Enrique Jardiel Poncela es un autor español algo olvidado, a pesar del gran éxito que tuvieron sus obras y baste recordar títulos como “Usted tiene ojos de mujer fatal” (1932), “Angelina o el honor de un brigadier” (1934), “Carlo Monte en Monte Carlo” (1939), “Un marido de ida y vuelta” (1939), “Eloísa está debajo de un almendro” (1940), “Los ladrones somos gente honrada” (1941), “Los habitantes de la casa deshabitada” (1942) o “Tú y yo somos tres” (1945).
Me ha parecido todo un acierto que Gabriel Olivares en su frenética labor dirigiendo obras de todo tipo de géneros, haya recuperado títulos de autores clásicos como “Gross indecency” de Oscar Wilde y “Our town” de Thornton Wilder, pero también se haya atrevido con “Cuatro corazones con freno y marcha atrás” de Jardiel Poncela, con la que el autor hispano estuvo a punto de estrenar en Broadway aunque al final no llegaron a buen puerto las negociaciones.
Con semejante punto de partida lo que parecía una bendición se convierte en una maldición al descubrirnos que la eterna juventud puede ser un aburrimiento sin fin, afortunadamente nuestros protagonistas respirarán aliviados cuando el doctor encuentre otra solución con la que cada año serán un año más jóvenes, vamos, lo que escribiese Scott Fitzgerald en 1922 como “El curioso caso de Benjamin Button”, pero que Jardiel Poncela fiel a su estilo evita la parte trascendental y dramática para darle la vuelta dentro del absurdo, convirtiéndola en puro divertimento.
Para los cambios de escena entre lo que eran los actos originales Olivares se sirve de la música, introduciendo temas conocidos y relacionados con la historia que se cuenta, como el “No tengo edad”, “El mundo” o “Money, money” durante los cuales los actores aprovechan para redistribuir el escenario para la siguiente escena, todo dentro de una coreografía y distribución del espacio muy efectiva, sacando el máximo partido al único escenario en el que se desarrolla la acción.
TEXTO: Enrique Jardiel Poncela
DIRECCIÓN: Gabriel Olivares
Terminamos con un video promocional