
Monólogos para ellas
Haciendo un repaso a los diferentes monólogos teatrales que recuerdo, viene a mi memoria la función que montaron hace muchos años en el teatro Lara de Madrid, juntando tres excelentes monólogos, con tres primerísimas actrices del momento: “La voz humana” de Jean Cocteau con Amparo Rivelles, “La más fuerte” de August Strindberg con Irene Gutierrez Caba y “Antes del desayuno” de Eugene O’Neil con Enriqueta Carballeira, ahí es nada. Fue una sabia elección, ya que como las duraciones de los monólogos rondarían los 45 minutos o menos cada uno, con esta fórmula ofrecían un espectáculo de duración normal.
Más adelante, en 1979, podría ver el monólogo español por excelencia, “Cinco horas con Mario” de Miguel Delibes, de nuevo interpretado por una excelente actriz, Lola Herrera, que hizo de él toda una creación, que saltó a la pantalla en forma de documento filmado por Josefina Molina con el título de “Función de noche”, donde Lola Herrera confesaba sus vivencias al interpretar dicho personaje, ya que su identificación era tan intensa, que lo pasó realmente mal, sufriendo una especie de catarsis, con la que pudo liberarse de todos los malos momentos vividos en su matrimonio. Ultimamente, más de 30 años después, ha vuelto a los escenarios españoles con Natalia Millán, que también lo ha llevado de gira por España.
En el año 1992 pude ver en el Teatro Bellas Artes de Madrid “Yo amo a Shirley Valentine” del británico Willy Russell, con una Esperanza Roy que rezumaba ternura, gracia y muchas tablas, en este monólogo maravilloso, que pude repetir más tarde en Valencia cuando lo llevó de gira, años más tarde en Barcelona como “Shirley Valentine” con Amparo Moreno y recientemente con Verónica Forqué que lo lleva ahora de gira por España.
Ultimamente he tenido la suerte de ver dos monólogos, curiosamente también interpretados por actrices: “La violación de Lucrecia” de William Shakespeare con Nuria Espert y “Juicio a una zorra” de Miguel del Arco con Carmen Machi, ambas dirigidas por Miguel del Arco y rondando una hora larga de duración.
Escribiendo en esta página con un especial amor por los musicales, no puedo olvidarme de “Tell me on a Sunday” el maravilloso monólogo musical, también para una actriz, Marti Webb, compuesto por Andrew Lloyd Webber con letras de Don Black, que tras la última revisitación y añadidas tres nuevas canciones, alcanzaba casi las dos horas de duración, ayudándose de un intermedio de unos veinte minutos.
Luego han venido otros como “LA PLAZA DEL DIAMANTE” con una excelente Lolita, “LEGIONARIA” con ese torbellino que es María Barranco, “REINA JUANA” con una impresionante Concha Velasco o “UNA HABITACIÓN PROPIA” con una camaleónica Clara Sanchís.
Por cierto, ¿no hay monólogos para hombres?. Dejo la pregunta en el aire….
Para terminar dejo el video de la emisión televisiva de “La voz humana” con Amparo Rivelles que se emitió por Televisión Española. Un documentazo.