AGOSTO (Condado de Osage)

Hoy 22 de Febrero de 2012 he vuelto a creer en la magia del teatro. He tenido la suerte de poder asistir en el Teatro Valle Inclán de Madrid, a la última función de “AGOSTO” (August Osage County), de Tracy Letts, obra que se alzó con el Premio Tony y Drama Desk a la mejor obra de teatro en el año 2008. Ya vine a ver esta obra el pasado mes de Enero, pero por enfermedad de una actriz se suspendió la función y tuve que volverme a casa con la frustración que ya expliqué en el post correspondiente. Afortunadamente, tras tanta gente que nos quedamos sin poder verla, se llegó al acuerdo de hacer una última función extra para los “perjudicados” por aquel fortuito “problema”. Las entradas para esta función extra, se agotaron en un par de horas.

La obra, analizada fríamente podríamos calificarla de culebrón sudamericano, por la cantidad de tópicos que acumula, pero tiene unos personajes tan bien construidos, tan bien interpretados, que te hacen entrar en la historia de una forma tan sutil, que cuando llegas al final del primer acto y ves que llevas dos horas y cuarto de obra, atrapado por esa familia, te descubres pensando que sólo queda poco más de una hora para que caiga el telón definitivamente.

El tema es de por sí prometedor: una familia que se reúne tras la desaparición del patriarca. Este hecho es el desencadenante de todo el conflicto. La madre con cáncer de boca, adicta a pastillas tranquilizantes, recibe a sus tres hijas con sus respectivas familias. También aparece su hermana con su marido e hijo, que abandonarán el lugar a la primera oportunidad, lo cual ya nos indica el tipo de relación que habita en esa familia.

El papel de la madre, Violet, que interpreta Amparo Baró de forma exquisitamente plusquanperfecta, reúne un amplio abanico de matices: amargura, rabia, cinismo, crueldad, autoridad, manipulación, egoísmo …., en fin, toda una pieza, que consigue dejar al público sin respiración en más de un momento, con declaraciones que nos hacen descubrir su despiadada forma de ser, condicionada por una madre posiblemente más cruel que ella misma y con una hermana que se nota que “lleva los mismos genes”.

La hija mayor, Bárbara, a quien da vida estupendamente Carmen Machí, es la única capaz de enfrentarse a su madre, que atraviesa por un momento difícil, con un marido del que está separada, aunque no lo ha confesado a su familia y con una hija adolescente, que se aísla en su burbuja fumando droga y viviendo su vida completamente al margen de sus padres, a los que desprecia e ignora descaradamente. La niña, Jean, interpretada por Irene Escolar, sabe sacar partido a su papel, sin amedrentarse ante tanta actriz consagrada.

Las dos hermanas de Bárbara, Ivy y Karen, interpretadas por Alicia Borrachero y Clara Sanchís,  no disimulan su prisa por abandonar la casa y a su madre, para establecer una relación con sus recien descubiertas parejas. No hace falta rascar mucho para ver que son dos personas ansiosas de escapar de la vida que llevan, para huir a otra ciudad y comenzar una nueva vida, que sea más generosa con ellas. Descubrimos que la comunicación entre las hermanas es nula, son tres perfectas desconocidas, separadas y no precisamente por los kilómetros a los que viven unas de otras.

Es definitivamente una obra de “mujeres” y no es que no salgan hombres, o que no tengan importancia en la trama, pero quizá estén más cercanos al padre conciliador, el marido que se evade de su frustrante realidad ahogándose en alcohol, el vividor que busca lo fácil y rápido ya sea con drogas, sexo o negocios, el hijo apocado anulado constantemente por una madre castradora, etc., o sea que están más para servir de contrapunto a los intensos personajes femeninos.

Cada personaje están muy bien retratado por unos actores estupendamente dirigidos, dentro de un texto que esparce sabiamente las gotas de sarcasmo o humor justas, para hacer más digerible este menú del que todos sentimos que en algún momento, hemos probado algún plato. Y es que la familia, ese ente modélico, esconde más secretos e historias de odios, celos, rencillas y envidias que cualquier otro colectivo, aunque siempre se traten de “cocinar” en privado.

La puesta en escena es excelente, con ese esqueleto de la casa enorme, seccionada para dejarnos ver lo que ocurre en las diferentes dependencias. Las selecciones musicales con temas de Bob Dylan, Eric Clapton y Angelo Badalamenti, o al final con ese sonido evocador de los indios oriundos americanos, es perfecta para las transiciones entre las distintas escenas.

Parece ser que ya está confirmada su adaptación al cine, con Meryl Streep en el papel de Violet y Julia Roberts como Barbara. Aún no está confirmado el resto de reparto, ni cuando comenzará el rodaje, pero confío que respeten el texto ya que las casi cuatro horas de función, no pueden reducirse porque el texto es milimétrico y encierra sorpresas estratégicamente distribuidas, que si se han llevado el Premio Pulitzer, será por algo. Confiemos en que no se quiera hacer una versión del Readers Digest.

Hablé a la salida con Gerardo Vera, el director de esta versión para preguntarle por la posibilidad de llevarla de gira, ya que el enorme escenario dificulta el traslado y me contestó que era difícil, pero estaban en ello. Si tenéis ocasión de verla, no os la perdáis, en principio parece que vuelve a Barcelona este año, en catalán, claro. Yo estoy pensando repetirla allí porque sé que va a pasar mucho tiempo, antes de que pueda disfrutar de una obra de teatro como lo he hecho con esta.

A la salida fui a darles personalmente las gracias a Gerardo Vera, Amparo Baró y Carmen Machi en representación de toda la compañía por haber podido llegar al acuerdo de hacer esta función extra que nos permitió a los que acudimos, disfrutar de semejante trabajo. Llamaba la atención vernos rodeados de tanta gente de la profesión (Eduardo Noriega, Juan Echanove, Ana Alvarez, Marisol Ayuso, Beatriz Carvajal, et.), que habían acudido a esta función “de regalo”, de rebote, saludando y felicitando a todos los actores a la salida por su excelente trabajo.

Es reconfortante ver que a pesar de que se dice que “ya está todo inventado” y que la capacidad de asombro cada día es menor, cuando te encuentras con algo así, te alegra ver que el teatro sigue vivo y aún es capaz de moverte y conmoverte.

AUTOR: Tracy Letts

Un video con fragmentos del montaje español

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