Era el debut de Alfred Hitchcock en Hollywood y pronto se convirtió en un clásico. Está basada en la novela de Daphne de Maurier, autora a la que regresaría el director en “Los pájaros”. Comienza como una película romántica en la Riviera francesa, con una apocada dama de compañía que conoce al viudo aristócrata Maxim de Winter y se casan completamente enamorados, trasladándose a la mansión de este en Manderlay.
Ella es Joan Fontaine y él Laurence Olivier. El ama de llaves de Manderlay es Judith Anderson, mujer completamente fascinada por la figura de Rebeca, la primera mujer de Maxim a la que venera y que adivinamos a pesar de la censura de la época. que sentía una fuerte atracción hacia ella y la película romántica se torna en un misterio agobiante para la protagonista.
Ganó el Oscar a la mejor película y mejor fotografía en blanco y negro en 1940 y sigue funcionando 80 años más tarde. En 2006 se adaptó a musical teatral por los autores del musical “Elizabeth”, con gran éxito en Alemania, pero aunque llegó a figurar en las marquesinas de Broadway en 2012, por un problema de producción, no llegó a estrenarse en New York. Una pena porque el musical funcionaba también muy bien.
“Anoche soñé que volvía a Manderlay….”