Julie Andrews tras “Mary Poppins” y “Sonrisas y lágrimas” era toda una estrella. Había trabajado con Hitchcock en “Cortina Rasgada” y en “Hawaii” dirigida por George Roy Hill, que volvió a contar con ella para “Millie, una chica moderna”, aunque el productor lo que quería era haber rodado “The boyfriend”, musical con el que debutó Julie Andrews en Broadway, pero ante el elevado coste de los derechos adaptó el musical Chrysanthemum de 1956 y lo convirtió en esta romántica comedia musical, ambientada también en los años veinte, con ese aire de ingenuidad que conservan las películas antiguas.
Julie es una chica pueblerina que llega a la gran ciudad dispuesta a casarse con un hombre rico. Es una chica moderna para su época. Conocerá a una huérfana pero adinerada joven (Mary Tyler Moore), de la que se hará amiga y de un joven simpático (James Fox) del que se enamorará, aunque acallará sus sentimientos luchando por seducir a su imponente y rico jefe (John Gavin). Julie conocerá a una intrépida y simpática millonaria (Carol Channing) y descubrirá una red de secuestradores de jovencitas, con una parte final de persecuciones bastante loca.