DRACULA, l’amour plus fort que la mort
Salvo “Notre Dame de Paris”, el musical de Richard Cocciante, que pude ver en directo en Londres y en Barcelona, las otras propuestas de teatro musical que me llegaban de Francia, vía DVD, siempre me dejaron bastante frío y encontraba una diferencia abismal con el musical anglosajón, donde las canciones y la música deben estar integradas y justificadas en la historia que narran.
Resulta curioso que el musical más longevo de la historia “Les Miserables”, nacido de un texto de Victor Hugo, diseñado, compuesto y dirigido por franceses, estrenado en París, no hubiera pasado a la historia, de no ser porque Cameron Mackintosh, lo descubriese escuchando una cassette de la versión francesa, cuando ya había cerrado el musical en París, poniéndose en contacto con los autores, para reescribir el musical que ha triunfado en todo el mundo, a excepción precisamente de Francia.
El público francés conecta con otro tipo de montajes, a los que para diferenciarlos del musical anglosajón, los llaman spectacles, donde se prima lo espectacular y grandioso sobre lo coherente con la historia que se narra, de forma que no importa que el vestuario no se ajuste a la época, o la música esté a años luz del momento que transcurre en escena. Se suele echar mano de argumentos muy famosos que atraigan al público medio y se le da mucho fuego de artificio, así se han atrevido nada menos que con Romeo y Julieta, Lo que el viento se llevó, El principito, Cenicienta, Alí Baba, Los diez mandamientos, etc. etc. etc.
Aprovechando una escapada a París decidí ver en directo, el spectacle que tienen ahora en cartel. Fieles a su esquema, en este caso se han ocupado otra vez musicalmente del personaje que crease Bram Stoker, el habitante de la noche que se alimenta de sangre humana, el vampírico conde Drácula. El tema de los vampiros últimamente de moda con la saga de películas de Crepúsculo o las series televisivas de The Walking Dead o True Blood, quizá hayan animado a los productores al montaje de este espectáculo, aunque no es la primera vez que se lleva el tema de Dracula o los vampiros al terreno del teatro musical:
- Dracula, el musical (1991) con música de Angel Mahler y letras de Pepe Cibrian
- Tanz of the Vampire (El baile de los vampiros) (1997) con música de Jim Steinman y letras de Michael Kunze
- Dracula, the musical (2001) con música de Frank Wildhorn y letras de Don Black y Christopher Hampton.
- L’estat (2005) con música de Elton John y letras de Bernie Taupin
- Dracula, opera rock (2005) con música de la Premiata Forneria Marconi
- Dracula, entre l’amour et la mort (Dracula entre el amor y la muerte),(2006) escrito por Bruno Pelletier con música de Simon Leclerck y letras de Roger Fabra
- Dracula, l’amour plus fort que la mort (2011)
Dracula, l’amour plus fort que la mort (Dracula, el amor más fuerte que la muerte), estrenado en el Palais des Sports de París el 30 de Septiembre de 2011, estará en cartel hasta el 1 de Enero de 2012. En esta ocasión las canciones han sido escritas por DIEZ compositores distintos: Fabien Cahen, Jennifer Ayache, Pierre-Antoine “Nius” Melki, Volodia, Feed, Pascal Trogoff, Busta Funk, David Exposito, Patrice Guirao y Benoit Poher.
La publicidad lo presenta como “el nuevo espectáculo musical de Kamel Ouali” y aquí es donde empiezan a casar las cosas. ¿Quién es Kamel Ouali?: un coreógrafo francés, profesor de danza en la Academia de París y en varios conservatorios franceses. Colaborador habitual con distintos cantantes en la concepción de videos musicales, fuertemente influido por la figura de Michael Jackson, se encargó de la coreografía de los spectacles musicales franceses Les dix commandements (Los diez mandamientos), Autant en emporte le vent (Lo que el viento se llevó), Le roi soleil (El rey sol) y Cléopâtre (Cleopatra), además de ser el profesor de baile de Star Academy, versión francesa de nuestro Operación Triunfo, entre los años 2001 al 2008, lo cual le dio una enorme popularidad.
Lo primero que me llama la atención al entrar en el Palacio de Deportes es que nos dan unas gafas 3D, para la parte del espectáculo del segundo acto. El escenario es inmensamente ancho, lo cual ya nos hace darnos cuenta de que va a hacer falta mucho personal para llenar tan vasto espacio. Otro detalle negativo es que no te dan ni un simple flyer con los nombres de los intérpretes. Te venden un abultadísimo brochure, que sin haber visto la obra no estás muy por la idea de comprar y más cuando la entrada te ha costado la friolera de ochenta y cinco euros, en un Palacio de Deportes, que se supone que con su aforo debería permitir unos precios más populares. Quizá para sentirme menos estafado, quise convencerme de que la música no estuviese grabada, más tarde alguien del equipo confirmó que las voces y la violinista sí actuaban en directo.
Cuando comienza la acción un narrador nos pone en antecedentes de quién fue el conde Dracula, que tras la muerte de su amada Elizabeth, hizo un pacto con las fuerzas del mal. renegando de sus creencias religiosas, aliándose con las fuerzas del mal, se convierte en vampiro, obteniendo la inmortalidad en un cuerpo eternamente joven.
Cuatro siglos después aparece en el castillo del conde, Jonathan un joven aprendiz de notario, cuya novia Mina es el vivo retrato de Elizabeth, la que fuese novia de Dracula y el conde se emplea a fondo en seducir a la hermosa joven. Por su parte las vampiras que viven en el castillo del conde, tratan de seducir al joven Jonathan. El conde tiene a tres sirvientes bastante atípicos que nos ponen al corriente de que el conde, tras la muerte de su amada, juró no volver a hablar y ellos serán los que nos hagan llegar los pensamientos y deseos de Drácula. Esto ya presenta la primera incongruencia: ¿cómo va a ser posible que el protagonista de un musical no hable, ni cante?… de entrada ya suena bastante …original, por decirlo de una forma educada, porque la razón es mucho más sencilla: el actor que da vida a Dracula es un bailarín clásico, que no debe cantar ni en la ducha y su voz y capacidades interpretativas deben ser bastante escasas, con lo cual nos plantifican esa historia para salir del paso, sin que no por ello deje de ser un sinsentido total.
No puede faltar la figura del cazador de vampiros Van Helsing, con unas levitas en las que lleva grabadas unas cruces modernas de lo más vanguardista. Lo del vestuario sería para llenar ríos de tinta y de sangre ya que el resto de personajes lucen a cada cual un más disparatado modelo, si bien la palma se la lleva el conde protagonista, que cuando aparece desnudo de cintura hacia arriba nos deja ver una especie de branquias en su torso y su espalda está formada por una columna de espinas como las de los dinosaurios, que para más lucimiento del modisto, incluso cuando viste a Drácula con un traje blanco, se permite poner en su espalda las espinas de tela blanca.
La música tiene alguna balada sencilla y agradable, combinada con otros temas discotequeros en el más puro estilo machacón, que no ayudan precisamente a situarnos en la historia, ni en la época, con unas coreografías en las que se llena el escenario de bailarines, sin importar que la acción que se esté narrando transcurra en la habitación del joven Jonathan mientras lee una carta de su amada Mina. Algún número de los vampiros remite en su coreografía descaradamente al video de Thriller de Michael Jackson. Otro de los “homenajes” de este musical a Andrew Lloyd Webber y su “Love never dies” cuando saca una mesita-camarera que cruza el escenario arrastrada por dos piernas de mujer que caminan empujándola, además de que también el Fantasma tenía tres sirvientes bastante extraños, como este Drácula.
Tampoco me quedó muy claro por qué sacaron un bailarín que cruzó el escenario de parte a parte, girando sobre sí mismo en un frenético baile de claqué. Sí, he escrito claqué. Vamos, eso que hiciesen famoso gente como Fred Astaire y Gene Kelly, seguramente los americanos lo copiaron de algún antepasado suyo que vivió en Transilvania. Por cierto, el bailarín de claqué pasó de un lado a otro con su claqué y siguió la trama o lo que fuese, como si hubiese “pasado un ángel”.
Hablando de ángeles, también sacaron a un joven volando por encima del público cantando una hermosa balada, sujeto por unos cables. Desnudo de cintura hacia arriba con el cuello y el centro del pecho pintados de purpurina, vistiendo de cintura para abajo una especie de faldón que quería simular las plumas de las alas de los ángeles…. Por cierto, no fue el único que voló en el escenario, ni por encima del público, ya se sabe, la gente quiere ver gente volando….
También tuvimos que ponernos las gafas de 3D para apreciar la proyección de un número de baile filmado en 3D, en espacios fantásticos donde de nuevo los dos protagonistas que encarnan a Dracula y Mina bailan entre nubes, plantas y peldaños suspendidos en el aire, extendiendo sus brazos hacia nosotros para que apreciemos la filmación en tres dimensiones. En fin, un batiburrillo de muchas cosas, que aportaban nada a la historia clásica, pero que el público aplaudió animado al final y en varios momentos de la acción. A mi me ratificó lo que sabía antes de entrar, que lamentablemente los musicales franceses me dejan frío cual témpano de hielo.
MÚSICA Y LETRAS: Varios
Primero se publicó el audio de los temas principales en un CD sencillo y ahora ya está en el mercado (francés) el CD doble con todas las canciones del espectáculo.
Para los que quieran ver algún clip, ahí os dejo un par: “En Transe.. ylvanie” y “Encore”
este comentario esta hecho desde el desconocimiento de esta obra.
me pongo a mirar comentarios sobre Dracula, y me encuentro tonterias de un calibre, que usado en la guerra, supone la paz inmediata, me explico.
no conozco ningun musical, en los que la musica y el baile, correspondan a su epoca, con alguna excepcion.
puede que no haya visto la cantidad de musicales que debe haber visto usted, pero he visto bastantes en españa, he visto el rey leon, wicked, los miserables, mamma mia, etc en londres, alguno en san francisco y la vegas y uno en francia, cleopatra.
Dejando aparte la calidad del elenco, que como en londres, no he visto ninguno, a la espera de ir a nueva york, no me parece que cleopatra tenga nada que envidiar a los otros.
y hablo solo del espectaculo en si, sin meterme en las letras, ya que no hablo frances, pero la musica es buenisima.
espero que no le haya molestado la critica a su critica.
Hola Fernando:
Ningún problema, ¿Cómo iba a molestarme tu critica si es tu opinión, como la que yo puse que es la mía?.
No he visto Cleopatra el musical que citas y sí he visto este Dracula, que parezco deducir por tus lineas que tu no has visto y que yo desde luego no te recomendaré.
Si la música te parece buenísima, disfrutala porque quizá si vieses el musical te chirriaría, o no, quién sabe.
De todas formas, está bien, que cada uno valoremos y disfrutemos de diferentes cosas, así damos a más gente de comer, ¿no te parece?.
Lo dicho, no te preocupe discrepar, porque demuestra que tienes una opinión y siempre se puede expresar sin ánimo de ofender ni atacar, como fue tu caso.
Saludos
ya que no te molesto mi critica a tu critica, me gustaria saber si ha salido el dvd.
yo no lo he encontrado y el de cleopatra, tarde mucho en conseguirlo.
No tengo constancia de que haya salido. El que aparece es el de “DRACULA, entre l’amour et la mort” de Bruno Pelletier que se estrenó en Canadá y sí aparece a la venta en DVD, aunque solo en zona 1. Lo normal cuando salga a la venta, si lo publican, es que aparezca en amazon francia (www.amazon.fr).
Saludos
Dracula, entre l’amour et la mort (Dracula entre el amor y la muerte),(2006) Canadá Quebec: idea original, producido e interpretado por Bruno Pelletier con música de Simon Leclerck y letras de Roger Fabra. Fue hecha antes, ninguna copia la igualará.
Hola,
Soy miembro del equipo y te aclaro que las voces y la música de la violinista son en directo.
Un saludo.
Muy buena crítica. En mi opinión, la puesta en escena es increíble, y concuerdo con muchas cosas, para empezar, sobre el exceso de “gente volando” Sería más fácil mencionar las canciones o escenas en las que no hay personas sobre el aire que en las que sí hay, un ángel atravesando todo el Palacio de los Deportes, el vampiro, el trapecista inglés, el loco del manicomnio, la pareja de bailarines cuando Lucie es mordida. Y aún así, por más que la idea fué explotada, te sorpendías. Supongo que para disfrutar de una comedia francesa de este tipo, (o comedia de cualquier país) es necesario tener la capacidad de asombro, de otra manera, creeremos algo como cotidiano, gastado y muy visto. Además, debo agregar, que es elprimer espectaculo en utilizar una presentación 3D en vivo. Por cierto, también ya es común para los franceses confundir la época debido al ritmo de sus canciones, claro está que resulta difícil conocer que los personajes de Drácula vivieron en una época pre-victoriana a menos de que seas conocedor del libro. Un ejemplo muy claro es 1789: Les amants de la Bastille, que claro está que es de la época Revolucionaria Francesa, pero sus todas sus canciones, (salvo las de los dos protagonistas que suelen ser románticas) tienen ritmo de pop, rap, hip-hop, entre otras variaciones actuales. Si no fuera por 1789, los personajes de Maria Antonieta, Luis XVI, Robespierre, etc, creerías que su álbum es un nuevo grupo talento musical. Volviendo a Drácula, su error fué presentar la obra únicamente en televisión francesa y un periodo corto (alrededor de 2 o 3 días) en el cine, también de Francia. Error, puesto que la versión DVD no fué creada (y puede que ni sea creada nunca) por lo que de Francia no pasa, y lástima, podría haber superado muchas obras de diversas partes del mundo, pero no hace mucho efecto, porque de Francia nunca salió.
Wow! Esta página es genial, muchas gracias!!
Es simplemente para comentar que hay otra versión francesa de Dracula, se subtitula “entre l’amour et la mort”, es algo anterior a esta y está dirigida y protagonizada por Bruno Pelletier, por si quieres echarle un ojo 😉
Gracias. Hablé de este porque lo vi en una escapada a París.