
TRIO
Rodolf Sirera vuelve a ofrecernos un trabajo en el que sirviéndose de tres actores nos va a hablar del mundo del teatro, de la inestabilidad en la profesión, de la frialdad de los castings, de la competencia por conseguir un papel, de las diferencias entre trabajar para el cine, el teatro o la televisión, de aceptar cualquier papel por corto o infumable que sea con tal de poder subsistir, en fin todo un universo que conoce muy bien tras tantos años de profesión como autor y guionista.
En esta ocasión crea una historia centrada en dos actores Óscar (Diego Braguinsky) y David (Héctor Fuster) a los que el azar va a tocar con su varita mágica alternativamente, de forma que cuando uno tiene trabajo, el otro no. Conviven en la misma casa pagando el alquiler en función de cómo les van las cosas y aunque su relación no es un mar en calma todo va a precipitarse con la aparición en escena de la manipuladora Micky (Vanessa Cano), aspirante a actriz, capaz de lo que sea para entrar en el mundillo y sobrevivir.El autor ha repartido los diálogos entre los tres, buscando el equilibrio sobre todo en la pareja masculina, a la que incluso permite separadamente recitar fragmentos de “Romeo y Julieta” de Shakespeare o “El jardín de los cerezos” de Chejov, si bien aunque uno lo hace desde el punto exagerado y el otro desde el emotivo, en ambos casos es una excusa del guión para denunciar el desprecio hacia el teatro clásico de los productores o directores de casting.
El texto está lleno de frases que rezuman humor, ironía, mala baba y denuncia, de forma que el espectador se puede quedar con la parte graciosa de esa relación en la que hasta se permiten referencias a “La extraña pareja” de Neil Simon o a la misma “El veneno del teatro” del propio Sirera o se menciona a rostros televisivos que trabajan en teatro por más que sus capacidades interpretativas sean nulas, pero se puede hacer una lectura algo soterrada pero que está ahí para reflexionar sobre la cruda realidad que va mucho más allá del chiste.

Héctor Fuster y Diego Braguinsky
Quisiera destacar la interpretación de Diego Braguinsky que se luce por encima del resto gracias a un personaje con “carne”, lleno de matices y ternura, que durante toda la obra se nos presenta como el más frágil a la vez que honesto de los tres, el que siempre está ahí y a quien se puede acudir en caso de necesidad, aunque el autor nos tiene preparadas varias sorpresas antes del final, descubriéndonos el verdadero rostro de los tres.
La actriz Rebeca Valls debuta en esta pieza como directora en compañía de su tío Edison Valls, ganador del Premio Max por sus trabajos con Ananda Dansa, que también se ha encargado del sencillo y efectivo diseño escénico. Toda una prueba más del talento existente en nuestro país con tanto que ofrecer como en esta obra que se presenta en valenciano en el Teatro Rialto de Valencia hasta el 26 de Febrero de 2017 y es perfectamente exportable a cualquier idioma y país, porque en realidad lo que nos cuenta va mucho más allá del mundo del teatro.
TEXTO: Rodolf Sirera
DIRECCIÓN: Rebeca Valls y Edison Valls
Terminamos con un video presentado por Rebeca Valls con fragmentos de la obra