DAKOTA
Jordi Galcerán el reconocido autor y adaptador catalán de obras de éxito “EL MÉTODO GRONHOLM“, “BURUNDANGA” o “EL CRÉDITO“, publicó sus dos primeros textos teatrales “PALABRAS ENCADENADAS” y “DAKOTA”, en 1995, con los que ganaría varios premios, siendo ésta última, la primera que subiría comercialmente al Teatro Poliorama de Barcelona en 1996, aunque no se estrenaría en castellano hasta el año 2000 en el Teatro Infanta Isabel de Madrid, conociendo una nueva versión estrenada en el Teatro Albéniz de Madrid en Enero de 2004, dirigida por Esteve Ferrer, con un reparto que incluía a Carlos Hipólito, Elisa Matilla, Ángel Pardo y Juan Codina.
Seguramente el éxito de sus últimos trabajos como autor y adaptador, además del tiempo transcurrido desde su último pase por los escenarios, animaron al Teatro del Temple a volver a subirla a un escenario y ha sido en el Teatro Lara de Madrid, aunque por muy pocas funciones, sólo un día a la semana, que confío que el éxito de público la haga prorrogar y convivir bastante tiempo con “Burundanga”, otro mega éxito del autor que ha entrado en su cuarta temporada en el mismo teatro.
El argumento nos presenta a Hipólito, un dentista, que tiene un sueño en el que, como en todos los sueños, ocurren cosas bastante absurdas, pero al despertar y con el tiempo reconoce algunos hechos en su día a día que le conectan con claves aparecidas en el sueño, lo que le lleva a pensar que aquel fue un sueño premonitorio y se decide a jugar la baza de su recién descubierto “poder”.
El autor juega la baza a través del humor de invitarnos a reflexionar en dónde puede estar la línea que separa lo real de lo imaginado y hasta qué punto la creencia en lo imaginado como una señal divina de nuestro inevitable destino, puede hacernos propiciar algo quizá no deseado.
La puesta en escena es muy sencilla y efectiva, de modo que cuando el protagonista se dirige abiertamente al público, haciéndole partícipe de sus pensamientos, utiliza sabiamente el recurso de cambiar la luz para proyectar en el fondo una sencilla diapositiva con la imagen que sugiere bien un cerebro o unas ramas de espinos, que evolucionará a otra imagen abstracta cuando esté interactuando con los otros personajes, pero que nos situará fuera de la mente del personaje.
Los cuatro actores que defienden esta versión, salvo Joaquín Murillo que interpreta a Hipólito, se desdoblan en varios personajes, así Yolanda Blanco será Laura la mujer de Hipólito y una asistente social, Luis Rabanaque encarna a Guillem el representante del laboratorio dental, además de un médico y Francisco Fraguas da vida a un enfermero, guardia civil o un mutilado de guerra.
Las constantes de Galcerán ya estaban aquí en su primer trabajo, con un título que no da ninguna pista sobre lo que vamos a ver, además de su sentido de la economía escénica, capaz de resumir en cuatro actores el desarrollo de la obra, unida a su habilidad como dramaturgo para hacer posibles todos los cambios necesarios en el tiempo justo, que unido a la dirección de Carlos Martín, han sido capaces de rescatar esta obra más de diez años después de ser escrita, sin que haya perdido ni un ápice de humor o credibilidad.
TEXTO: Jordi Galcerán
Para terminar un video promocional con algunos momentos de la obra