EL REY QUE RABIÓ
No abundan las ocasiones para poder ver zarzuela en España y se entiende por la necesidad que conlleva de una orquesta en directo, lo cual de por sí ya encarece un espectáculo, que en estos tiempos de crisis, con la inseguridad de la respuesta en taquilla, al tratarse de un género de musical teatral, que no atrae a nuevas generaciones de público, poco a poco se esté convirtiendo en una pieza de museo.
El anuncio de la reposición de “EL REY QUE RABIÓ”, en la producción del Palau de les Arts de Valencia, que se estrenase el 10 de Enero de 2009, conmemorando el centenario de la muerte de compositor de la misma, el alicantino Ruperto Chapí, y que ahora volvía al Teatro Principal de Valencia, con Enrique García Asesio al frente de la orquesta, me animó a acudir a esta zarzuela cómica en tres actos, como anunciaba el programa.
La historia nos presenta a un rey que queriendo conocer la realidad de como viven sus súbditos y desconfiando de las conclusiones maravillosas tras un viaje por su reino, preparado su gobernador y mandatarios, adelantándose en cada plaza a visitar por el monarca para maquillar la realidad, decide viajar de incógnito y solo, vestido de pastor, para mezclarse con su pueblo y terminará enamorándose de una joven campesina.
Esta producción que se anunciaba como moderna e innovadoracon, con todos los guiños que podría haberse hecho a la España actual, al contar con un monarca que se casa con una plebeya o unos mandatarios que ahogan con impuestos al pueblo, pero que cuando el rey decide viajar por su cuenta van por delante pagando fiestas y dando dinero a los alcaldes, para disfrazar la situación de cada municipio, se han mantenido fieles al cuento original, con unos chistes que ya no hacen gracia, ni a los amantes de la zarzuela que la conocieron en sus mejores momentos.
El vestuario de esta producción me pareció un insulto a la credibilidad, vistiendo a los aldeanos con una mezcla de trajes con los que se revuelcan por el campo, mezcla de los más atrevidos diseños de Agatha Ruiz de la Prada y que convertirían a los trajes que la novicia Maria hace con unas cortinas para los hijos del capitán Von Trapp, en el colmo del buen gusto y la elegancia más exquisita.
La puesta en escena buscando ser original, sacrificaba la verosimilitud y encaje de los elementos con la historia, para conseguir unas imágenes plásticas interesantes fotográficamente, pero que poco ayudaban a contar la historia, distrayendo al público más que ayudándole a entrar en situación, como con el panel de aluminio del fondo de escena, en el que se reflejaban las luces del fondo de la orquesta, o la enorme lupa o luna que desciende casi a ras de suelo y se eleva desapareciendo sin ninguna necesidad.
El argumento se podía seguir gracias a los diálogos hablados que se entendían perfectamente, porque en los cantables y sobretodo corales, hubo temas completos que terminaron sin que hubiese entendido ni una sóla palabra del texto, como un número que a posteriori me enteré que era la “Mazurca de las segadoras” en el que las campesinas simulaban segar abriendo y cerrando paraguas de los colores más vivos y contrastados que imaginar se pueda, apoyando lo dicho anteriormente de que se buscaba construir una imagen bonita, aunque no tuviese que ver con la historia (Ver video al final del post).
Lo mejor indiscutiblemente, la Orquesta de la Comunidad Valenciana que sonó excelentemente y el Coro y Ballet de la Generalitat Valenciana, con una formación que a buen seguro superaría de largo los cincuenta intérpretes, que daban vistosidad y fuerza a la música, lástima que no se opte como en el Teatro de la Zarzuela de Madrid o en otros teatros del mundo, en proyectar subtítulos, para que el texto pueda ser seguido por los sordos, que en este caso, también ayudarían a los que escuchamos perfectamente, pero no entendemos lo que se dice, a pesar de estar en la cuarta fila del patio de butacas.
Una pena que no aparezca un director de escena que sepa poner al día y revitalizar este género, que es tan nuestro y que cada día parece más llamado a desaparecer.
MÚSICA: Ruperto Chapí
LETRAS y LIBRETO: Vital Aza y Miguel Ramos Carrión
Las fotos que acompañan a este artículo son de Tato Baeza
Existen varias grabaciones en audio de esta zarzuela y leo que la producción original fue grabada para ser emitida por el clausurado Canal Nou, y no sé si llegó a emitirse, aunque también se comenta que fue comercializada en DVD por la Fundación Autor, aunque no he sido capaz de encontrarlo.
Adjunto un fragmento de esta producción del año 2009 que he encontrado en youtube
