
CANTANDO BAJO LA LLUVIA, Madrid 2023
Ángel Llácer y Manu Guix, tras el éxito con “LA JAULA DE LAS LOCAS“, estrenado en Barcelona en 2018 y llevado de gira por toda España, se embarcaron en subir a escena otro clásico del musical, “CANTANDO BAJO LA LLUVIA” (Singing in the rain), la famosa película estrenada hace 70 años, a la que rinden tributo con una producción fiel a la obra maestra original, que firmaron Gene Kelly y Stanley Donen.
La acción muestra las dificultades de la industria del cine cuando apareció el sonoro y cómo el doblaje salvó a muchos intérpretes de caer en el olvido. Eran los tiempos del cine mudo, cuando la música que acompañaba las películas era interpretada en directo por alguien al piano en la sala, a pie de pantalla. Ese detalle es respetado en esta producción teatral y un pianista en el patio de butacas ejerce a la vez de director de una orquesta de 8 músicos, colocados debajo el escenario.El reparto de la función que vi estuvo muy bien, aunque los tres protagonistas eran los covers de los titulares. Zuhaitz San Buenaventura (Don Lockwood), Helena Clusellas (Kathy Shelden), José Montero (Cosmo Brown), Lina Lamont (Mireia Portas), Diego Molero (Sr. Simpson), Tony Iniesta (Roscoe), Clara Altarriba (Dora), Diego Rodríguez (Rod) y hasta un total de veintún actores y bailarines. Quiero resaltar las actuaciones de Mireia Portas y José Montero, espectaculares, que se robaron cada escena en la que aparecían.
Las coreografías de Myriam Benedited, algunas recreando las de la película, pero otras originales, están muy bien ejecutadas y lucen muy bien, atreviéndose con algunas como el “Broadway melody”, que en cine son más fáciles de filmar en varios escenarios y luego montarlas, pero en teatro no tienes más que el directo. La icónica escena del tema principal, esa que todos esperan, para saber si llueve o no en escena, no deja lugar a dudas y marca el momento perfecto para hacer el intermedio y así poder secar el escenario para la segunda parte y que no resbale ningún bailarín.Los cambios de escena fluyen muy bien manteniendo el ritmo de la obra. Las adaptaciones de la canciones son irregulares y alguna, como la que da título al musical, se ha dejado en inglés. No han sacado a la venta el disco con las canciones, como hicieron en el caso de “La jaula de las locas”. Lo de los discos es una práctica poco habitual, pero podrían al menos sacar las grabaciones del teatro para poder escucharlas en Spotify u otra plataforma digital, si es que editar el CD no es rentable.
Hay guiños al aficionado cinéfilo, como dar a la ayudante de vestuario de Lina Lamont el aspecto de Edith Head, la famosa diseñadora de vestuario de Hollywood, ganadora de 8 de los 34 Oscars a los que fue nominada, aunque no se encargase del de esta película en concreto. Algunas escenas, aunque parezca mentira, me atrevo a decir que superan a las de la película, como las de las clases de dicción, tanto las de Don y Cosmo, como las de Lina Lamont que consigue romper la cuarta pared y se mete al público en el bolsillo, haciéndole participar en la función.
En fin, desde que se anunció el estreno del musical no me atraía en absoluto y más después de haber visto tanto la producción de Londres como la que se hizo en España años atrás, que no me entusiasmaron ninguna de las dos y debo reconocer que esta es un regalo al aficionado, ya que se trata con respeto y no se busca aprovecharse de un título conocido, sino de homenajearlo y darle otra vida.
MÚSICA: Nacio Herb Brown
LETRAS: Arthur Freed
DIRECCIÓN: Ángel Llácer
Terminamos con algunos clips promocionales