
TEATRO de la CIUDAD: Mito y Razón
Como suele decirse: “a grandes males, grandes remedios”. Esto parece haber animado a unirse a tres de los directores teatrales más interesantes de la escena española como son Andrés Lima, Alfredo Sanzol y Miguel del Arco, creando lo que han llamado Teatro de la Ciudad, con el propósito común de colaborar en sus ideas y propuestas, para seguir ofreciendo montajes comprometidos con el público actual y así surgió el taller llamado “Mito y Razón”.
En este taller los directores estuvieron de acuerdo en rendir tributo al origen del teatro y han tomado tres clásicos del teatro griego como son “Antígona“, “Edipo rey” y “Medea“, estudiando cómo llevar el tema del coro, un elemento fundamental en el teatro griego y ver cómo integrarlo de una forma orgánica, que no tropiece con el rechazo de algún público “realista” de hoy, que no acepta el hecho de que los protagonistas puedan ponerse a cantar en un determinado momento.

Alfredo Sanzol dirige una sesión individual y coral
El taller nos ocupó toda la semana del 16 al 21 de Junio de 2014 y fue un disfrute compartido por todos, era satisfactorio escuchar a una actriz diciendo tras un ejercicio: “Me lo he pasado genial”, o a un conferenciante decir “Perdonen que me extienda, pero es que no he traído nada preparado y me enrollo”, a lo que el público le replicábamos: “Hable, hable. Enróllase que es interesantísimo oírle”, o “pillar” a uno de los directores en el lavabo comentando: “¡Qué taller está saliendo!… ¡Qué ganas de empezar a ensayar, a la vista de todas las ideas que van surgiendo en las charlas”….
Las cinco horas diarias se dividían en la parte teórica o de debate con el invitado del día y tras un descanso, se daba paso a la parte práctica con ejercicios y propuestas de los directores con los actores. Cada director había invitado al taller a nueve actores y contábamos nada menos que con Carmen Machi, Bárbara Lennie, Nuria García, Israel Elejalde, Cristóbal Suárez, Aitana Sánchez Gijón, Irene Escolar, Luis Bermejo, Jesús Barranco, Lucía Quintana, Natalia Hernández, José Luis Martínez, Miriam Montilla, Manuela Paso, Raúl Prieto, Eva Trancón, Elena González, Paco Vázquez, Juan Antonio Lumbreras, Paco Déniz, Javier Lara, etc.

Miguel del Arco dirigiendo un trabajo
El lunes y martes contamos con la presencia de Carlos García Gual que nos estuvo hablando de las diferentes afecciones de la palabra de orígen griego “mito” y ellos no llegaron a tener un libro sagrado como la Biblia o el Corán, pero los poetas griegos crearon los mitos, que daban significado a la vida y mostraban cómo era la condición humana.
En cuanto al papel del coro en la tragedia griega todos estuvieron de acuerdo en que era una pieza clave para la historia, así en “Los 7 contra Tebas” el coro respondía al protagonista y ayudaba a hacer avanzar la historia, mientras que en “Las fenicias” tocando el mismo tema del asedio de la ciudad, tenía un papel más secundario, o en “Las bacantes”, la última tragedía de Eurípides, donde el papel del coro es de los más importantes, aparte de ser la única pieza en la que aparece Dionisio, Dios del teatro.

Andrés Lima dirigiendo al grupo
El coro no participa de la acción, son normalmente mujeres y viejos, que desempeñan un papel politico ya que solían ser la voz de la ciudad y contaban lo que ya todos sabian. Se hizo referencia al papel de la mujer en la tragedia griega, que nunca estaba sobre el escenario puesto que todos los personajes eran interpretados por hombres, a pesar de tener personajes femeninos de poderosa fuerza y en ese momento se estableció un interesante debate sobre el tema, en el que intervinieron Mario Gas, Aitana Sánchez Gijón, Manuela Castillo, José Luis Gómez e Israel Elejalde.
El miércoles el invitado fue Alberto Conejero que centró su charla en la importancia de la musica en el coro en la tragedia griega, de la que nos han llegado los textos pero no la musica, de la que sabemos bien poco, por no decir nada, una ausencia irreparable, puso el ejemplo de que alguien dentro de 200 años descubriera en otro planeta el libreto de “Sonrisas y lagrimas”, pero no quedase constancia de la música, algo imposible de imaginar. La música tenía la labor de colocar la pasión del Dios y del héroe en el público, a la vez que el actor miraba a su personaje a traves del coro, hacia el público.

Alfredo Sanzol y Alberto Conejero
Para el pueblo, el coro era una entidad o personaje que estaba en una línea divisoria entre ellos y los actores. En la antígua Grecia el que no sabía músico era considerado un analfabeto y el teatro era una cita festiva que tenía lugar un par de veces al año, subvencionada por el estado, incluso los más adinerados griegos, se hacían cargo del coste de alguna representación.
La opera -drama con música- nació para revivir lo que sería la tragedia griega. Hasta el siglo XVIII el público no soportaba que los actores y personajes cantaran. El coro era una formación de hombres que con Esquilo tenía 12 integrantes, Sofocles lo subió a 15 y Euripides mantuvo el número de 15 coreustas. La música sólo empleaba dos instrumentos, uno parecido a un oboe o clarinete y una cítara, además de la percusión que podía manejar un coreusta o un músico y también podían emplearse las palmas para marcar el ritmo. No solo cantaba el coro entre episodios, sino que a veces compartian el canto con el actor y a partir de Euripides el actor podía cantar solo.

Arnau Vila dirige al grupo en armonías corales
El jueves tuvimos de invitado a Andrés Pociña todo un estudioso de la figura de “Medea”, de charla ágil que nos contó que el coro en la “Medea” de Eurípides está formado por mujeres con las que ella dialoga y a las que llama amigas, que a pesar de sus actos no la condenan, mientras que en la “Medea” de Séneca el coro es de hombres, que si no matan a Medea es porque no pueden, porque en sus palabras “Séneca es uno de los autores más machistas de la antiguedad”.
El viernes contamos con Nuria Espert nada menos, la actriz que representó con 18 años a “Medea” por azar, al tener que sustituir improvisadamente a la actriz que debía hacerlo y desde entonces ha hecho suyo el personaje en seis producciones distintas, contando la anécdota de que cuando la hizo con Michael Cacoyannis, él quería hacer la “Medea” de Eurípides, mientras que Nuria quería hacer la de Séneca y le argumentaba al director que ya había interpretado seis veces el personaje, pero este le dijo que empezarían de cero, aunque luego se enteró Nuria que Cacoyannis había creido que ella hecho seis funciones, no seis diferentes versiones con sus representaciones.

Alfredo Sanzol, Mario Gas, Nuria Espert, Miguel del Arco, Andrés Pociña y Andrés Lima
El sábado fue el cierre del taller en el que hubo un coloquio entre todos, actores, directores, músicos y oyentes, además de terminar con un número coral en el que colaboramos todos dirigidos por Arnau Vilá, habitual colaborador en el ámbito musical en los montajes de Miguel del Arco.
Resumiendo, todo un lujo poder asistir a los interesantes coloquios con invitados que tenían tanto que contar, a la vez que muy revelador poder ser testigo de la implicación de los actores en los trabajos, que me demostraron en sus intervenciones rebatiendo a los invitados incluso, que esto no es para ellos una profesión, sino una pasión, tomando nota de cada título que se sugería, para profundizar más y más en el tema y cómo no, resaltar la colaboración entre los tres directores, libres de todo tipo de ego, en busca de un mejor resultado para lo que se está trabajando. A tod@s gracias a todos por compartir.

Irene Escolar con Manuela Paso y Aitana Sánchez Gijón encabezando el grupo
La propuesta fue premiada con el Max a la Mejor Producción Privada de las Artes Escénicas en 2016, además del Premio a Aitana Sánchez Gijón por su interpretación de “Medea”.
Para terminar algunos de los videos hechos del taller
http://vimeo.com/98588329
http://vimeo.com/98680183
http://vimeo.com/98767455