y esa frescura e inocencia se nota en el resultado final.

Al no dar abasto con las localidades, el show se trasladó tan solo un mes después al Classic Cinema Chelsea, un cine reformado para la ocasión como King’s Road Theatre, con una capacidad de quinientas butacas. Sería en esa época cuando Patricia abandanó el show para aceptar otro papel. En un intento de retenerla, Richard le escribió una canción tan solo para ella, On the Day Magenta Went Away; desafortunadamente no existe ningún tipo grabación de ese tema. Antes de su llegada al West End, el show se trasladaría el 3 de noviembre del mismo año a The Essoldo, otro cine del barrio de Chelsea que estaba a punto de demolerse. Para que el Dr. Frank N. Furter pudiera hacer su entrada, tuvieron que ser retirados unos cuantos asientos, quedando un aforo de trescientas cincuenta localidades. Allí permanecería durante seis años hasta que la obra terminara su gira en el West End londinense, concretamente en el Comedy Theatre, tras dos mil novecientas sesenta representaciones, el 13 de septiembre de 1980.

La Diosa Fortuna sonreiría a aquella pequeña obra sin pretensiones, cuando tras la insistencia de su mujer Britt Ekland, el productor americano Lou Adler, asistió a una de sus representaciones. Éste quedó tan impresionado que esa misma noche llegó a un acuerdo con su productor Michael White, para llevar la obra a los Estados Unidos y treinta y seis horas después adquirió los derechos de producción. Tan solo nueve meses después de su estreno londinense, la obra se  estrenaría el 24 de marzo de 1974, en el mítico teatro Roxy de Los Angeles, situado en la glamurosa Sunset Strip de Hollywood. El espectáculo contaba con una producción más elaborada en escenografía, vestuario y efectos especiales y con unos tétricos acomodadores, que premeditadamente sentaban a al público en asientos equivocados, creando así altercados entre los presentes y una anarquía general que preparaba mentalmente al espectador para el show que iba a presenciar. Como curiosidad, comentar que entre los candidatos al nuevo casting se encontraban John Travolta, Richard Gere, Chris Sarandon ─ex-marido de Susan, la futura Janet─, Greg Evigan y Jeff Conaway. La obra se representó durante casi un año convirtiéndose de nuevo en un fenómeno ─alguna gente volvía repetidamente y coreaba las canciones─ y los productores se decidieron a dar el paso más lógico en estos casos: Broadway.

Su estreno en la Gran Manzana ─pensado como una especie de presentación oficial al público de la inminente película─, sería el 10 de marzo de 1975 en el enorme teatro Beautiful Belasco de Manhattan, al que añadieron mesas en platea para darle un aspecto más cabaretero. Pero su gran capacidad, sólo sirvió para destruir una de las bazas del show: su intimidad con el público. Para más inri, la crítica neoyorquina la dejó por los suelos, alegando que la calidad de la  obra no era suficiente como para estrenarse en una ciudad de la categoría y clase de Nueva York. Tras cuarenta y nueve funciones después, Rocky Horror cerraría sus puertas, hasta el aciago estreno de la película unos meses más tarde.

En octubre de 1974, gracias a la gran respuesta del público californiano que había mantenido la obra de teatro en cartel durante nueve meses, White y Adler llegaron a un acuerdo con Gordon Stulberg, cabeza de la Twentieth Century Fox, para llevarla a la gran pantalla con un presupuesto de un millón y cuarto de dólares y así se convirtió en The Rocky Horror Picture Show. La producción contaba con casi todo el reparto original de la producción londinense: Tim Curry como el travestido y lascivo Dr. Frank N. Furter, O’Brien como el ojeroso mayordomo Riff Raff, Patricia Quinn como la incestuosa criada Magenta, Little Nell como la groupie Columbia y Jonathan Adams que había sido anteriormente el narrador, como el germánico Dr. Everett Von Scott. Para completar el reparto, incluyeron a los por aquel entonces casi desconocidos americanos ─o “yanks”, como los llamaba el resto del equipo─ Susan Sarandon y Barry Bostwick como Brad y Janet, la pareja protagonista y a Meat Loaf como el sobrino de Scott, al que ya había interpretado en la producción de Los Angeles. En un principio, el reparto debía estar formado por conocidas estrellas de rock como David Bowie, pero al aumentar en demasía el reducido presupuesto, se optó por usar gente con menos fama como Tim Curry y el resto del reparto original londinense.

El film se estrenó 26 de septiembre de 1975 en el United Artists Westwood Theater de Los Angeles, situado en una ciudad universitaria a los alrededores de UCLA. Pero pese al gran éxito en los escenarios californianos, la película y la producción neoyorquina fueron un absoluto fracaso. A excepción del U.A. en Westwood, donde el público repetía cada noche y cantaba al unísono los números musicales, las demás salas de ochocientas localidades solo llenaban unas cincuenta butacas.

Tras las numerosas quejas de los propietarios de las salas, el avispado director de marketing de la Twentieth Century Fox, Tim Deegan ─que odiaba profundamente la película─, descubrió que esas cincuenta personas eran las mismas cada noche. Adler y Deegan, idearon una estrategia prácticamente nueva en aquella época: introducir el film dentro del circuito de las midnight movies en salas pequeñas y alternativas, sin ningún tipo de campaña, dejando que el público se encontrara con el film, publicitándolo tan sólo con las famosas frases promocionales: “A different set of jaws” y “A different kind of Rocky” .

Seis meses después, el 1 de abril, día de los inocentes en USA, la Twentieth Century Fox re-estrenó The Rocky Horror Picture Show en el neoyorquino Waverly Theater, situado en el Greenwich Village, con un final reeditado que eliminaba el número musical Superheroes y el reprise de Science Fiction. El Waverly aceptó gustosamente acoger el musical de Richard O’Brien, puesto que ya había experimentado con éxito este tipo de películas “difíciles”, como El topo o La noche de los muertos vivientes. La encargada del cine, Denise Borden, estaba fascinada con el film, y conociendo los antecedentes en otras salas, empezó su propia campaña personal, colocando fotos en la entrada del cine y desarrollando la gran idea de proyectar la película en un ambiente totalmente festivo. Dicho ambiente, se inició reproduciendo la banda sonora antes de cada proyección y acabó meses más tarde, con la participación tal y como se conoce hoy día.

El número de asistentes fue aumentando gracias al efecto boca a boca, creando una infecciosa adicción entre sus participantes que contaban con orgullo los cientos de veces que veían la película. Los fans de la película llaman “vírgenes” a los que nunca han asistido a una proyección de la película con participación del público. El hecho de ver la película en casa no es valido y se considera una masturbación. Los fans asistían y siguen asistiendo a las proyecciones disfrazados como algunos personajes de la obra y gritan frases como por ejemplo: “Describe tus pelotas”, mientras que en pantalla Charles Gray contesta: “Negras, pesadas y pendulantes” o la famosa frase de la obra eliminada del film: “2-4-6-8-10-12-14, trágate esa Ann Miller”.

Un año después de su reestreno en el Waverly, a los diálogos gritados al unísono por cientos de fans, los disfraces y la interpretación de los casts, se añadiría la interacción física y la utilización de diversos accesorios o props (uno de esos pioneros fans, fue el famoso compositor Marc Shaiman). Durante una proyección, alguien rompió un periódico y lo lanzó a modo de confeti durante la boda de Frank y Rocky, esto causó sensación y en breve se añadieron el arroz para la boda y las cartas para la canción final de Frank. A falta de otro, este fenómeno fue bautizado con el término Audience Participation, que define el conjunto de toda esta interacción del público con la película. La lista de accesorios fue aumentando, hasta llegar a este compendio de artículos básicos para la supervivencia en una proyección de la película:

1/ Carta con la palabra “Message” escrita Corre con ella cuando los labios digan “And this is how the message ran”.

2/ EscobaAmenaza a los dientes de limpiarlos con la escoba.

3/ CiruelasTira las ciruelas cuando los labios digan “Dana Andrews said prunes”.

4/ Globo Revienta el globo cuando los labios digan “But when worlds collide”.

5/ ArrozAl principio de la película, en la boda de Ralph Hapschatt y Betty Munroe, tira el arroz junto con los demás personajes de la pantalla cuando los recién casados salgan de la iglesia.

6/ Ramo de novia Lanza el ramo cuando Betty Munroe tire el suyo.

7/ Carteles con las letras J-A-N-E-T Levántalas cuando Brad deletree Janet.

8/ Anillo Ponte el anillo cuando Brad se lo ponga a Janet y canta: “Oh, itís nicer than Betty Munroe had”.

9/ Mancha de hinchar ruedas Usa la mancha cuando “Chucky” (el narrador) diga “the spare tire they were carrying was badly in need of some air”.

10/ PeriódicosCuando Brad y Janet son sorprendidos por la tormenta, Janet cubre su cabeza con un periódico (“The Plain Dealer”). En este momento también cubres tu cabeza.

11/ Pistolas de aguaSon usadas por los miembros de la audiencia para simular la tormenta. (¿Para qué si no necesitas los periódicos?)

12/ Encendedores y linternasDurante el “There’s a light”, uno de los versos de la canción “Over at the Frankestein Place”, enciende tu linterna. Si usas un encendedor ten cuidado, recuerda que llevas un periódico sobre tu cabeza.

13/ Instrucciones para bailar el “Time Warp”Repártelas a la entrada del cine entre los vírgenes, para que aprendan a hacerlo.

14/ Donut Tira el donut en el “Time Warp” cuando lo haga Riff.

15/ DulcesTira dulces y caramelos cuando Frank diga “Sweet Transvestite”.

16/ Guantes de goma Antes y después de la creación de Rocky Horror, Frank chasquea sus guantes tres veces. Debes hacerlo al mismo tiempo, creando un fantástico efecto de sonido.

17/ Matasuegras y carracasAl final de la creación, los Transilvanos responden con aplausos, matasuegras y carracas. Tú debes hacer lo mismo.

18/ ConfettiAl final de la canción “The Charles Atlas (Reprise)”, los Transilvanos tiran confetti cuando Frank y Rocky se dirigen a la suite nupcial.

Para disfrutar de la experiencia del Audience Participation, es recomendable visionar el DVD del 25 aniversario, remasterizado digitalmente en THX y con audio Dolby 5.1, en una edición doble cargada de jugosos extras. El primer disco con la película comentada por dos de sus interpretes, Richard O’Brien y Patricia Quinn, una pista de audio con la participación del público, el Participation Prompter (subtítulo que nos indica las instrucciones de participación durante el film, pero que desactivará los subtítulos en español e inglés) y la opción Experiencia teatral, que nos llevará a una sala en la que se proyecta el film durante una de sus animadas sesiones.

El segundo disco incluye escenas inéditas, el VH1 Pop-up Video del número musical  Hot Pattotie, Un Show Doble de “Rocky” (documental sobre el film y sus seguidores), final incorrecto (durante los primeros pases del film algunas copias estaban mal montadas  con la imagen del número musical Superheroes y el audio del Criminólogo encima), créditos finales alternativos, el número musical eliminado de la copia final del film Once in a While (el DVD de Zona 1 también incluye Superheroes), trailers originales, karaoke de las canciones Touch-a Touch-a Touch-a Touch Me y Sweet Transvestite y entrevistas con Susan Sarandon, Richard O’Brien, Patricia Quinn y Meatloaf, extraidas del especial preparado por la cadena musical VH1. Aunque completo, se echan en falta los divertidos y logrados menús animados del primer disco presentados por unos lascivos labios rojos; es una lástima que sus comentarios no hayan sido doblados al castellano.

Pese a ser una edición a todo lujo, sobre todo teniendo en cuenta que el film es bastante desconocido en nuestro pais, existen algunas carencias respecto a la edición de Zona 1:

Dicha edición ofrecía la película en sus dos montajes –el yanqui y el británico– más un extra escondido que mostraba la primera parte en blanco y negro, que era la forma en la que originalmente debía empezar el film. Otras cosas han sido obviadas en la edición de Zona 2, como alguna de las animaciones de los menús o los extras para DVD-ROM. Pero pasando por alto esos pequeños detalles, esta edición es infinitamente superior a su predecesora para el público español, ya que contiene la película y casi todos sus extras subtitulados en castellano, en el DVD de Zona 1 solo estaba subtitulado el film en español neutro.

Para la edición del treinta y cinco aniversario en Blu-ray, se han han reciclado todos contenidos del DVD y añadido algunos extras y mejoras respecto a la anterior. La lista de novedades es la siguiente: La experiencia de medianoche (apartado dedicado a la participación con trivias, grabación del LP Say It! de 1983, vídeo y guías de participación), Rocky-oke! (Karaoke de todas las canciones del film), La búsqueda del grupo del 35 aniversario (casting del grupo perfecto de fans para una proyección de Rocky Horror), Mick Rock, A Photographer (Mick Rock explica su experiencia como fotógrafo durante el rodaje del film) y El show de fotos de Mick Rock (galería de fotos de Mick Rock).

Muchos entendidos aún no se explican el fenómeno del culto a Rocky Horror, según Richard O’Brien, la continua atracción hacia el show es debida a que se trata de una fábula, un cuento para adultos como Hansel y Gretel, solo que al final Hansel se convierte en Gretel… Pero es Patricia Quinn la que realmente sabe el auténtico secreto de toda esta atracción obsesiva hacia el film: “¿Que si puedo explicar el éxito de Rocky? Sí. Sexo, drogas y rock’n’roll. Eso parece ser.”

El ROCKY HORROR SHOW en los paises de habla hispana

Traducida por Juan José Plans y Roberto Estevez, la obra llegó a Madrid en 1974 a la sala de fiestas Cerebro Music-Hall presentada como “un musical satírico sexual” dirigida por Gil Carretero, con arreglos musicales del Judas de Jesucristo Superstar, Teddy Bautista y protagonizada por su compañero Pilatos, Alfonso Nadal como la locaza Frank-Burgesa. El resto del reparto estaba formado por Flora María Alvaro (Janet Weiss alias Sibilia Cooley), Miguel Ángel Godo (Brad Majors alias Thiero Smith), Alberto Berco (Narrador), Pedro Mari Sánchez (Drácula y Rocky Horror), Ricardo Zabala (Fantasma y Riff Raff), Raquel Ramírez (Fantasma y Columbia), Adolfo Rodriguez (Fantasma, Eddie y Dr. Scott) y Mayra Gómez Kemp en el doble papel de Magenta/Acomodadora. La obra se representó más tarde en el Paral·lel de Barcelona con el mismo reparto, exceptuando al narrador que fue interpretado por Fernando Rodríguez Madero.

Con el eslogan “L’espectacle més desmadrat del segle” (El espectáculo más “desmadrado” del siglo) se estrenó el 4 de marzo de 1977 en el Teatro Romea la versión catalana del poeta Narcis Comadira dirigida por el cineasta Ventura Pons. La obra contaría con la carismática vedette del Molino y Barcelona de Noche, Christa Leem, artista que marcó una época dentro del strip-tease y el music-hall de los ’70. Los otros personajes estaban interpretados por figuras de la canción catalana como Oriol Tramvia (Dr. Frank Esteve), María Cinta (Anna Prou Grossa) y Dolors Laffite (Columbia). El resto del reparto estaba formado por Guillem Paris (Riff Raff), Jordi Ponti (Ramón Poch), Enric Pous (Eddie/Dr. Scott), Pau Bizarro (Rocky Horror) y Biel Moll (Narrador).

Según las palabras de su director “Yo no elegí la obra. Simplemente me pidieron que la dirigiera y me gusta, es un espectáculo anticonvencional: el comportamiento de la pareja de novios durante toda la obra es un atentado constante a la moral.” Y continua hablando de su apartado musical: “Se trata de un rock típico de los años 60, muy en la línea de American Graffiti y El fantasma del Paraíso.”

Como ya ocurrió en la anterior producción madrileña, los personajes Dr. Frank N. Furter, Janet Weiss y Brad Majors, fueron rebautizados con los nombres de Dr. Frank Esteve, Anna Prou Grossa (Anna Bastante Gorda, debido al tamaño de su vagina) y Ramón Poch (por la escasa envergadura de sus genitales).  Oriol Tramvia se alejó de los esquemas establecidos en anteriores montajes, construyendo al personaje fuera del típico registro de mariquita locaza. Éste calificó el show  de “botifarra cultural”  y era de la opinión de que una obra como esta no debería haberse representado en el Romea, sino en un sitio donde la gente pudiera bailar y tocar lo que pudiera.

En 1985, se estrenó una nueva versión en el teatro Apolo de Barcelona que fracasó en taquilla y tuvo problemas legales con los propietarios del copyright. Desde entonces, la obra no volvería hasta el 6 de Abril de 1996 al teatro Arnau de Barcelona, añadiendo seis personajes nuevos y la novedad de fomentar la interacción del público, vendiendo bolsas de partipación en la entrada y colocando un panel luminoso en el interior, que indicaba al público el momento de utilizar los accesorios de su contenido. La obra sería dirigida por Ricard Reguant, con letras de Albert Mas-Griera y arreglos musicales del fallecido Jordi Doncos e interpretada por el Doctor Soler (narrador), Xavier Mateu (Brad Majors), Mireia Portas (Janet Més), Albert Muntanyola (Riff Raff), Marta Ribera (Magenta), Cristina Botet (Columbia), Eddie/Dr.Scott (Eduard Doncos), Sergi March (Rocky Horror) y los transilvanos (Marta Bayarri, Luciana Cilento, Gabriel Doz, Susana Egea y Mari Creu Guerrero). Pero si hay que remarcar a alguien de esa producción, esos son Xavi Mateu y el genial artista de music-hall Xavier Morán, en el papel del Dr. Frank N. Furter.

Después de seis meses de gestiones, Reguant –que ya había utilizado anteriormente el Time Warp como número musical para su espectáculo Memory– consiguió los derechos de la obra. Gracias a los ejecutivos de la Rocky Horror Co. Ltd., se enteró que había más gente del país, interesada en llevar a cabo el mismo proyecto, entre ellos Javier Gurruchaga.  Reguant se encargó de suavizar un poco la carga sexual del espectáculo y  convertirlo en un show al alcance de todas las edades; según palabras del propio director: “Rocky Horror es un musical divertido para todos los públicos, que no resulta para nada casposo y cutre como el de Londres.”

A finales del ’97, cortesía de la productora teatral Opera 2001, llegó a diecisiete localidades españolas el London Musical Theater, que realizaba la Mad Bad Fun Musical Rocky Horror Show European Jubilee Tour 97/98 dirigida por Christopher Malcolm. Su presentación en la discoteca Pachá de Madrid, contó con todo el reparto de la obra y con algunos invitados de lujo como Alaska. La entrada incluía una pequeña lista de participación que incitaba al cachondeo durante la obra, que aunque representada en inglés contaba con subtítulo electrónico en castellano.

El show se ha representado numerosas veces en lengua española, pero sin duda la más famosa es Julissa en El Show de Terror de Rocky, grabada en los estudios mejicanos Churubusco y La Casa del 13 al 26 de febrero de 1976. El resto del reparto estaba formado por Gonzalo Vega (Dr. Frankenfurter), Héctor Ortiz (Carlos), Luis Torner (Riff Raff), Paloma Zozaya (Magenta/Usherette), Norma Lendech (Colombia), Lauro Pavón (Eddie/Dr. Carrillo), Cecil Goudie (Rocky Horror) y Manuel Gurría (Narrador). Este vinilo de 1976, es un artículo muy difícil y caro de adquirir, ya que se hicieron pocas copias. En 1995, Orfeon volvió a editarlo en un doble CD que incluye Vaselina (Grease), interpretada también por Julissa.

MÚSICA Y LETRAS: Richard O’Brien

  

  

De entre las muchas ediciones existentes de la obra en audio, tanto de las versiones teatrales, como de la película, recomendaría la original de Londres, que aunque no sea la mejor grabación existente, tiene la curiosidad de ser la primera. Las otras recomendables, serían la del reparto de Los Angeles y la remasterizada edición del 25 aniversario de la película, que incluye fragmentos musicales inéditos hasta entonces.

 

Por otra parte, tanto el DVD como el Blu-ray vienen plagaditos de extras y es de compra obligada para los amantes del musical y de la película en cualquiera de ambos formatos. También salió a la venta un DVD con la versión que se hizo en el mismo teatro de Londres donde se estrenó, conmemorando el 35 aniversario de su estreno, como un tributo al show, reuniendo actores originales del musical y de la película.

NOTA DEL WEBMASTER: Y para los que queráis leer algo más sobre el tema, aunque el autor del artículo –por modestia– no ha querido incluirse, os recomiendo si lo encontráis el libro que escribió Miguel Angel Parra sobre el fenómeno de The Rocky Horror Show.

 

1 respuesta

  1. Xavi Moran dice:

    Que sorpresa encontrar este espacio y ver que hablan tan bien de uno. Gracias DarthParra por tus palabras y reconocimiento. Me hace mucha ilusión que hables asi de mi y mi trabajo. Hay que recalcar que si no hubiera participado el club de fans, del cual tu eras presidente, la participación del publico no habria sido el mismo. Gracias.

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