LOS PUENTES DE MADISON, Madrid 2022
Suelo quejarme de las adaptaciones a musical de películas famosas, pero quiero hacer una excepción con “LOS PUENTES DE MADISON”. La historia aquí no se centra como en la película en la relación de la pareja protagonista. Aquí se abre a conocer un poco más al marido, los hijos y los vecinos para entender mejor a esos dos seres entregados a su trabajo de fotógrafo y ama de casa, a salvo en su entorno de confort y cómo son sacudidos al encontrarse de forma casual y todo su mundo se tambalea.
Es el acercamiento a esta historia de amor, pero desde una perspectiva diferente. Sigue estando presente en la lucha por salir de la vida a la que pareces destinado, pero también está la entrega y la generosidad en el amor. Amor en mayúsculas, amor en toda la extensión de la palabra, cuando se es capaz de anteponer las necesidades de los demás a las propias.
En la función que vi esta tarde Julia Moller destacó sobre el resto y es que Francesca es la protagonista indiscutible de la obra, como lo es en la novela o la película. Julia tiene un control de la voz y las emociones, que desde la segunda fila te dejan mudo. Gerónimo Rauch le da la réplica perfecta, estando a la altura del personaje que entra en el mundo de ella, pero desde el respeto, a pesar de que ambos saben que en ese par de días han conocido la felicidad y aventura más intensa de sus vidas.
Manu Rodríguez como el marido de Francesca me ha sorprendido para bien, hasta que a la salida he comprobado quien era en el panel del reparto de la obra que hay a la entrada del teatro, porque no lo había reconocido tras tantos años alejado del escenario. Curiosamente tuve la suerte de entrevistar para mi página tanto a Gero, como a Julia y Manu hace diez años y me alegró reencontrarme con ellos sobre unas tablas defendiendo el género con dignidad.
Había visto el musical con Kelli O’Hara en Broadway donde Jason Robert Brown ganó el Tony a la mejor partitura, a pesar de lo cual cerró en New York tras sólo cien funciones. También lo vi con Jenna Russell en la Menier Chocolate Factory de Londres, donde con un aforo de 150 butacas estuvo poco más de dos meses en cartel. Atreverse con “Los puentes de Madison” dice mucho en favor de este equipo. Partitura difícil pero preciosa para una emotiva historia. Al reparto aquí no se le puede poner un pero, pero quizá me hubiera hecho falta un poco más de recogimiento escénico. Algo más íntimo.
La adaptación de las letras (algo obsesivo en mi caso), me chocó en algún momento con expresiones del tipo de “Escúchame mi amigo” que me suenan artificiales ya que nadie hablamos así, pero sé que es algo personal. Por otra parte el sonido que en ese teatro suele dar problemas alguna vez, en este caso sonó todo, orquesta y voces muy bien, permitiendo seguir los textos incluso en las canciones.
No estamos ante un musical espectacular, alegre, divertido, con lucecitas y brilli brilli, de los que admira el gran público, por eso se agradece tanto cuando nos llega alguno de estos proyectos valientes, que piensa en el amante del musical y en seguir sumando aficionados al género. Es un regalo para los amantes del género que esperamos otro tipo de musicales más allá de jukebox y blockbusters. Me recordó a lo que hace Antonio Banderas trayendo musicales que le gustan, por el gusto de hacerlos y ofrecerlos al público, sin pensar en la taquilla.
LIBRETO: Marsha Norman
MÚSICA Y LETRAS: Jason Robert Brown
DIRECCIÓN: Alberto Negrín
Ajuntamos un video promocional del espectáculo
Muy buena critica, solo un comentario el musical de Antonio banderas sobre la taquilla no se puede comparar con smedia productora de los puentes de madison , anronio banderas tiene ayudas del estado y patrocinios para producir estos musicales desconocidos, sin embargo el señor salaberria y su equipo arriesga su capital personal y privado sin ayuda alguna del estado y sin patrocinio, por no decir la publicidad en hormiguero y todas las televisiones que antonio banderas le sale gratis, por que es Antonio banderas.
Puentes de madison nadie va al teatro a verlo por desgracia, pero no se hace la produccion por amor al arte, todos trabajamos para recibir una compensación, y si encima no hay nadie viendolo, de que vale?
En resumen comparar A Antonio banderas con el resto de productoras, es como comparar el real Madrid con el rayo vallecano
Mi comparación sólo se refería en cuanto a la productora que arriesga en proyectos que le gustan y cree en ellos, a pesar de saber que no tiene segura su rentabilidad porque para empezar no va dirigido a un público familiar.
Mi comparación con Antonio Banderas lo hacía refiriéndome a que podría haber protagonizado otros musicales más fáciles y con taquilla asegurada como “Evita” o “El hombre de la Mancha”, sin embargo ha escogido “A chorus line” o “Company” que son imprescindibles para el amante del género, pero no para el gran público.
Como amante del teatro y del musical valoro el gesto de unos y otros siempre que sea para atraer a la gente al teatro. Nunca se sabe cómo puede funcionar algo antes de estrenar. Nadie tiene la fórmula del éxito.
“Los puentes de Madison” sobre el papel parte de una película famosa y cuenta con un reparto muy solvente y de tirón popular, pero alguien dijo que estrenar estas Navidades en Madrid era un suicidio por la cantidad de musicales que compiten en cartel, aunque repito, nunca se sabe qué va a pasar en un estreno. Por supuesto que les deseo la mayor de las suertes y confío en que el boca a boca funcione y anime la taquilla.