LA CASA DE BERNARDA ALBA

“La casa de Bernarda Alba” estrenada en 1936 es la pieza con la que Federico García Lorca cierra su trilogía de dramas rurales tras “Bodas de sangre” (1933) y “Yerma” (1934), que han conocido mil y una versiones y siguen representándose dentro y fuera de España con cierto regularidad, ya que Lorca está considerado uno de los autores más importantes del teatro español del siglo XX.

La obra está escrita en 1936, mostrando una realidad rural en la España del momento, con una gran represión sexual, un exacerbado interés por mantener intacta la honra y una sociedad patriarcal en la que la mujer no tenía más salida, que la de encontrar alguien que quisiera casarse con ella, para someterse al varón como amo y señor de todo, pero en la adaptación de Alfredo Sanzol estrenada en Madrid en Febrero de 2024, no hace referencia a ningún periodo temporal concreto.

Una escena de “La casa de Bernarda Alba”

Una escena de “La casa de Bernarda Alba”

La escenografía de esta versión chocaba con la imagen que tenía de anteriores versiones, de tonalidades oscuras para reforzar la idea de una atmósfera asfixiante. Aquí la sala donde se desarrolla la acción es espaciosa, con paredes blancas. El vestuario de las hijas de Bernarda, si bien es negro, lucen transparencias y faldas cortas, incluso alguna viste pantalones, aún así, el texto está repleto de frases lapidarias, para subrayar la situación de encierro “No ha de entrar en esta casa el viento de la calle. Haceros cuenta de que hemos tapiado con ladrillos puertas y ventanas”.

Lorca se sirve del afán obsesivo por la limpieza o el asfixiante calor que las envuelve, para hablar de la buena imagen que hay que ofrecer o de los ardores sexuales que hay que acallar. Los nombres de sus protagonistas han sido cuidadosamente elegidos, así Angustias, Martirio, Magdalena,o Prudencia, nos dan una idea de la intención del autor ahondando en la tristeza, sufrimiento y dolor.

Una escena de “La casa de Bernarda Alba”

Una escena de “La casa de Bernarda Alba”

En el reparto quince estupendas actrices Ana Wagener (Bernarda), Claudia Galán (Adela), Ane Gabarain (Poncia), Patricia López Arnaiz (Angustias), Sara Robisco (Martirio), Isabel Rodes (Prudencia),  Inma Nieto (Criada), Belén Landaluce (Magdalena), Eva Carrera (Amelia), además de Ester Bellver, Ana Cerdeiriña, Chupi Llorente, Lola Manzano, Paula Gomez y Celia Parrilla.

Otro detalle que me sorprendió fue no ver una Bernarda Alba más amargada y dominante, sin poner en duda la capacidad de Wagener para hacerlo, porque parece que fue una decisión del director y la actriz, para no cargar las tintas sobre ella, que no deja de ser una víctima del patriarcado dominante, que repite con sus hijas los patrones que ha sufrido y que son su única forma de cuidar por la dignidad y la honra de ellas.

La música electrónica de Fernando Velázquez abre cada uno de los tres actos de la obra, con un ritmo machacante y obsesivo, para acercarnos a esa tormenta fraguándose sobre la casa de Bernarda Alba, en un texto que sigue hablándonos de un pasado no muy lejano y algunas situaciones que aún viven entre nosotros.

TEXTO: Federico García Lorca
DIRECCIÓN: Alfredo Sanzol

Terminamos con algunos videos promocionales de esta versión

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