Siempre que tengo ocasión, me gusta asistir a los montajes de musicales que se preparan como trabajo de fin de curso, en algunas Escuelas Superiores de Arte Dramático. En concreto hace unos años pude asistir al de la ESAD (Escuela Superior de Arte Dramático) de Murcia, donde montaron “EL DESPERTAR” (Spring awakening) y este año han preparado uno sobre “ORINETOWN” (Urinetown), mucho más que dignos y es que son los trabajos de fin de carrera.
Este año decidí “colarme” al de los alumnos de 4º D, que representaban como trabajo de fin de curso “LOCUS ROMANUS”, ni más ni menos que una versión del “A funny thing happened on to way to the Forum” de Stephen Sondheim y lo cierto es que ves gana y oficio en ciernes.
Desconozco la razón para dividir el papel de Pseudolus en dos actores, un chico y una chica, porque diría que el actor que lo interpretaba podría haber tirado suficiente de la obra él sólo y si bien en la obertura no desentonaba, en otros momentos perdía fuerza y gracia, como en el otro número fuerte de la obra “Everybody ought to have a maid” donde pudieron lucirse todos pero especialmente Senex, Pseudolus e Hysterium, y lamentablemente un número pensado para “hombres”, donde todos reclaman la suerte de poder tener una criada (y no para quitar el polvo y hacerla comida precisamente), restaban picardía al incluir a dos mujeres, una la narradora y otra haciendo el papel de Marcus Lycus, en el original un hombre, dueño del prostíbulo.
Otro actor que pudo lucirse fue el que interpretaba a Hysterium en su número “I’m calm” provocando las risas entre el público con sus tics nerviosos y respiraciones para relajarse frente al estress.
El tema “Lovely” en su bis, resultó mucho mejor que en su presentación con la joven pareja inocente y virginal, que nos presentaba a una Philia que para ser joven, inocente y virgen se lanzaba a besar apasionadamente a Ero, o se tumbaba en el suelo abriéndose de piernas exageradamente para ser poseida por el que creía su dueño, componiendo lo más alejado de lo que entendemos por una joven inocente y virginal.
Un esfuerzo encomiable de un equipo dirigido por César Oliva, con coreografías de Raquel Jiménez, Mercedes Carrillo, como coordinadora de la dramaturgia musical, Leandro Martínez como director musical y Fernando Vidal, Luis Ahumada y Ascensión Mortes, como responsables de vestuario y caracterización, que a buen seguro se llevaron buena parte del presupuesto y dando la cara los alumnos, que se vieron recompensado por los aplausos del público, que rieron y aplaudieron de lo lindo la representación y quizá ayudaron a sumar nuevos aficionados al teatro musical.
Dejo algunos videos para quien quiera hacerse una idea de cómo fue la representación