BRING BACK BIRDIE

Los autores de Bye bye Birdie, todo un éxito en Broadway en los años sesenta quisieron ver si se podía seguir exprimiendo el fenómeno Birdie y fue un error. Veinte años después del estreno, escribir una secuela del mismo, en la que también hayan pasado veinte años desde el final del original, no parece una buena idea y más cuando la obra no se había repuesto en Broadway desde su estreno.

La historia venía a contar que tras terminar la trama de Bye bye Birdie, Albert y Rosie se casaron, bendecidos por Mae la madre de Albert que les ponía todo tipo de trabas, pero ahora ella había conocido a alguien y también se había casado, mientras Conrad Birdie entró en el ejército y veinte años después un productor busca a Albert prometiéndole 20.000 dólares si localiza a Birdie, desaparecido tras terminar el servicio militar dieciocho años atrás y quieren que actue en un programa especial en la entrega de los Grammy, sacando a viejas figuras del rock ya desaparecidas.

Albert que ahora ejerce de profesor de inglés, como quería Rosie, en cuanto vislumbra la oportunidad de volver de nuevo al mundo de la música se entusiasma y arrastra con él a Rosie con el señuelo de los 20.000 dólares. En sus veinte años de matrimonio, él y Rosie han sido padres de dos hijos, Albert con 14 años y Jenny con 16. Rosie accede a ayudar a Albert a encontrar a Birdie pero durante diez días, al final de los cuales si no lo encuentran, volverán a sus vidas sin más. Durante su ausencia dejarán sus hijos en New Jersey con Alice, la prima de Rosie, pero no saben que sus hijos tienen sus propios planes. Jenny quiere escaparse con su novio y Albert se quiere unir a un grupo de punk rock como guitarrista.

La primera pista en pos de Conrad Birdie les lleva al Club El Coyote de Bent River Junction en Arizona, donde hizo su última aparición pública, pero cuando llegan al dirigirse a la barra se encuentran con que la camarera es Mae, la madre de Albert que también había desaparecido y les encamina a a hablar con el alcalde, que es el clásico hombre del medio oeste, barrigón y maleducado que lamenta no recordar el nombre de ese …¿Conrad Birdie?…, hasta que tras escapársele un erupto, Albert lo mira fijamente y reconoce en él, a pesar de los años, a Conrad Birdie en la figura del alcalde.

Albert convence a Birdie de que debe volver a cantar y lo anima a actuar en un concierto de rock en el estadio de la Universidad. Birdie consigue meterse a duras penas en su traje dorado de sus días de gloria y sale a cantar uno de sus viejos temas, pero es abucheado por el público que quieren escuchar a Filth, el grupo punk del momento. Birdie deja el escenario totalmente abatido.

Rosie ha descubierto que sus hijos no están con su prima Alice cuando reconoce a su hijo Albert en el guitarrista del grupo Filth y se sube al escenario para llevarselo, ante los gritos del productor que la amenaza con demandarla con millones de dólares por haber interrumpido el concierto. Rosie entrega su hijo a su marido y le dice que buscará a su hija para llevarla a casa, donde se reunirán todos de nuevo, pero Albert padre, está en su nube por haber vuelto al mundo de la música y no se entera de nada.

El segundo acto nos presenta a Albert que es consciente de haber firmado un contrato comprometiéndose a llevar a Birdie a actuar en directo, pero el cantante ha desaparecido dejándole una nota disculpándose por haber perdido sus capacidades de antaño. Mae aparece con una rubia despampanante que presenta a su hijo para ayudarle en sus problemas ante los abogados que reclaman el cumplimiento del contrato. Albert se lamenta de que necesita a Rosie, la única que puede ayudarle, pero entonces la rubia recién llegada le dice “llámame Rose 2” y con sus estrategias legales y no legales, recurriendo incluso al karate, libra a Albert de sus problemas, haciendo que poco a poco él se va enamorando de ella.

Rosie localiza a su hija en un grupo con un reverendo y consigue rescatarla y huir de vuelta con Albert. Rosie 2 para aplacar la ira de la NBC declara que Birdie ha muerto y para que nadie lo encuentre, lo ha encerrado en un armario. Rosie llega con su hija y descubre que Albert está enamorado de la eficiente Rosie 2 y se marcha con Mae a un motel. Albert se da cuenta del error que ha cometido y corre a decirle que ella es la única Rosie de su vida y le pide perdón y ayuda para solucionar el tema con Birdie y luego marcharse juntos a su hogar en Forest Hills. Ellos hacen las paces y se besan dándose cuenta de que estando juntos nada se les puede resistir.

Conrad Birdie, por su parte, tras el falso fallecimiento, convocó una rueda de prensa declarando que estaba vivo y va a actuar en el show de televisión, pero en el último momento Conrad anuncia que no va a actuar, porque han llegado cientos de correos de los ciudadanos, que no quieren que Conrad se presente a senador, sino a Presidente de Estados Unidos y no sería propio de un presidente actuar en televisión con su meneo de caderas. El presidente de la NBC en un ataque de histeria dice que le da igual, pero quiere alguien suficientemente bueno para que llene los veinte minutos de programación que han dejado vacíos.

Mae propone al directivo: “Qué le parecería tener en su programa a Delores Zopel?”, a lo que él responde ¿“la burbujeante estrella de los años veinte”?, ¡imposible!, desapareció hace cincuenta años. Y Mae responde tímidamente: “Ella ha vuelto. Ella está aquí”. Albert no sale de su asombro: “¿Cómo?. ¿Tú estuviste en el mundo del espectáculo?”. A lo que ella responde: “Sólo hasta que me casé con tu padre”. Mae sale a escena y canta y baila salvando el espectáculo.

Albert cobra los 20.000 dólares y Rosie recapacita que el apellido Zopel no es nada común, a lo que Mae argumenta que cree que es húngaro, pero Rosie cae en la cuenta de que deletreándolo al revés se lee López, con lo que la madre de Albert también es hispana. Mae finalmente lo admite y abraza a unos escépticos Rosie y Conrad y dirigiéndose a su hijo le dice que no podía fallarle, por eso actuó, aunque significase renunciar a la Presidencia, si el país es capaz de renunciar a ella como presidente, ella también. Conrad aparece en el show para cantar su versión de “Bring back Birdie” y Albert con Rosie canta “Twenty happy years” y “Rosie” mientras cae el telón, como lo hacía al final de su predecesora “Bye bye Birdie”.

Bueno y esto es más o menos lo que inventaron para hacer la segunda parte de un musical, que como otros tantos no funcionaron.

La obra se estrenó en Broadway el 5 de Marzo de 1981 y tras 31 funciones previas, cerró tras la cuarta representación desde el estreno oficial. El papel de Albert contó con Donald O’Connor y Chita Rivera retomó el papel de Rosie que ella creó en Bye bye Birdie”, siendo nominada al Tony como mejor actriz por su interpretación, aunque no lo consiguió.

MÚSICA: Charles Strouse

LETRAS: Lee Adams

Existe una grabación en CD del reparto original de Broadway.

Un video pirata que nos trae con muy mala calidad uno de los momentos con Chita Rivera cantando “Well, I’m not”

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