
FANTASMA DE LA ÓPERA en concierto
“EL FANTASMA DE LA ÓPERA“, musical de Andrew Lloyd Webber basado en la novela de Gaston Leroux, ha sido tratado en muchas ocasiones en esta página, bien sea como el musical teatral, como en su versión para el cine o en la la función especial que se dio en el Royal Albert Hall al celebrar su 25 aniversario en Londres, a raíz de la cual se hizo un montaje para salir de Gira del 25 aniversario por Reino Unido.
También nos hicimos eco de cuando cumplió sus Bodas de Plata en New York, manteniéndose como el espectáculo más longevo en un mismo teatro de Broadway y también comentamos la fallida segunda parte del musical titulada “Love never dies“. Informamos de la aparición de la película y del musical en DVD y Blu Ray, incluso contamos como fue la interpretación de Gerónimo Rauch protagonizando el musical en el Her Majesty’s casi 28 años después de su estreno.
Cuando parecían agotadas todas las razones, para volver a hablar sobre este musical, recibí una nota de una amiga advirtiéndome de que en el FIBES de Sevilla, se iba a representar “EL FANTASMA DE LA ÓPERA” en concierto, en una única función que aunque descarté ir a verla al leer que la música la interpretaría una banda, finalmente decidi acudir, más por ver a mis amigos sevillanos, que por el musical en sí, ya que con el recuerdo de poco más de dos semanas atrás, en que había visto la función en Londres con Gerónimo Rauch de Fantasma, poco podría sorprenderme.
Comenzaré diciendo que el Auditorio FIBES de Sevilla tiene un aforo de 3.000 butacas y aunque no pude ver el público que había en el primer piso, la platea estaba completa. Quizá las expectativas de que iba a ver algo “menor”, contribuyó a que me sintiera deslumbrado por el exceso en todos los aspectos de esta versión, que se anunciaba en concierto y fue una representación completa del musical, lo cual tuvo sus “pros” y sus “contras”.
Tras el prólogo inicial, con la subasta y el número de la lámpara, se subió el telón que ocultaba la parte posterior del escenario, para la representación de “Hanibal” y permitirnos ver la orquesta, sí, he dicho orquesta. Lo que venía anunciado como Banda Sinfónica del Liceo Municipal de Moguer, era una orquesta sinfónica con violines, teclados, vientos, percusión, etc. hasta conformar un total de ochenta y seis músicos, que no sé si alguien habrá podido escuchar la obra con semejante formación musical, apoyada además por dieciseis voces del Coro del Liceo Municipal de la Música de Moguer y la Coral Ocurris Populi de Ubrique, que arrancaron una salva de aplausos del público, ante semejante despliegue de poderío.
La partitura sonó gloriosa, con arreglos basados en las orquestaciones originales de Andrew Lloyd Webber, pero reforzados y adaptados para que brillase más la partitura, al disponer de un mayor número de músicos, con hallazgos verdaderamente interesantes. Además de la orquesta y el coro, también hubo un grupo de baile con doce bailarin@s, para arropar la puesta en escena, en un escenario tan difícil como el del FIBES, enormemente grande, cuando estamos acostumbrados a los escenarios en los que habitualmente suele representarse este musical.
En el reparto estuvieron Martín Fernández (Fantasma), Soraya Mendez (Christine), Pablo López (Raoul), Virginia Carmona (Carlotta), Vicente Bujalance (Ubaldo Piangi), Marisa Pérez (Madame Giry), Francisco Lagares (Monsieur Firmin), y Nicolás Capelo (Monsieur André), en los principales papeles que sacaron adelante esta función, en la que consideraban su estreno oficial y que a mi entender, algunos cumplían bien como cantantes, pero necesitaban una mayor atención en lo actoral, que quizá puedan corregir en posteriores representaciones.
El tema del sonido es el constante talón de Aquiles de los musicales, ya que cuando hay que amplificar el sonido y en este caso, con semejante auditorio, era imprescindible, la complicación era mayor al trabajar con más de CIEN micrófonos repartidos entre orquesta e intérpretes, teniendo en cuenta que los actores debían sonar desde diferentes puntos del auditorio y al interactuar, estarían cruzándose unos con otros, en escena y fuera de ella, algo que debe estar perfectamente ensayado y sincronizado, como si de una coreografía se tratase, para que todo funcione perfectamente y debieron faltarles más horas de ensayo en el auditorio, para poder pulir movimientos e instrucciones de los técnicos.
Como he comentado antes, la representación fue completa, con cambios de vestuario, coreografías y decorados, quiero decir para quien haya visto el musical en teatro, que hubo lámpara, barca, cementerio, palcos, ballet, representación de “Il Muto”, función “fallida” de “Don Juan Triunfante” e incluso el sillón en el que termina el Fantasma, si bien, como hay que entender, sin la espectacularidad de la puesta en escena original, pero que para quienes no tengan con qué comparar, saldrán entusiasmados, como comprobé al final con todo el público en pie, aplaudiendo sin cesar.
Enorme esfuerzo el de este grupo de músicos, actores, cantantes y bailarines para llevar este musical de gira, que según comentaron ya tenían previstas otras actuaciones y que mientras no podamos ver en España otra función completamente representada “según los cánones”, ésta al menos ofrece más de lo que anuncia, ya que desde luego es mucho más que un concierto, si bien en las partes escenificadas algunos momentos no pueden brillar como en el original, en lo musical es impresionante, aunque un conjunto tan numeroso siempre tendrá que poner especial atención a la amplificación de la música y a las dimensiones del escenario para que puedan interactuar los personajes con una cierta comodidad.
Esta producción también se pudo ver entre el 19 y el 23 de Agosto de 2015 en el Teatro Compac Gran Vía de Madrid, con algún cambio en el reparto visto en Sevilla ya que aquí Talia del Val fue Christine, Virginia Carmona volvió a ser Carlotta y Francisco Javier Sánchez Marín fue Piangi, pero la ausencia de información más detallada en el programa de mano nos impide saber si el resto del reparto eran los que ya habíamos visto en Sevilla.
Creo que los productores deberían planificar mejor el local en el que lo programan ya que mientras el FIBES de Sevilla es enorme con sus más de 3.000 butacas y el espacio escénico resultó perfecto para actores y músicos y la amplificación del sonido estuvo muy bien trabajada, para los espectadores que estuvieran más allá de la fila 20 quedaban demasiado lejos del escenario, al contrario que en el Teatro Compac Gran Via de Madrid con sus 600 butacas, donde el público quedaba más cerca del escenario, lo cual hacía más evidentes la dificiltad de movilidad de los actores y el sonido era muy elevado para las dimensiones de la sala.
Es de agradecer que en momentos complicados para la cultura como los que vivimos, haya productores que se embarquen en proyectos tan grandes como este.
MÚSICA: Andrew Lloyd Webber
Dirección: Ivan Macías y Pablo Martínez
Dirección escénica y vocal: Virginia Carmona