
LARS VON TRIER: Dancer in the dark
Lars Trier es un controvertido guionista y director de cine danés, nacido el 30 de Abril de 1956, que se enteró por su madre poco antes de morir de que su padre biológico no era el hombre que lo había criado, ya que él era fruto de una aventura que ella tuvo con su jefe. Educado por una madre comunista y un padre social demócrata, ambos ateos, que le llevaron a veranear desde bien joven a campamentos nudistas, reticentes a marcar unas reglas de comportamiento para su hijo, ayudaron a conformar la particular personalidad del director, que desde bien joven demostró su pasión por el cine, comenzando a filmar sus películas con tal sólo once años, a raíz de que le regalasen una cámara Super-8.
Entró en la Escuela de cine de Dinamarca en 1979 donde sus compañeros comenzaron a llamarle “Von Trier”, ya que el “Von” denotaría cierto rango de nobleza y arrogancia, hecho que el director más tarde incluyó en su nombre según manifestó como homenaje a los directores Erich Von Stroheim y Josef Von Sternberg que habían hecho lo mismo con el suyo. Desde sus inicios en la escuela hizo películas como “Nocturne” y “The last detail” que ganarían el premio a la mejor película en el Festival Internacional de Munich de películas surgidas de Escuelas de Cine.Tras graduarse comenzó con su trilogía “Europa” con las películas “El elemento del crimen” (The element of crime, 1984), con la que ganó el Gran Premio Técnico en el Festival de Cine de Cannes, volviendo al festival en 1987 para presentar dentro de la sección “Una cierta mirada” la segunda parte de la trilogía “Epidemia” (Epidemic, 1987), que terminaría con “Europa” en 1991 con la que ganó el Premio del Jurado en el Festival de Cannes, además de muchos otros premios. También dirigió para televisión “Medea” en 1988, con la que ganó el premio Jean d’Arcy en Francia, basada en un guión de Carl Th. Dreyer que protagonizaba Udo Kier, actor que se convertirá en asiduo de sus películas.
Como director influyente y con cierto nombre dentro del mundillo del cine se unió a Thomas Vinderberg para defender en 1995 el manifiesto que llamaron “Dogma 95”, conocido como el movimiento “Dogma” que consistía en buscar la realización de las películas más creíbles, del modo más auténtico, filmadas con cámara al hombro y dejando a criterio del director de fotografía la forma de filmar las escenas, ya que luego no serían editadas en estudio, porque el manifiesto estaba en contra del montaje y rechazaban los efectos especiales, visuales y por supuesto cualquier tipo de banda sonora.Dentro de la denominada filosofía Dogma filmó su siguiente trilogía “The Golden Heart“, protagonizada por mujeres ingenuas que viven una existencia trágica que aceptan sin perder en ningún momento su “corazón de oro”. Las películas fueron “Rompiendo las olas” (Breaking the Waves, 1996), con Emily Watson, “Los idiotas” (The Idiots, 1998) con Bodil Jorgensen y “Bailar en la oscuridad” (Dancer in the Dark, 2000) con Björk, si bien la única que podría encuadrarse dentro del manifiesto Dogma sería “Los idiotas”, porque el resto no cumplian sus reglas, de hecho en el 2005 abandonó dicho movimiento porque ya lo había incumplido en bastantes puntos.
En 1997 fue nombrado Caballero de la Orden de Dannebrog, creada por el Rey Christian V para recompensar a los miembros de Dinamarca por su contribución a las artes, las ciencias, los negocios, o por el trabajo en beneficio de los intereses daneses, pero diez años más tarde Von Trier devolvió el nombramiento declarando que la familia real danesa eran “gente sencilla de mala calidad”.En su siguiente trilogía “USA: Tierra de oportunidades” renunció a emplear decorados filmando en un escenario diáfano con marcas de tiza en el suelo, señalando los límites de los espacios. Comenzó con “Dogville (2003), protagonizada por Nicole Kidman, Lauren Bacall, Chloë Sevigny, Paul Bettany, Stellan Skarsgård, Udo Kier, Ben Gazzara y James Caan, en la que tocaba el tema de la intolerancia. En la siguiente “Manderlay” (2005) tocaba el tema de la esclavitud, donde Bryce Dallas Howard y William Dafoe sustituían a Nicole Kidman y James Caan en los personajes que habían interpretado en la primera parte de la trilogía y en la que el actor John C. Reilly abandonó la película al enterarse de que se iba a masacrar a un burro. “Washington” debía ser la película que cerraría la trilogía, pero nunca llegó a filmarse.
En su línea de cineasta polémico emprendió su trilogía “Depression” protagonizada por Charlotte Gainsbourg“, que comenzó con “Anticristo” (Antichrist, 2009), en la que una pareja tras la muerte de su hijo se retira a una cabaña donde tratar de solucionar sus problemas de pareja, pero el marido tiene extrañas visiones y la mujer experimenta un apetito sexual y sadomasoquismo enfermizo. Gainsbourg ganó el premio a la Mejor actriz en Cannes pero volvió a saltar el escándalo al ser criticada por un Jurado Ecuménico como “la película más misógina de quien se cree el mejor director del mundo”. La segunda película fue “Melancolía” (Melancholia, 2011) en la que Kristen Dunst ganó el Premio a la mejor actriz en Cannes y la película recibió varios premios internacionales y las críticas fueron mayormente positivas, pero unas declaraciones del director hacen saltar chispas hasta el extremo de que el Festival de Cannes declaró a Lars Von Trier “Persona non grata”.Sus declaraciones en la rueda de prensa fueron: “Comprendo a Hitler. Creo que hizo algunas cosas malas, aunque simpatizo un poco con él. No fue lo que llamaríamos un buen tipo, pero lo entiendo bastante y simpatizo un poco con él, pero no estoy a favor de la Segunda Guerra Mundial, ni en contra de los judíos. No, ni siquiera contra Susanne Bier. Los aprecio mucho. Bueno, no demasiado, porque Israel es un grano en el trasero. A ver ¿cómo escapo de esta frase? Ok, soy nazi“. Tras estas declaraciones por la mañana, esa misma tarde emitió un comunicado pidiendo disculpas si había ofendido a alguien porque “No soy antisemita, ni tengo prejuicios raciales de ningún tipo, ni soy nazi”. Más tarde declaró que había sido una broma muy pesada y que se debió a haber entendido mal la pregunta de un perdiodista que hablaba un inglés muy malo.
La trilogía “Depression” la terminó con “Nymphomanic” en 2013, sobre la historia de una ninfomaníaca contada por ella misma, que se estrenó dividida en dos partes y que sólo se vió completa en algunos pases especiales ya que tiene una duración cercana a las cinco horas y media, aunque se ha editado en Blu-Ray como “El montaje del director”. Aclamado por unos, detestado por otros, considerado uno de los directores más influyentes del cine actual, Lars Von Trier es desde luego un director que no deja indiferente.
Su musical “DANCER IN THE DARK“