Este es el primer guión que firmó Richard Curtis para el cine, justo antes de saltar a la fama por el de “Cuatro bodas y un funeral”. Ya he declarado varias veces mi adoración por este autor y lo cierto es que esta película me llegó cuando decidí seguir todo lo que salía de la pluma de Curtis. Es una comedia simpática pero que para mi reúne un puñado de detalles que me hacen quererla aún más.
Me emociono cuando veo a Jeff Goldblum pasear en bicicleta por mi bien amado Londres y pasa por delante del Shaftesbury Theatre donde están representando “Follies”, o por el Palace Theatre donde ya hacían en 1989 “Les Miserables”. Además Goldblum interpreta a un actor de poca fortuna, al que castiga y maltrata un actor conocido, que en la película interpreta Rowan Atkinson, el hoy famoso Mister Bean. Por si fuera poco, Goldblum entra a protagonizar un musical basado en … ¡“El hombre elefante”!. Una divertida broma ridiculizando algunos musicales que me traen a la memoria a mi amigo, el fallecido Xavi Martinez, diciendo que quería la taza del musical “Elephant”, que aparecía en la película. Xavi era así.