L’ALEGRIA QUE PASSA
“L’alegria que passa” está basado en la obra del mismo título de Santiago Russinyol de 1897, que han adaptado a espectáculo musical Dagoll Dagom, con el que han manifestado que será su último musical de creación propia, antes de despedirse de las tablas definitivamente con la última reposición de su exitoso “Mar i cel”, con el que cerrarán la compañía.
El argumento de la obra es muy sencillo y bastante previsible. A un pequeño municipio de gente sumisa, que no se atreve a enfrentarse a la dictadura que los manipula, la llegada de una compañía de circo removerá algunas conciencias. Algunos ciudadanos se sienten deslumbrados por la chispa de libertad que llevan los acróbatas del circo y quieren ser como ellos, pero para eso deben cambiar y enfrentarse a lo que les marca la autoridad.La puesta en escena del espectáculo se aparta del clasicismo teatral y sin dejar de ser un musical, fusiona en la acción elementos de danza urbana, con unas coreografías hipnóticas muy potentes de Ariadna Peya, con partes de los diálogos más próximas a un concierto que a una musical, quedando todo ello muy bien integrado en la historia.
Ha sido una sorpresa ver un texto estrenado en el siglo XIX, dentro de la corriente entonces del teatro modernista que buscaba romper esquemas teatrales y que ha sido tomado en el siglo XXI por Dagoll Dagom, con una fórmula que puede atrapar a las nuevas generaciones, a esas que el concepto de “musical” les suene a “kitsch”.Pau Oliver y Julia Genís son la pareja que gobernará el futuro del pueblo gris en el que viven, como ha programado Angels Gonyalons. La llegada de la compañía de acróbatas va a sacudir la conciencia del joven. que quedará deslumbrado por Mariona Castillo y planea escapar con ella, rompiendo los planes de futuro que le tenían preparados. Eloi Gómez es la oposición abierta a la dictadura que viven, pero está vigilado y solo. Pol Guimerá y Basem Nahnouh son dos acróbatas que se lucen especialmente en las escenas de baile.
Todo el reparto está muy bien y casi todos los actores en algún momento tocan, bien el piano o la guitarra, de una forma muy orgánica dentro del espectáculo. Sería injusto no destacar las interpretaciones de Angels Gonyalons, Mariona Castillo y Eloi Gómez cuyos personajes les dan más ocasión de lucirse y están realmente espectaculares, pero pasando con naturalidad a ocupar su espacio, como uno más de la compañía, cuando deben ser uno más del equipo.Me llamó la atención el cuidado diseño de iluminación de David Bofarull, así como el atemporal diseño de vestuario de Albert Pascual y por supuesto el diseño de sonido de Jordi Ballbé, que para mi siempre es el talón de Aquiles de los musicales, ya que no consiste en que se oiga la música, sino que se entienda el texto. No es ninguna tontería. Es fundamental para que el público no se pierda ningún matiz de la obra y aquí se entendía perfectamente a todos.
Para mi ha sido el musical más atrevido, original y redondo de los últimos estrenados por la compañía catalana. Esperemos que siga teniendo buena respuesta por parte del público y que le permita cerrar su andadura con un broche de oro, dejando que esta alegría pase por otras ciudades y pueda despedirse de aquellos que seguimos su andadura de casi medio siglo.
TEXTO: Santiago Rusiñol
DIRECCIÓN: Marc Rosich
MÚSICA: Andreu Gallén
LETRAS: Marc Rosich
Las canciones del musical están disponibles en spotify
Os dejamos un video promocional con la canción que arranca el espectáculo