DE MUTUO DESACUERDO
Me habían comentado que “DE MUTUO DESACUERDO” era una obra escrita para que Toni Acosta e Iñaki Miramón, pareja televisiva de éxito en series como “Media naranja” o “Con el culo al aire”, sirvieran de reclamo para llevar a la gente al teatro, lo cual me hacía acudir con ciertas reservas, que una vez vista la obra debo decir que si hubiera sido así, aplaudo la idea ya que sin conocer ninguna de las series, la química entre los actores existe, la obra funciona y cualquier excusa es buena para llevar a la gente al teatro.
Esta pieza nos muestra una pareja de divorciados, incapaces de ponerse de acuerdo en la educación de su hijo, el llamado niño mochila, ese “daño colateral” de una relación acabada, que deben repartirse sus padres obligados de por vida a seguir viéndose para decidir sobre su bien en común, Sergio, su hijo de nueve años, del que hablan constantemente, pero que no tiene voz, ya que nunca aparece en escena.El texto es ágil e ingenioso, con unos diálogos que funcionan certeramente, provocando las carcajadas del público y Sandra (Toni Acosta) e Ignacio (Iñaki Miramón) son tan reales y creíbles, que nos hacen ver más allá del padre y la madre de Sergio, para descubrirnos dos seres que no caen en el cliché de lo masculino o lo femenino, ya que en la sociedad de hoy tenemos tanto hombres como mujeres, capaces de asumir puntualmente cualquiera de ambos roles, en función de su conveniencia y aquí vemos cómo la misma pelota, la juegan indistintamente tanto el uno como la otra.
Puestos a ponerle un “pero” a la obra, se lo daría a la puesta en escena, que si bien es sencilla y se sirve de los actores para que recompongan los elementos que nos situen en los diferentes espacios, para mi gusto es demasiado “plana” y podría haberse jugado mejor con la iluminación, o dividir el decorado para diferenciar más los ambientes de casa de ella, de él, o del restaurante al que acuden a cenar.El autor Fernando J. López plantea una situación a la que no puede dar solución, puesto que cada caso dependerá de los personajes y nos deja un final abierto a múltiples interpretaciones. El texto utiliza sabiamente las situaciones y saca adelante la trama con dos únicos actores, justificando la ausencia de los demás personajes que podrían aparecer en escena, sirviéndose de frases ingeniosas que cuentan con la complicidad del público. Los actores están muy bien, aunque personalmente mientras Iñaki Miramón estuvo perfecto en cada aparición, Toni Acosta en algunos momentos me hizo ver a la actriz y no al personaje.
Leo que esta obra se estrenó en Agosto de 2014, como quien dice todavía en rodaje y ya se ha vendido para representarla en Venezuela el próximo mes de Octubre, y em encanta saber que nuestros autores, son buenos y por lo tanto, exportables.
TEXTO: Fernando J. López