007: 1973 Vive y deja morir
Aunque siguieron tentando a Sean Connery para que volviera a encarnar a 007, tratando de motivarle diciendo que habría escenas emocionantísimas de persecuciones en lanchas por los pantanos y cocodrilos sueltos, el actor dejó bien claro que sólo estaba interesado en dos cosas jugar al golf y ser dueño de un Banco, lo primero ya lo hacía y con respecto a lo segundo estaba en ello. Así que el director Guy Hamilton que seguía encargado de la siguiente película y los productores Saltzman y Broccoli, siguieron buscando un actor con suficiente carisma y fama para que sustituyese a Connery.
Aunque algunas voces reclamaban como idóneo a Burt Reynolds, los productores seguían defendiendo que 007 debía ser interpretado por un actor inglés, así que volvieron a proponérselo a Roger Moore, que aunque no aceptó en 1962 por considerarse muy joven para el papel, aunque Connery era tres años más joven que él, los rasgos aniñados de Moore no encajaban con el aspecto del agente duro y cínico que crease Ian Fleming, aunque curiosamente Moore ya había sido James Bond en una parodia para televisión en 1964, que podréis encontrar al final de este post en el apartado de videos.
Los once años transcurridos desde 1962 habían aumentado la fama de Moore que había protagonizado dos series televisivas de éxito “El Santo” y “Los Persuasores”, además de haber madurado en edad, aunque todos sabían y Moore mejor que nadie, que no podía copiar a Connery, así que los guionistas evitaron poner en su boca las famosas frases de Connery como “un martini seco agitado no revuelto”, incluso hubo que esperar más de veinte minutos de película para escucharle decir lo de “Mi nombre es Bond, James Bond”, El actor también tuvo mucho cuidado en que no arquear irónicamente la ceja como hacía Simon Templar “El Santo”, para componer su propio 007.
Por otra parte el guionista volvía a ser Tom Mankiewicz que retomaba la línea esbozada en “Diamantes para la eternidad“, buscando más la aventura que la intriga, con situaciones más cercanas al cómic y la alta comedia que tan bien le iba a Moore, lejos de la ironía que le imprimía Connery, lo cual hizo que el grado de violencia, sexo y espionaje del agente adquirieran un tono mucho más light, hasta llegar al extremo de que se convirtieron en películas para todos los públicos, algo que Ian Fleming al escribir las novelas jamás hubiera imaginado.
Se rodó una nueva cabecera para que fuera Roger Moore quien disparaba al cañón del revólver en el inicio de la película y se siguieron manteniendo los títulos de crédito de Maurice Binder, también repetían Bernard Lee como M y Lois Maxwell como Moneypenny, pero curiosamente ésta sería la única película de la serie en la que NO aparecería Desmond Maxwell como Q, papel que interpretó hasta su muerte y por otra parte el único gadget que se le entregaba a 007 era un reloj multifunción, que le sacaría de no pocos atolladeros. Para seguir con la “tradición” también aparecía el personaje de Féix Leiter, en ésta ocasión interpretado David Hedison que como era costumbre en la serie, interpreta un actor diferente en cada película (?).
Estrenada en los años setenta con la moda del cine blaxpoitation en el que triunfaban películas con protagonistas negros y persecuciones de coches y como la acción se desarrollaba en Nueva Orleans, Jamaica, Harlem y el Caribe se intentó dar más protagonismo a actores de color, hasta el punto de que en una escena Bond tenía una aventura con Rosie Carver, una doble agente interpretada por Gloria Hendry, que fue censurada en Sudáfrica por mostrar una escena de cama interracial. También se pensó que el personaje principal femenino fuese de color, pero finalmente la elegida fue Jane Seymour que debutaba para el cine en esta película, componiendo una joven inocente y virginal echadora de cartas llamada Solitaire, muy lejos de las provocativas chicas Bond hasta entonces, a la que veíamos luciendo un puritano camisón tras hacer el amor con Bond dos veces.
El villano de la película llamado Mr. Big, según Ian Fleming era un miembro de Espectra que se valía de las supersticiones de los indígenas, para financiar el servicio de contraespionaje ruso gracias a sus ganancias con el contrabando, pero en la película se convirtió en un traficante de heroina con doble personalidad, que mientras en Santa Mónica era el Doctor Kananga, en Harlem era Mr. Big y buscaba hacerse con el control de la droga. Estaba interpretado por Yaphet Kotto y tenía a sus ayudantes el Baron Samedie (Geofrey Holder), Tee-Hee (Julius Harris) y Whisper (Earl Jolly Brown), aunque también colocaron un personajes cómicos en el sheriff J. W. Pepper (Clifton James), cuyo personaje se retomaría para la siguiente película de la serie “El hombre de la pistola de oro”.
Hay escenas de persecuciones de coches, ceremonias de vudú con serpientes, bailes tribales, rituales funerarios en Harlem, explosiones…. pero a pesar del dinero en la producción, la película queda muy lejos de los paraísos exóticos, tramas complicadas, acción trepidante, chicas espectaculares y malvados que quieren hacerse con el dominio del mundo, resultaba todo como muy “casero” y sin duda lo que mejor ha resistido el paso del tiempo es la fabulosa canción compuesta por Paul y Linda McCartney.
Una ausencia notable fue la de John Barry que además de disgustarse con el productor por su empeño en quitar su canción para “Diamantes para la eternidad“, manifestó que no podía componer el score de la película por estar trabajando con Don Black en su musical “Billy” que protagonizaría con éxito Michael Crawford, siendo él mismo Barry quien propuso a George Martin, arreglista y productor de los Beatles que encargó a Paul McCartney que escribiese una canción para la película. Cuando Martin le llevó a Broccoli el tema cantado por Paul McCartney y Wings el “avispado” productor dijo que no le entusiasmaba y preguntó que a quién podrían poner para que la cantase en la película ya que quería una voz de mujer negra, de hecho contrataron a B. J. Arnau que la cantaba en una escena fugaz de la película, pero McCartney puso la condición de que cedía la canción, siempre que fuera él quien la interpretase en la película.
Cuenta el director Guy Hamilton que cuando Broccoli le puso el tema y le pidió su opinión le dijo: “Hombre, no es mi estilo, pero ya que tenemos a Paul McCartney vamos a ponerlo, ¿no?”. Afortunadamente quedó en los títulos de crédito, fue un éxito tremendo de ventas y se convirtió en la primera canción original de la saga candidata al Premio Oscar, algo que se le había negado a todas las anteriormente escritas por John Barry, ya que la Academia de Hollywood nominó a las canciones de las dos películas que no musicó Barry, primero “The look of love” para “Casino Royale” compuesta por Burt Bacharach y la segunda en esta ocasión.
La banda sonora de George Martin es acertada, sin romper ningún esquema, con orquestaciones y arreglos en diferentes momentos utilizando tanto el famoso tema de Monty Norman, como el de la canción escrita por Paul McCartney, aunque tiene algún corte acertado como “Bond drops in”, “San Monique”, “Solitaire gets her cards” o “If he finds it, kill him” en los que Martin sigue fiel el estilo y sonido impuesto por Barry para la serie.
MÚSICA: George Martin
CANCIÓN: Paul y LindaMcCartney
DURACIÓN: 121 minutos
Existe el CD con el audio y canciones de la película, así como el DVD y Blu Ray de la misma.
Para terminar unos cuantos videos curiosos:
La primera vez que Roger Moore fue James Bond en 1964 en una parodia de TV, mucho antes de hacerlo en cine
Moore disparando al cañón del revolver y los títulos de crédito con la canción de Paul McCartney y Wings
trailer de la película en la que NO se escucha el tema cantado por McCartney y Wings
la versión del tema por Chrissie Hynde de Pretenders arreglada por David Arnold
el tema versioneado por la Spice Girl Geri Halliwell
la versión que hicieron del tema Gun N’Roses