
MARIO GAS, 2014
LOVE4MUSICALS.- Nos encontramos con Mario Gas actualmente interpretando a Julio César en el Teatro Bellas Artes de Madrid, para que nos hable de sus autores favoritos, sus experiencias y anécdotas en el mundo del teatro, con el ánimo de conocer un poco mejor a la persona que hay tras el profesional que todos conocemos por su trabajos, defendiendo un texto como actor o director.
Hay un dicho que dice “No pidas a quien pidió, ni sirvas a quien sirvió”, pero se me ha dado la circunstancia varias veces, de que actores con los que has trabajado como director, cuando se refieren a ti lo hacen como al “maestro Mario Gas”. Ese calificativo, es algo que se gana y no en ninguna universidad. ¿Cuál es tu método de dirección actoral?. ¿Tienes claro el personaje y eliges al actor que puede acercarse a tu idea sobre el personaje, o confías en el actor y por eso lo elegiste para el papel.?
MARIO GAS.- Bueno, en primer lugar imagino que lo de “maestro” debe ser como un apelativo cariñoso, porque hay que descodificarlo de cualquier tipo de unción, ya que todo el mundo es aprendiz y nunca acabas de saber.
En cuanto a mi forma de trabajar con los actores, no tengo un método estricto de dirigir. Creo que cada actor es diferente y hay que encontrar la manera de dirigirle en cada texto ya sea musical o no, dramático, trágico, contemporáneo o clásico, tiene una manera de dirigirlo en líneas generales y siempre voy buscando algo que se adecue a cada texto y a cada actor o actriz.

con los protagonistas de “Un tranvía llamado deseo” de Tenesse Williams
L4M.- En tu carrera como director se repiten ciertos autores Bertold Brecht, Tenesse Williams, Kurt Weill, Terrence McNally, Stephen Sondheim. Qué virtud resaltarías de cada uno de ellos que los siguen haciendo vigentes hoy en día?.
MG.- Es verdad que he repetido algunos autores que me gustan mucho, aunque también hay otros que a pesar de gustarme mucho también, sólo he hecho una obra suya, o incluso algunos que no he dirigido nada y también me gustan mucho, sobre todo de la dramaturgia española por ejemplo, pero es que de los autores que has nombrado, en primer lugar Bertold Brecht es un poeta excepcional, un hombre comprometido que tiene una idea del teatro espléndida.
Últimamente con la deserción ideológica, parece que a todo el mundo le pesa Brecht, pero sigo pensando que es un autor como la copa de un pino y que reflexiona sobre nuestra realidad, que sigue siendo parecida, aunque sea más sofisticada y en tiempos de paz que la que a él le tocó vivir.

Constantino Romero, Pedro Pomares y Abel García en “Mahagonny” de Bertold Brech y Kurt Weill
Siempre voy buscando autores que propongo o me ofrecen, con cosas que me llamen la atención o que expliquen una historia que tenga que ver con el ser humano como individuo y como ser metido en una sociedad, que a veces lo ensalza, a veces lo oprime, a veces lo modifica y eso puede ser con el musical o mediante el drama, la tragedia, la comedia o los géneros mezclados.
L4M.- Frank Loesser con su “Guys and dolls” o Terrence MacNally con “The full monty”, parecen presentar dos obras fáciles de asimilar por el público, ya que cuanto menos son desenfadadas, que es lo que suele preferir el público, pero parece ser que no fueron los musicales de éxito que se esperaba de ellos. ¿Qué crees que les faltó para que conectasen con el público.?
MG.- En el caso de “Guys and dolls” tuvo un éxito descomunal en el Teatro Nacional de Cataluña. imagínate que tuvimos que prorrogar un mes más de lo previsto, lo que ocurrió es que los americanos no dieron permiso para seguir haciéndola, porque solicité para hacer esa función en un teatro público una revisión, e hicimos un cambio muy sustancial, respetando toda la música y el argumento, pero trasladándolo a una especie de cárcel federal y eso impidió que se hiciera en más sitios, pero fue un éxito enorme, vamos.
L4M.- Una lástima porque me encanta ese musical y no pude ver esa versión.
MG.- Pues hay una copia en el Nacional de Cataluña que si lo pides te dejan ver un DVD con la obra grabada.
L4M.- Vaya, procuraré verla en mi próximo viaje a Barcelona. ¿Y con “The full monty” catalogada como una obra de humor, pero que según como se mire es una historia muy triste o cruel, con esos hombres en paro y sus problemas de pareja, con sus hijos, con la sociedad…
MG.- Efectivamente es una obra que en broma en broma, va tocando los temas de la alienación, el paro, las dificultades de una gente inserta en la clase obrera y creo que en este momento, si hubiese algún empresario que se lanzara, yo la dirigiría con sumo agrado aquí en Madrid, porque pienso que ahora sería un momento muy adecuado para esta obra. En su día fue una productora catalana la que se lo planteó para hacerla en Cataluña y yo como tantas veces, era un director contratado, que no tuve nada que ver en la exhibición ni en la distribución. Ellos la plantearon para Barcelona y allí quedó todo.
L4M.- Establece alguna diferencia entre dirigir un texto teatral de uno musical, o ambos los afronta como teatro?.
MG.- Para mi la ópera, el musical, la zarzuela, la opereta, todo es teatro. Dependerá de la bondad de los textos y en el caso sustantivo de las musicales, de la bondad de la música y que ésta esté al servicio de contar una historia que me interese. Es verdad que como espectador me siento atraído por un tipo diverso de musicales, pero como director me interesan sólo aquellos, que explican historias complejas de algún modo. De hecho ahí tenemos a Stephen Sondheim, por el que me preguntabas antes, del que dirigiría una detrás de otra, de hecho llevo ya cuatro o cinco…

Constantino Romero y Xavier Ribera-Vall en “Sweeney Todd”
L4M.- “Golfus de Roma“, “A little night music“, “Sweeney Todd” y “Follies“, que si contamos la reposición de Sweeney serían cinco. Por cierto, entre los aficionados había un cierto debate o apuestas de que su próximo Sondheim iba a ser “Passion“, aunque otros apostaban por “Company“. ¿Hay algo de cierto en ello?.
MG.- Mira cuando se habla de Sondheim, siempre puede haber algo de cierto, porque constantemente estoy pensando en seguir montando musicales suyos. En estos momentos hay varias, ¡cómo no!. “Passion” me parece una obra magnífica, como “Sunday in the park with George“, o “Company” que aunque ya se hizo en Barcelona, es muy buena y espero que algún Sondheim seguirá cayendo.
L4M.- Pero no hay ninguna en el horizonte…
MG.- En el horizonte cercano, no, pero ya sabes que en este mundo, cuando menos te lo esperas salta la liebre, o el musical de Sondheim, vamos…
L4M.- Qué te hubiese gustado hacer como director del Teatro Español que no pudiste hacer.?
MG.- Es una pregunta que es mejor no plantearse porque en la vida siempre quedan muchísimas cosas en el tintero. Lo que hay que preguntarse, es si lo que se hizo tuvo su eficacia, su brillantez, su coherencia y sirvió para lo que tenía que servir. Es evidente, claro y meridiano, que si ponemos a un lado lo que se hizo y en otro lo que se dejó de hacer, muchas más cosas se dejaron de hacer de las que se hicieron, pero te puedo asegurar que si empezásemos a detallar… eso está en toda base de toda actividad humana. Uno planifica cosas y luego se hacen unas cuantas.

Alicia Ferrer y Constantino Romero en “A little night music” otro musical de Sondheim
L4M.- A la vista de cómo ha evolucionado “todo” en este País, pudiera ser que en algún momento te hayas alegrado de no estar ya al frente del Teatro Español?.
MG.- No, ni me alegra ni me entristece, lo que si es cierto es que habida cuenta de las circunstancias clarísimas para salir del Español, que no hubo ningún tipo de dificultad, ya que estaba muy claro, se cambiaba el equipo y el Alcalde y la mayoría de mi equipo íbamos a salir, aunque había contratos en vigor, pero en este país, estamos acostumbrados a que el político que entra cambia a la gente porque sí, todavía tenemos mucho que aprender, pero aparte de eso tengo un recuerdo magnífico de esa etapa.
Ahora estoy en otro punto del camino y les deseo suerte a todos los que llevan, en este caso, los teatros municipales de Madrid y sí, tengo que decir que el panorama político, ideológico, artístico de este país, está por los suelos y desde luego todo el mundo sabe que no me satisface para nada la política cultural que lleva el partido del Gobierno, el partido de la Comunidad y el partido del Ayuntamiento de Madrid. Creo que eso está más claro que el agua.
Pero eso lo quiero diferenciar de la sensación personal con las personas. Ahora, como ciudadano y como trabajador del mundo del espectáculo, veo que este Gobierno tanto a nivel de estado, como autonómico, como municipal, es tremendo.

“Follies” el musical de Sondheim con que terminó Mario Gas en el Teatro Español
L4M.- Hay algún musical clásico que le hayas quedado con ganas de dirigir?.
MG.- No hay ninguna obra de texto ni musical que me diga: “Ay, me he quedado con ganas de dirigirla”, porque si tengo ganas, aún puedo dirigirla y espero que aún me quede un largo camino por recorrer, pero no soy de los actores o directores que se lamentan de lo que no han podido hacer. Hay muchas cosas que quieres expresar y debes encontrar los elementos adecuados para expresarlas en un musical o en una obra de teatro. Por supuesto hay musicales clásicos que me gustan mucho y que algún día haré, como algunos de Kurt Weill menos conocidos que lindan con la ópera…
L4M.- Recuerdo aquel magnífico “Ascenso y caída de la ciudad de Mahogony” en las Naves del Matadero
MG.- Para mi es una obra fundamental, de la que estoy muy contento, por todo lo que significó en su momento con la inauguración de las Naves del Matadero, como por la solución estética que planteamos, así como por la compañía magnífica tanto musical como técnica…
L4M.- Es que era impactante entrar aquel camión con las prostitutas desde la calle al escenario, o aquel coro brutal en el que no cesabas de reconocer a todos y cada uno de los solistas de teatro musical en España, actuando de coro….
MG.- Estoy encantado con aquel montaje, al que además el público respondió maravillosamente bien.

escena de “Ascenso y caída de la ciudad de Mahagonny” en las Naves del Matadero, Madrid
L4M.- Recuerdo que me compré el libro que editasteis que llevaba un DVD con entrevistas y momentos de los ensayos, que pensé que estaba defectuoso porque no se escuchaba y leí que por algún problema de derechos, no habían dejado que llevase el audio.
MG.- Fue una decisión a raíz que se tomó para poder editarlo, porque la Fundación Weill, como algunos personajes estaban cambiados de tesitura, son bastante estrictos en virtud de que nada cambie y están dispuestos a deshacer cualquier cosa, que se aparte del camino trazado por Weill.
L4M.- Entre los autores del musical que han llegado más tarde, sin contar a Sondheim que ya sabemos que adoras, se establecen los nuevos Andrew Lloyd Webber, Alan Menken, Elton John, Claude Michel Schonberg, donde prima más la melodía y la música orquestal. ¿Qué te parecen?. ¿Piensas que son otra generación?. ¿Dirigirías alguno de sus musicales?.
MG.- Pienso que cada uno tiene su personalidad y para mi Sondheim es un genio. Personalmente no dirigiría, no he dirigido, ni dirigiré un musical en el que tenga que repetir una fórmula, en el que no pueda aportar mi visión escénica y la mayoría de los que me has nombrado, aquí en España, se hacen como franquicias. No es que esté a favor ni en contra, pero no es mi manera de enfocar o trabajar en el teatro. Cuando no puedo aportar algo con mi visión, mejor o peor, no me interesa. Por eso Sondheim es fantástico, porque te deja hacer lo que quieras.

Juan Diego Botto, Alberto San Juan, Anni B Sweet, Soledad Lorenzo, Pedro Almodóvar, Núria Espert, Mario Gas, Miguel Abellán y Paco León
L4M.- ¿Qué te parece esa otra generación de autores de musicales, que parecen seguir el estilo de Sondheim y sus obras se quedan en pequeños experimentos que no terminan de conectar con el público medio como Andrew Lippa, Jason Robert Brown, Michael John LaChiusa?. ¿Te gustaría dirigir alguno de sus trabajos?.
MG.- No. Son autores que conozco y me gustan sus trabajos, pero de momento no ha surgido la circunstancia y si la ocasión surge, surge y si no, no, pero reconozco que hay toda una generación de nuevos autores estupendos, claro que sí.
L4M.- ¿Cómo ves el momento teatral actual en España?. Más allá de la subida del IVA, ¿es el dinero el que hará que sobrevivan los más grandes o nuestros autores agudizarán el ingenio para sacar adelante sus proyectos a pesar de todo?.
MG.- Creo que la explicación es muy clara. Hay gran cantidad de talento en la profesión teatral de este país, tanto de los veteranos, como de los que llevan menos tiempo en esto y hasta de los nuevos. Hay una ebullición muy fuerte de gente joven, pero a la vez hay un mercado espantoso, donde la gente está abocada al paro, con profesionales muy solventes en paro y con un Gobierno que ha dado la espalda y castigado a la cultura del espectáculo, de una manera absolutamente indigna. No solamente con el IVA, que sí, sino con muchísimas más cosas. Menos mal que ahora los pobrecitos mineros de las minas, tendrán un IVA más pequeño, para poder comprar obras de arte, que son muy baratitas.

como Julio César en la obra del mismo título dirigida por Paco Azorín
L4M.- Vi este “Julio César” en el Teatro Romano de Sagunto. ¿Qué te atrajo de esta moderna producción para aceptar el papel?.
MG.- Primero que tenías ganas de retomar mi faceta de actor otra vez, que durante los ocho años y medio del Español tuve que decir que “no” a muchas cosas, así que después de una época en la que he dirigido, estando pendiente de todo, después de dirigir “El veneno del teatro” una obra con dos actores, me vino esta propuesta de Paco Azorín, un gran escenógrafo y un hombre muy interesado por la dirección al que quiero mucho y que ha demostrado que es muy buen director, además rodeado de un elenco con el que me apetecía mucho trabajar, pensé que era un momento estupendo para hacer un papel emblemático, un personaje que me gusta y estoy muy contento. Han pasado ocho o nueve meses ya y estoy muy satisfecho de haberme enrolado en este proyecto. Creo que somos un equipo estupendo, hacemos la función a tope todos los días, tenemos una buena comunicación y eso es el teatro.
Tenemos un texto interesante, muy bien traducido por Pujalte, con una versión atrevida, reducida, pero el estado esencial del discurso político y el discurso humano de los personajes se mantiene, incluso la ocultación de las mujeres responde a un concepto machista del mundo de la política que está muy bien recogido en esta versión que ha hecho, donde la mujer está relegada a los dominios del lar, del hogar, de la casa, donde las decisiones políticas no están y yo estoy, donde quiero estar.

Daniel Freire y Miguel Angel Solá en “El veneno del teatro” de Rodolf Sirera
L4M.- Es cierto el otro día le comentaba a Rodolf Sirera que había visto “El veneno del teatro” en los Teatros del Canal de Madrid, porque ha Valencia todavía no había llegado.
MG.- Es cierto. Es un texto fantástico y creo que ha sido un buen trabajo con los dos actores, como con Paco Azorín que hacía la escenografía y con todo el equipo artístico y técnico.
L4M.- También actuaste en un pequeño papel en “Follies”. ¿No es más complicado y físico tener que memorizar un texto y defenderlo noche a noche, que dirigir?. ¿No te gusta más dirigir que interpretar?.
MG.- Me gustan las dos cosas. La vida te lleva por varios caminos. He dirigido en los últimos veinte años más que he actuado, siempre que he podido, me he escapado para actuar porque me gusta y durante mucho tiempo no he querido actuar y dirigir al mismo tiempo. Lo he hecho en muy contadas ocasiones. Creo que es tan difícil actuar como dirigir. El actor explota y el director implota, pero la responsabilidad del actor es muy grande y cuando estás encima del escenario, tienes un placer y un gusto que es fantástico.
Lo de mi interpretación en “Folies” fue una manera de estar con la compañía. Alguien comentó que era como una despedida mía, pero no, yo no quería despedirme, quería estar con ellos. No añadí ni una sola palabra que no estuviera en el texto. Quería estar con esa compañía, sin otra intencionalidad. Me pareció que era un papel adecuado, de poca responsabilidad, que al principio recogía las energías de todos y las relanzaba y creo que fue muy bien, además, consulté con la compañía qué les parecía si interpretaba yo ese personaje y todos dijeron que sí, así que me lancé a ello.

con Mario Gas al finalizar la entrevista
L4M.- Le mayoría de la gente sueña con jubilarse como una liberación, sin embargo hay muchos actores que declaran que les gustaría morir sobre un escenario. ¿Cuál es la diferencia?. ¿Trabajar en algo que se ama?. ¿La necesidad de sentirse vivos?.
MG.- Creo que la diferencia está fundamentalmente en que trabajamos en algo que nos gusta, que no es una obligación, sino una vocación por la que nos pagan, unas veces mejor, otras peor y por eso estás en activo mientras puedes. Hay otras profesiones, en las que la gente si pudiera alargar su vida laboral lo haría y a veces es muy injusta la legislación que obliga a quien no quiere. Entiendo que hay personas que trabajen en algo que les disguste, para los que su meta es llegar a esa edad para decir: “Ahora me dedico a leer, escuchar música, viajar, me quedo en casa mirándome el ombligo o lo que sea”. Todo es válido.
L4M.- ¿Te atreverías a darme el título de la obra que hayas dirigido de la que guardes mejor recuerdo y por qué?.
MG.- Guardo muy buen recuerdo de todos los espectáculos, tanto de los que considero mejores, como de los que han gustado más o de los que han gustado menos, porque es un proceso de creación con un núcleo de gente que deja una huella indeleble. Más bien podría decir a lo sumo de qué uno o dos espectáculos me podría arrepentir y no haber hecho nunca, pero no lo diré. Hay espectáculos que han sido muy emblemáticos en momentos de mi vida y no podría destacar uno por encima de los demás, porque hay muchos y muchos momentos muy bonitos. Creo que tengo la suerte de haber vivido grandes temporadas con muchos textos y con unos actores y actríces magníficas que me han llenado no de satisfacción, sino que me han llenado vitalmente muchísimo, por lo que decir una….

con Vicky Peña en su próximo trabajo juntos “Largo viaje hacia la noche” de Eugene O’Neill
L4M.- Pensé que dirías “Sweeney” o “Follies” por lo que supusieron en su momento…
MG.- Podría ser “Sweeney” como podría ser “Mahagonny”, o “El tiempo y los Conway” y también “Frank V”, o “La ópera dels tres reals”, como “Sabor a miel”… Es que a los dieciocho años dirigí mi primer espectáculo con la Compañía del Teatro Universitario de la Facultad de Barcelona, por lo que me sería muy difícil dejarlo en un sólo espectáculo y es que cuando se pone el alma en lo que haces…. de verdad, que tienes momentos magníficos y maravillosos.
L4M.- Hay alguna obra que hayas dirigido y te gustaría poder volver a retomar, ahora?.
MG.- Normalmente pienso que las obras responden a un momento vital. Me cuesta mucho volverlas a poner en escena. Alguna como “Sweeney Todd” se ha repuesto, la ópera “L’elixir d’amore” lleva treinta y tantos años reponiéndose por todos lados, pero me cuesta repetir las obras, me cuesta. A lo mejor alguna de las que se han hecho en Barcelona y no se han visto en Madrid, quizá, pero no soy muy propenso a repetir. Me gusta ir avanzando. Las cosas se hacen y obedecen a impulsos y deseos determinados y al contacto con gente determinada, que hace que el espectáculo sea una cosa y no otra. No te digo que no pueda hacerse, pero tengo poca tendencia a hacerlo.
L4M.- Para terminar, imagina que llama a tu puerta un productor y te da una maleta con 30 millones de euros, para que hagas con ellos lo que quieras…. ¿En qué los gastarías?.
MG.- Ja ja ja. Esta es una pregunta malévola… malévola…
L4M.- Ja ja ja. No, no. Como si me quieres decir que te los llevas a las Islas Caimán.
MG.- Mmmm. Imagino que intentaría levantar un tinglado teatral con bastante gente, en un lugar adecuado, donde se pudiera hacer teatro bien, sin muchos agobios y sin alardes. En fin, reunir un colectivo que pudiera trabajar y hacer, con mucha atención a la gente joven que empieza, enlazando lo que es la tradición, con la presencia de la gente que está a mitad de camino y haciendo un teatro que pudiera interesar a la gente, con una validez formal e ideológica. Creo que haría algo así. A lo mejor me iba un par de semanas a las islas, pero no a las Caimán. Aquí cerca hay un montón de sitios estupendos, además los caimanes, no me van. Ja ja ja.
L4M.- ¿Tienes nuevo proyecto a la vista?
MG.- Sí, cuando terminemos las funciones contratadas de “Julio César” en Junio, vuelvo como actor en “Largo viaje hacia la noche”, con Vicky Peña. Estrenaremos en Madrid en Octubre, ya te enterarás.
L4M.- Pues allí nos vemos. Muchas gracias por tu tiempo. Ha sido un placer poder hacer esta entrevista que llevaba en mente desde que estábais haciendo “Follies”. Nos seguimos viendo en el camino.
Paco Dolz para Love4musicals
Café Marqués Casa de Riera
15-02-2014