FLIPAR de Jorge Blas
“Flipar” es el último espectáculo subido a los escenarios por Jorge Blas, tras dos años trabajando en el mismo. Este madrileño de poco más de 40 años, es otro de nuestros magos nacionales, que quiso entrar en esta disciplina, tras quedar deslumbrado por Juan Tamariz, maestro de maestros. Con tan solo 13 años ya hacía sus espectáculos y a los 19 ganó la Varita Mágica de Oro en Montecarlo. Desde entonces acumula uno tras otro premios por su trabajo, que lleva por todo el mundo.
En mi caso, nunca había asistido a un espectáculo de magia. Sí, digo bien, espectáculo. Jorge Blas es todo un showman. Es el mantenedor del espectáculo de casi dos horas de duración, en las que es protagonista absoluto. Prácticamente no abandona el escenario en ningún momento, salvo para distraernos con alguna proyección, mientras se produce algún cambio de decorado para continuar con el espectáculo.
Ya he dicho que es un showman y que es un mantenedor, pero es que se atreve a cantar en directo en la obertura y cierre del espectáculo, como si esto fuera un musical de Broadway. Además su conexión con el público es total. No sube al escenario a nadie que no quiera salir, no le hace falta, cuando pide voluntarios, debe escoger entre los muchos que se levantan, niños y grandes, sin ningún tipo de complejos y confiando ciegamente en él.
Algunos de los números más espectaculares los hace con gente del público, a la que el azar hace que un globo que va saltando en el patio de butacas, de espectador en espectador, cuando se detiene la música el elegido para subir, es el espectador que tiene en ese momento el globo en sus manos. Termina así con el rumor de que algunos magos sacan a “actores” pagados, que hacen de “espectadores anónimos”.
Jorge Blas dinamita la cuarta pared en cuanto aparece en escena, sin necesidad de abrir la boca. El público está rendido a sus pies, desde antes de entrar en el teatro. Los niños disfrutan como enanos y saltan de sus butacas levantando las manos, en cuanto pide voluntarios. Los mayores también, pero menos, nuestros miedos a quedar en evidencia, salir a escena o hablar en público nos frenan, pero los niños aún no han perdido su espontaneidad y ganas de jugar.
Es mucho más que un ilusionista que pone en conflicto a nuestra mente racional, con la evidencia de lo que ven nuestros ojos. Es mucho más que un monologuista que sale con su guion aprendido, improvisa y sabe sacar de cada situación el mejor partido. Su química con el público es total y hasta se atreve a hacernos partícipe de alguno de sus “trucos”, que aplaudimos sabiendo que estamos ayudando a crear una “ilusión”, que deslumbrará a otros. Nos invita a manipular cartas, nos anima a ser parte del espectáculo viviendo nosotros mismos lo que es hacer “magia”.
Su espectáculo tiene esos toques de buen rollo, que hace que mires a quien está a tu lado, para confirmar que también ha visto lo que tú, y como tú, sabe que no es posible, pero no queremos saber cómo lo ha hecho, queremos creer en la magia. Huye del humor fácil y grueso. Nos hace conectar con el niño que llevamos dentro con ganas de jugar. Jorge Blas es más que un ilusionista, un mantenedor, un showman o un monologuista… es un mago con mayúsculas. Yo de ti, no me lo perdería.
Terminamos con la rueda de prensa presentando “FLIPAR” en el Teatro Olympia de Valencia