
SONRISAS Y LAGRIMAS, España 2012
Es tan difícil sentarte a ver un musical del que casi te sabes los diálogos de memoria, que es casi imposible afrontarlo como si fuera “tu primera vez” y aunque procuro acudir al teatro sin expectativas, el hecho de saber que es una producción de gira y la de veces que has visto este musical, cuando vi esta producción en Marzo de 2012 en el Teatro Principal de Valencia, no pude evitar ir por delante de la obra en muchos momentos.
Me había mentalizado de que era “SONRISAS Y LÁGRIMAS” (The sound of music), una producción de gira, previa a estrenar en Madrid y sería un montaje sencillo, para poder acoplarlo a los distintos escenarios por los que pasaría la obra. Nada que ver con las producciones que nacen para una larga temporada en un teatro residente, como la que vi años atrás, en el Victoria Palace de Londres con Petula Clark, o la más reciente del London Palladium con Connie Fisher y debo reconocer que esta producción española es muy digna, con más de 20 cambios de escenografía, como anuncian en su programa, bastante bien resueltos.
Mi primera sorpresa, que casi me hizo perdonar lo que pudiese venir detrás, fue la música. La orquesta con sólo nueve músicos, sonaba estupendamente, en el foso adaptado para la ocasión del Teatro Principal de Valencia. La excelente partitura de Richard Rodgers & Oscar Hammerstein sigue siendo lo mejor de la obra. Algunos instrumentos difíciles como la trompeta, colocaban las notas con seguridad y el conjunto me hacia olvidar donde estaba. Los arreglos musicales y los interludios para dar tiempo a los cambios de decorado o vestuario estuvieron realmente bien.
Los decorados y cambios de escenografía están muy bien. Espectacular la primera aparición de las montañas al fondo con Maria (Silvia Luchetti) cantando sobre la hierba, sin duda, con el decorado del hall de la casa de Von Trapp (Carlos Benito) con sus escaleras laterales, por las que aparecerán y dirán “Adiós” los niños, muy bien también. Otros como el de la capilla y el claustro de las monjas, que jugando con la iluminación quieren hacerlo ambivalente para dos espacio distintos, quedaban menos lucidos, quizá precisamente por la iluminación al mostrarlos algo -demasiado- en penumbra. El momento final del concierto con los cantores de la familia Von Trapp con una enorme cruz gamada bajando desde arriba, que se abate sobre ellos, amenazante, como acorralándolos y acotándoles más el espacio, resulta tremendamente efectivo.El vestuario es otro elemento muy destacado, luciendo sobre todos la baronesa (Loreto Valverde), que con su figura y papel en la obra se destaca del resto con mucha diferencia. Los hábitos de las monjas, los trajes de fiesta de los invitados de Von Trapp, los uniformes militares y los niños con sus diferentes trajes, hacen que se lleve una parte importante del presupuesto, bastante bien resuelto que si acaso me llamó la atención algo, fue el traje de novia de la novicia Maria, con un escote en pico muy bajo para la época en que está ambientada la acción y más tratándose de una casi-monja, pero bien también.
La adaptación de los textos está mejor de lo que me temía y sólo han mantenido el “Do-re-mi” con las letras de la película, que no son la panacea, pero la gente se las sabe y poner otras despistaría al personal. El resto de las letras de las canciones son nuevas. Han sido adaptadas por Miguel Antelo que ya hizo un buen trabajo con las de “Avenue Q” para esta misma productora y aquí sólo me chirriaron un par de cosas como lo de meter en el tema principal de “The sound of music” el título de la película y el musical “sonrisas y lágrimas” acentuando además la palabra “lágrimas” en su segunda sílaba, que aparte de sonar rarísimo, hace que tu mente busque otra palabra similar que encaje porque crees haber entendido algo mal. Y lo otro a pesar de lo difícil de “Sixteen going on seventeen” no hubiese hecho falta ser tan literal en lo de “tengo dieciseis casi diecisiete” o algo así, porque es imposible meter tantas sílabas donde no hay suficientes notas musicales, aunque en la versión cantada por Maria a Liesl, quizá al ser más lenta de ritmo, entraron mejor.
Algunos cambios en la adaptación como el hecho de que la madre superiora, sea soñadora y traviesa como María y que le cueste contener sus ganas de cantar y bailar, al ver a las dos saltando y taconeando los zapatos en el despacho de la madre superiora, me parecía más estar en “Sister Act” que en “The sound of music”. El “tío Max” tan exageradamente gay, no terminé de creermelo porque alguien así me costaba trabajo pensar que los nazis lo hubiesen elegido como ministro de cultura, aunque al verlo en Madrid era simplemente una persona que se inclina al lado que sopla el viento, sin ningún cargo político con los nazis.
En el reparto nos encontramos intérpretes conocidos del musical como Silvia Luchetti (Maria) que tiene en su haber papeles como la Christine (Phantom of the Opera), Noemi Mazoy (Madre abadesa) que fue Norma Cassidy (Victor Victoria), Angels Jiménez (Hermana Margarita) que fue Donna (Mamma mia), Amparo Saizar (Hermana Berta) que fue Maribel (Maribel y la extraña familia), Lourdes Zamalloa (Hermana Sofia) que estuvo en el último “Hair” de Madrid y con David Castedo (Franz) que fue Adam (Siete novias para siete hermanos), Angel Padilla (Herr Zeller) que ya estuvo en “Avenue Q”.Carlos Benito (Von Trapp) que estuvo en los repartos de “Hoy no me puedo levantar” o “40, el musical”, lo encontré algo “blando”, y demasiado joven para la edad que debería tener su personaje, sucumbiendo demasiado rápidamente al “encanto” de sus SIETE hijos, aún recuerdo el gesto escondido de Christopher Plummer en la película, después de dar una orden rígida a los niños, se da media vuelta y trata de esconder una sonrisa como diciendo “se lo han tragado”, de forma que sólo el público sabemos que no es tan férreo. En Madrid el papel de Von Trapp lo interpreta Carlos Hipólito, componiendo un personaje mucho más creíble y su actuación equilibra mucho mejor el reparto de la obra.
Las armonías vocales de las monjas a capella suenan estupendamente y es que estamos ante un lujo de reparto de féminas, las voces de los niños empastan muy bien y tanto Luchetti como Mazoy se lucen a conciencia en sus intervenciones y el “Climb every mountain” del final del primer y segundo acto, son de poner los pelos como escarpias. Por otro lado hay que agradecer a Jaime Azpilicueta que haya conseguido quitar algo de azúcar a la historia con pequeños detalles aquí y allá que la hacen menos empalagosa. Además agradecí el detalle de que la producción que ha llevado de gira por España, salvo por el detalle de que no era Carlos Hipólito el protagonista, el resto es prácticamente idéntico a lo que pude ver en Madrid en Diciembre de 2012.Otro detalle que agradezco como espectador, por respeto y reconocimiento al actor, es que al principio del musical, con las luces apagadas, una voz en off nos informe de que en la función que vamos a presenciar, el papel de Rolf lo interpretará Christian Escuredo y los niños serán Ignacio Garcia-Calvo como Kurt, Maria Garrido como Marta y Aitana Porcar como Gretl y la orquesta estará dirigida por el maestro Julio Awad. Bueno….. ¡BIEN!”, vamos tomando nota y mejorando aspectos. Poco a poco.
Me llamó la atención que hubieran incluido “Something good” y cortasen “I have confidence in me“, cuando ambas canciones se escribieron para la película y se han incorporado a la versión teatral a partir de entonces, por otra parte es de agradecer que hayan incorporado “How can love survive” y “No way to stop it” que fueron cortadas al llevarla al cine y aquí las han mantenido como parte del musical teatral. Personalmente hubiera suprimido “My favorite things” con Maria y la madre superiora para dejar la de “I have confidence“, si es que la razón fuese que el espectáculo no se alargase más, porque con el descanso roza las tres horas de duración.
Espero no se malinterprete lo que voy a decir y es que la versión de Londres con Connie Fisher me pareció muy acelerada y aquí tenía un ritmo más natural, con sus interludios para los cambios de decorados en los que nos permite disfrutar de la excelente partitura y la brillante ejecución de la orquesta.
Tienen tienda de merchandasing para saciar a los devoradores fans que quieran comprar tazas, libretas o camisetas con el logo del musical, incluso el CD grabado por el reparto de Madrid, acompañados por la orquesta de RTVE.