DE RATONES Y HOMBRES
John Steinbeck el gran novelista americano que retrató la Gran Depresión Americana de los años 30 con sus famosas novelas “De ratones y hombres” (Of mice and men), “Las uvas de la ira” (The grapes of wrath) o “Al Este del Edén” (East of Eden), ganador en 1940 del Premio Pulitzer y del Nobel de Literatura en 1962, se encargó también de adaptar para el teatro “De ratones y hombres”, dado su enorme éxito editorial.
Los tres trabajos han conocido sendas adaptaciones para el cine, todas ellas famosas sobre todo las dos últimas, dirigidas por John Ford con Henry Fonda (Las uvas de la ira) o Elia Kazan con James Dean (Al este del Edén) y quizá sea “De ratones y hombres” la menos conocida por el gran público, aunque ha sido llevada al cine en dos ocasiones, el año 1939 dirigida por Lewis Milestone y en 1992 dirigida e interpretada por Gary Sinise. Está novela está considerada uno de los grandes libros de la literatura americana y es de obligada lectura en muchas escuelas.
La versión teatral que nos trae ahora Miguel del Arco, no exenta de algún momento de humor, para aliviar la extrema tensión que rezuma la obra, consigue traspasar al público que asiste sobrecogido a las vidas de unos seres desgraciados que sueñan con volar, con escapar de una realidad no deseada.
Los dos personajes principales George y Lennie atraviesan sin rumbo el país, buscando trabajo con el que poder sobrevivir en los duros tiempos de crisis que corren. George cuida de Lennie, un gigante de más de dos metros, retrasado mental, con una fuerza descontrolada y una abrumadora ternura a flor de piel, que sólo desea cuidar a los animales, que le dejen tener un ratón o un perro como animales de compañía a los que cuidar.
La llegada a una granja en la que los contratan, va a obligarlos a relacionarse con un universo de hombres, trabajadores temporales que viven aislados dentro de ellos mismos, sin nadie con quien hablar, con quien confiarse y no entienden la relación entre los dos hombres que se cuidan mutuamente.
El hijo del dueño de la granja se ha casado con una joven y bella mujer, que luego sabremos que lo hizo solo por abandonar la vida que llevaba con sus padres y ahora está deseando poder hablar con alguien porque no se entiende con su marido, pero los trabajadores la rechazan, al sentirse amenazados por ella, dados los tremendos celos de su marido.
Hay un trabajador negro, cojo, que vive solo en una cabaña, porque no le dejan dormir bajo el mismo techo que los blancos y se siente solo, apartado, aislado, llegando a suplicar a sus compañeros de trabajo que entren a su espacio para hablar con él. Todos quieren tener alguien con quien hablar.
La incomunicación, la soledad, la insatisfacción personal, el desengaño, el ansia de cambiar de vida, la fatalidad nos ahogan en ese universo cerrado, que desde el principio sentimos que está planeando la tragedia, puesta sobre el escenario por un plantel de excelentes intérpretes donde destacan Roberto Álamo como el retrasado Lennie, Fernando Cayo como George su amigo y protector, así como Irene Escolar como la única mujer en esta atmósfera masculina que será la que desate el drama.
El diseño escénico de Eduardo Moreno es sencillo pero muy efectivo, mientras la iluminacion de Juanjo Llorens juega con la penumbra o con fondos potentes de luz, que dejan a los actores con su silueta recortada en el paisaje, sin distinguir ningún detalle de su rostro, ayudándonos a verlos como personajes anónimos, cuya desgraciada historia podría ser la de cualquiera. Los efectos de sonido, una constante muy cuidada en toda la obra de de Arco, están muy bien resueltos por su habitual Sandra Vicente, en perfecta combinación con la música original de Arnau Vila, que ayudan a crean un climax perfecto, con esa guitarra suave que alivia la tensión pero mantiene sin respiración al público petrificado en su butaca.
Como decía una señora a la salida: “Terminamos de ver una joya. Así entiendes que a Miguel del Arco le den tantos premios”. Contesta otra señora: “Yo no me pierdo ninguno de sus trabajos, esta es la segunda vez que la veo y me ha gustado hoy más que la primera vez”. Responde la primera señora: “Nosotras mañana vamos a ver “El inspector””. “¿Si?” -pregunta la otra- “pues allí nos veremos”.
El gran público está descubriendo ahora a Miguel del Arco, que no ha surgido de la nada y tiene tras de sí toda una carrera que ha hecho de él uno de los valores más sólidos de nuestra escena. Para aquellos interesados podéis leer la entrevista que nos concedió en Abril del año pasado, en la que habla de su carrera y su experiencia en el mundo teatral.
La obra estará de gira por algunas capitales españolas. Consultar en el siguiente enlace las fechas y ciudades que aparecen en la página de la productora. Si visita tu ciudad, no te lo pienses.
AUTOR: John Steinbeck
DIRECTOR: Miguel del Arco
Os dejo el video promocional que grabaron para el estreno en el Teatro Español, para que os hagáis una idea.