GRAND HOTEL
La acción de la obra nos sitúa en los turbulentos años veinte y en el Grand Hotel de Berlín por el que desfilan los más variados personajes, todos de muy buena posición, la “crème de la crème” a través de la cual vamos a ser testigos del complicado momento histórico que se vivía en aquellos momentos en la vieja Europa tras la Primera Gran Guerra.
Elizaveta Grushinskaya, primera bailarina cuya estrella empieza a desvanecerse y se niega a pisar de nuevo las tablas porque ya no goza del favor del público como antes. Otto Kringelein, un judío contable al que los médicos han desahuciado y que ha decidido emplear sus ahorros en terminar sus días en la mejor habitación del Gran Hotel, rodeado de los lujos que nunca imaginó.
Hermann Preysing, gerente de una fábrica textil con problemas, espera ultimar una fusión con otra empresa para salvar la fábrica de la quiebra, pero ante la negativa de la otra parte a firmar, Preysing miente sobre su situación financiera real y consigue la fusión, mediante un engaño. Tras semejante acto decide pasarlo bien a toda costa y busca a la mecanógrafa que trabajaba para él para seducirla, algo que como padre de familia nunca se había atrevido a hacer.
Flaemmchen, la mecanógrafa que teme estar embarazada, sólo espera triunfar en Hollywood y coquetea con el barón Felix Von Gaigern, cuyo único objetivo es robar unas perlas a Elizaveta Grushinskaya para entregarlas a una banda de mafiosos con los que tiene deudas, pero cuando se encuentran el barón y la bailarina se enamoran ciegamente y planean escapar juntos.Erik, el conserje, a punto de ser padre, no ve el momento de salir del trabajo para reunirse con su esposa en el hospital. Preysing encuentra al barón en su habitación y se enzarza con él en una pelea, tras descubrirle tratando de robar su cartera. La lucha termina cuando Preysing mata al Barón de un disparo y es arrestado. La bailarina queda desolada al ver que el barón no acude y se marcha sola. Flaemmchen y Otto Kringelein, deciden emprender una vida juntos.
Otternschlag doctor cínico, adicto a la morfina tras las heridas sufridas en la Primera Guerra Mundial, también se aloja en el Grand Hotel de Berlín, donde se queja de que sea un lugar en el que nunca pasa nada, repitiendo siempre lo mismo: “gente que viene, gente que va, una vida que se apaga, otra que despega, etc. etc. etc.”
Basada en la novela de Vicky Baum “Menschen im Hotel”, publicada en 1929, fue llevada al cine en 1932, contando con un plantel de primerísimas figuras como Greta Garbo (Grushinskaya), John Barrymore (Baron), Joan Crawford (Flaemmchen), Lionel Barrymore (Otto), etc.
La fórmula empleada por la novelista austriaca quizá la pionera que daría paso a otra serie de novelas y películas, que sirviéndose del nexo común del hotel, nos contaría la historia de varios personajes que coincidían en el mismo recinto, como vendrían más tarde “Hotel Internacional” (The VIPS), “California Suite” (Suite Plaza), “Intriga en el Gran Hotel” (Hotel), “Mesas separadas” (Separated tables), etc..
En 1958, con un libreto de Luther Davis y las canciones de George Forrest y Robert Wright, se adaptó como musical teatral con el título de “At the Grand” en el que cambiaron algunos detalles como que la figura central no era una bailarina, sino una cantante de ópera y trasladaron la historia del Berlín de los años veinte a la Roma de la actualidad, suprimiendo algunos personajes y añadiendo otros, pero tras unas críticas divididas en Los Angeles y San Francisco, los productores decidieron cancelar antes de estrenar en Broadway.
Pasarían más de 30 años, para que retomando el trabajo de Davis, Forrest y Wright, se le ofreciera el musical al director y coreógrafo Tommy Tune para que lo rehiciera. Llamaron al músico Maury Yeston para que escribiese nuevas canciones, aunque se mantuvieron algunas de las existentes en “At the Grand” y se estrenó con el nombre de “Grand Hotel”, con un montaje que ofrecía el musical en dos horas sin interrupción y entonces sí se convirtió en todo un éxito, que superó las 1.000 funciones. Estrenado en Noviembre de 1989 en Broadway, fue nominado a 12 Premios Tony, de los que ganó cinco, entre ellos el de mejor coreógrafo y mejor director para Tommy Tune.El CD con el reparto original tardaría casi dos años en salir a la venta por problemas de derechos con los autores originales, Forrest y Wright, hasta que cuando finalmente se llegó a un acuerdo, David Carroll que interpretó al Baron en la función original había fallecido de sida y su personaje lo grabó Brent Barrett, que había interpretado el papel tanto en Broadway como en el tour americano. En el resto del reparto estuvieron Michael Jeter (Otto), que ganó el premio Tony al mejor actor de reparto en un musical, Jane Krakowski (Flaemmchen) y Liliane Montevecchi (Elizavetha).
Los temas musicales tal como aparecen en el musical, con su autor original quedan reflejados en la siguiente lista:
- The Grand Parade (Yeston)
- Some Have, Some Have Not (Wright/Forrest)
- As It Should Be (Wright/Forrest)
- At the Grand Hotel (Yeston)/Table With a View (Wright/Forrest)
- Maybe My Baby Loves Me (Wright/Forrest)
- Fire and Ice (Wright/Forrest)
- Twenty Two Years (Yeston)/Villa On a Hill (Wright/Forrest)
- I Want To Go To Hollywood (Yeston)
- Everybody’s Doing It (Yeston)
- As It Could Be (Wright/Forrest)
- The Crooked Path (Wright/Forrest)
- Who Couldn’t Dance With You? (Wright/Forrest)
- No Encore (Wright/Forrest)
- Fire and Ice (Wright/Forrest)
- Love Can’t Happen (Yeston)
- What You Need (Wright/Forrest)
- Bonjour Amour (Yeston)
- H-A-P-P-Y (Wright/Forrest)
- We’ll Take A Glass Together (Wright/Forrest)
- I Waltz Alone (Wright/Forrest)
- H-A-P-P-Y (Reprise)
- Roses at the Station (Yeston)
- What You Need (Wright/Forrest)
- How Can I Tell Her? (Wright/Forrest)
- At the Grand Hotel (Reprise)
- As It Should Be (Wright/Forrest)
- The Grand Parade/Some Have, Some Have Not (Reprise)
- The Grand Waltz (Wright/Forrest)
La obra se exportó a Londres en 1992 donde se representó en el Dominion Theatre durante cerca de cuatro meses. Posteriormente la Donmar Warehouse de Londres volvió a reponer este musical por una temporada limitada, ganando el Olivier a la mejor producción musical y el Evening Standard para Michael Grandadge como mejor director, en un reparto en el que estaba Mary Elizabeth Mastrantonio en el papel de Elizavetha.
La última producción hasta el momento es la del Southwark Playhouse de Londres representada entre el 31 de Julio y el 5 de Septiembre de 2015, dirigida por Thom Southerland con el siguiente reparto Christine Grimandi (Grushinskaya), Scott Garnham (Baron), George Rae (Kringelein), David Delve (Otternschlag), Victoria Serra (Flaemmchen), Jacob Chapman (Preysing), Valerie Cutko (Raffaela), Jonathan Stewart (Erik), James Gant(Rohna/Zinnowitz), Charles Hagerty (Sandor/Chauffeur), Paul Iveson (Witt), Rhiannon Howys, Jammy Kasongo, Ceili O’Connor, Durone Stokes, Samuel J Weir y Leah West.Lamentablemente esta última producción alabada por la crítica de Londres no estaba para mi gusto tan cuidada como otras del mismo equipo vistas años atrás. Sin cuestionar la valía de los intérpretes o lo acertado de algunas ideas en la coreografía para desarrollar toda la acción en un mismo escenario, sin más atrezzo que una lámpara colgando del techo, hay algunos errores de casting como presentar a una diva de la danza con una edad y un cuerpo que harían impensable verla vistiendo un tutú de ballet como aparecía en un momento de la obra, o un descuidado suelo del teatro que se suponía era el hall del lujosísimo hotel de Berlín con unas baldosas descoloridas y con manchurrones de pintura blanca, que se podrían haber subsanado con una simple alfombra en el suelo que diese credibilidad al lugar, por no hablar del smoking del barón brillante en los hombros y solapa del excesivo y descuidado roce y suciedad, que jamás hubiera vestido el personaje del barón, que aún presume de su posición en esa clase social que se cae a trozos.
En fín, esperaré a una nueva producción más acorde con el brillo y glamour que se le supone a un musical como este, que para nada significa opulencia y derroche escénico.
MÚSICA Y LETRAS: George Forrest, Robert Wright y Maury Yeston
Existe el CD con el reparto original de Broadway y para los interesados en conocer la historia está el DVD de la película dirigida por Edmund Goulding, que ganó el Oscar a la mejor película del año.
Para terminar un video con el fragmento que pusieron en la ceremonia de los Tonys
un video de la grabación de “I want to go to Hollywood” por Victoria Sierra que está en el Southwark Playhouse
Maravilloso musical que se merecía una nueva versión en el cine.
Creo que la actriz Cyd Charisse debutó en Broadway representando el papel de Elizaveta Grushinskaya, supongo que lo haría muy bien.
Saludos.
Efectivamente, en 1992, cuando ya tenía 70 añitos y reemplazando a la titular Liliane Montevecchi y como tu, supongo que lo haría muy bien.