
OLIVIA Y EUGENIO
El autor peruano Herbert Morote escribió “OLIVIA Y EUGENIO”, una obra teatral que estrenó en 2009 en Perú y el pasado Septiembre de 2014 en España, marcando el retorno a los escenarios de la actriz Concha Velasco, tras varias operaciones que la hicieron abandonar precipitadamente las representaciones de “HECUBA”, para entrar al quirófano del que ha salido y todavía en época de recuperación ha afrontado este personaje, que es todo un reto porque prácticamente el 90% del peso de la función recae sobre ella.
Podríamos calificarla de un monólogo y realmente hubiera sido una opción teatral representarla como tal, pero la presencia en escena de su hijo en la ficción, despierta en todo el público la ternura y nos ayuda a reconocer las múltiples virtudes y capacidades que tienen las personas etiquetadas como “diferentes” por tener diagnosticado un síndroma de Down y ciertamente Hugo Aritmendiz que fue el que me tocó como Eugenio en la función a la que asistí, nos robó el corazón a todo el público.El texto de Morote en boca de Concha nos hace creer en esa mujer valiente, que un día sintió vergüenza por haber dado a luz a un niño que no era “normal” y que nos cuestiona qué o quién es normal y cómo sufre pensando en qué será de él cuando ya no esté en este mundo para cuidarlo, pero el enorme amor por Eugenio es el motor que permite a Olivia echar adelante y afrontarlo todo, encontrando un sentido a su vida gracias a él.
Hora y media de teatro con una puesta en escena que sin necesitar de prácticamente ningún elemento, llena muy bien el espacio escénico y juega con los diferentes cambios de vestuario de los dos protagonistas, provocando momentos tiernos, dramáticos, divertidos, reivindicativos y de denuncia social que con un argumento casi predecible desde la primera escena, aprovecha la plataforma teatral para hacernos recapacitar sobre un montón de cuestiones y esa es la función del teatro, hacernos de espejo ante situaciones que no vemos, no sabemos o no queremos ver.
Una producción muy cuidada en la que además de la dirección del siempre efectivo José Carlos Plaza, cuenta con la escenografía y la iluminación de Francisco Leal, además de la música de Mariano Díaz que suena de fondo en algún piano a lo lejos, ayudando a vestir esta obra, cuyos pilares fundamentales son el texto y la interpretación impecable de ese genio de la escena española, a la que algunos ya llaman “la Velasco”, como algo nuestro.
Actualmente sigue de gira por España desde el año pasado y como siempre es una oportunidad y una suerte, poder ver a esta mujer en escena y más en semejante papel. No lo dudéis si teneis la ocasión de verla.
TEXTO: Herbert Morote
DIRECCION: José Carlos Plaza
Os dejo un video con algunos momentos de la obra: