L’ANEGUET LLEIG
El cuento clásico de Hans Christian Andersen “El patito feo” (Den grimme ælling), se publicó por primera vez en 1843 y sigue siendo un vehículo perfecto para que los niños entiendan que ser diferente no es sinónimo de ser peor que los demás. Una inteligente historia para los niños que pueden ser víctimas de burlas que les creen complejos en su étapa de crecimiento, por ser distintos de los demás (más bajos, más altos, más gruesos, más delgados, más oscuros de piel, más pálidos que la media, más rápidos, más lentos, más inteligentes, más torpes…), cualquier diferencia puede ser motivo de mofa y el niño debe aprender que todos somos diferentes y que en la diferencia reside nuestra grandeza.
La adaptación que han hecho Ernest J. Sorrentino y Carles Alberola al valenciano con el título de “L’aneguet lleig” (El patito feo), es una versión muy libre de la historia que sitúa la acción en La Albufera de Valencia, donde una garza (Ana Burguet), una lagartija (Josep Zapater) y una rata (Héctor Fuster) observan a Quaquina, mamá pata (Anna Alborch), que espera que rompan la cáscara del huevo sus hijos Quica (Rebeca Artal-Dato), Queco (Manuel Maestro), Coqueta (Neus Alborch) y Max (Ramón Ródenas), pero cuando nacen todos se burlan de Max porque es raro, diferente, feo, incapaz de llevar el paso del resto y es despreciado por todos incluso por su propia madre.
Max se aventura solo a la búsqueda de un mundo en el que no se sienta despreciado, afrontando tentaciones, sorteando peligros, evitando serpientes y arañas, conocerá otra gente y descubrirá que él es importante y necesario para la familia que ha ido creando con los amigos que ha encontrado en su camino, así cuando finalmente descubre que no es un patito feo, sino un hermoso cisne, que salió de un huevo que por casualidad se había mezclado con los de la madre pata, llegará a conocer a sus verdaderos padres (Noelia Pérez y Manuel Maestro), que le piden que les acompañe, porque nunca quisieron abandonarle, pero Max no renunciará a sus amigos ni a los patos que se burlaban de él, porque ha aprendido la lección de que todos somos diferentes y todos servimos para algo.
La propuesta escénica es aparentemente muy sencilla pero efectiva para no distraer del mensaje que se pretende dar y la utilización de los actores asumiendo diversos personajes a lo largo de la obra está muy bien resuelta. El vestuario se sirve acertadamente con gorras para cada personaje que nos sugieren el género animal a que pertenecen. Todo ello nos demuestra que estamos ante una obra muy pensada en todos los aspectos, en la que impresiona ver cómo los niños entran en la historia, se asombran con algunos trucos escénicos y no aplauden hasta el final cuando se ha resuelto el conflicto.Además se ha jugado la baza de convertir la historia en un musical original, en el que se ha buscado actores y cantantes de musicales que estén a la altura de la música escrita por Josep Zapater y Noelia Pérez, que también intervienen en la obra y que se han servido de diferentes estilos musicales salpicados con guiños en canciones de musicales o coreografias conocidas de los niños, que unidos a las referencias puntuales de personajes, poblaciones y objetos populares entre los pequeños, consiguen que sigan la función sin pestañear.
Otra producción de Escalante Centre Teatral de Valencia, en este caso co-producida con Albena Teatre que apuesta por un teatro para el público del mañana, desde una propuesta digna e inteligente que el niño recordará y le dejará con ganas de volver al teatro. Sólo estará en cartel hasta el 20 de Diciembre de 2015.
La obra fue premiada con el Max al Mejor Espectáculo Musical en el 2016.
TEXTO: Ernest J. Sorrentino y Carles Alberola, partiendo del cuento de Hans Christian Andersen.
MÚSICA Y LETRAS: Josep Zapater y Noelia Pérez
DIRECCIÓN: Carles Alberola
El libro de la obra ha sido publicado por la Editorial Bromera
Os dejo con un video que contiene imágenes de la obra y un fragmento de una de las canciones