
EL APAGÓN (Black out)
Tenía mis dudas al afrontar esta obra, puesto que aunque el autor Peter Shaffer me encanta, aquí se trataba de una comedia de enredo, mientras que la fama y por lo que conocemos el público en general al autor, es por sus dramas teatrales “Equus” y “Amadeus“, ambos éxitos apoteósicos en teatro con los que ganó en ambos casos el Premio Tony a la mejor obra teatral en los años 1975 y 1981.
Lo cierto es que la obra fue un encargo del Teatro Nacional al autor, para que escribiera una obra de un acto para combinar con “La señorita Julia” (Mrs. Julie) que iban a interpretar Maggie Smith y Albert Finney. Así que se estrenó en el Festival de Chichester de 1965, antes de pasar al Old Vic de Londres, con un reparto en el que aparte de los actores citados estaba un joven Derek Jacobi.
La obra fue todo un éxito y se decidió exportarla a Broadway, donde se combinaba com “White lies” protagonizada por Michael Crawford y Lynn Redgrave, con la que debutaban ambos actores en Broadway. El éxito al otro lado del Atlántico se repitió, permaneciendo casi un año en cartel y siendo nominada a cinco premios Tony (obra, actor, actriz de reparto, director y diseño escénico).
Sin embargo, a pesar del éxito, el autor decidió no seguir explorando su vena humorística, hasta 1990, cuando por otro encargo de Maggie Smith, escribió “Lettice amb Lovage”, que se convirtió también en otro éxito tanto en Broadway como en Londres, si bien la fama internacionalmente se la han dado sus piezas “Equus” y “Amadeus”.
Realmente es una pena, puesto que el planteamiento de la obra es muy ingenioso: una pareja de jóvenes esperan al padre de ella, estricto militar para que visite la casa donde van a vivir, pero para causar buena impresión deciden cambiar todos los muebles, tomándoselos “prestados” a un vecino que está de vacaciones. Todo parece estar controlado, pero … llega un apagón.
El apagón no viene sólo, ya que aparte del militar trae al vecino, dueño de los muebles que han quitado de su casa, que ha vuelto anticipadamente y debe permanecer todo a oscuras para que el vecino no reconozca sus propios muebles y cada intentona de encender una cerilla, una vela o una linterna será un reto para deshacerse de ella. La noche no ha hecho más que empezar y viene cargadita de sorpresas y visitas inesperadas.
¿Cómo resuelve al autor el problema de que el público vea lo que ocurre en una obra, en la que el 95% de la misma transcurre en un apagón?. Muy sencillo, cuando hay luz, el escenario permanece a oscuras y cuando el apagón está activo, el escenario está totalmente iluminado, para que el público pueda ver andar a tientas a los intérpretes, tropezando con los muebles, golpeándose con las paredes y tocando involuntariamente partes anatómicas de los compañeros de habitación, que nunca harían con la luz encendida.
Estupenda obra de enredo con entradas, salidas, equívocos, mentiras sobre mentiras y unos actores que actúan incluso cuando no tienen frase de diálogo, consiguiendo un entretenimiento estupendo, siempre que la dirección y la compenetración entre los actores sea como un reloj, ya que si no se perdería toda la frescura y el encanto de la situación.
El reparto en España liderado por Gabino Diego y Carmen Barrantes, está excelentemente apoyado por Thais Curiá, Diego Molero, Paco Churruca, Kiko Ortega y Aurora Sánchez, unos secundarios estupendos que componen sus personajes de forma milimétrica, consiguiendo las carcajadas continuadas del público que en ocasiones anula por completo las frases de los actores ya que es una tremenda explosión de risas.
El mismo autor dijo que en su estreno en Chichester, un señor del público llorando de tanto reír se levantó repitiendo: “Deténganse, por favor”….. “Paren”…. “Paren un momento, por favor”. Y es que realmente la obra consigue lo que se propone que no es más que hacer pasar un buen rato, lo cual, para qué engañarnos, no es nada fácil y el reparto español lo hace muy bien.
TEXTO: Peter Shaffer