EL MUNDO DE LA TARÁNTULA
Trataré de ser sincero como lo fue Pablo Carbonell en su espectáculo. Comenzaré diciendo que los monólogos no me entusiasman, por otro lado a Pablo Carbonell lo conocía de haberlo visto alguna vez en televisión en “Caiga quien caiga” y poco más, porque “La bola de cristal” ya me pilló mayor y aunque me suena el título de su canción “Aguita amarilla” no me la sé, como supongo la conoce media España. Por otro lado “Los Toreros Muertos” no ha sido un grupo musical que por el tipo de canción que hacía tampoco ha estado entre mis preferidos, con lo cual entrar a ver un espectáculo de Pablo Carbonell en plan “One man show”, contaba de partida con pocos puntos a su favor.
En la rueda de prensa con el director José Troncoso insistieron en que no se trataba de un monólogo tipo “standup comedy”, de los que vemos a menudo en televisión por diferentes humoristas, sino que era la teatralización del libro autobiográfico titulado “El mundo de la tarántula”, que había sido un éxito de ventas y ahora estrenaban en el Teatro Talía de Valencia en su versión teatral, antes de llevarlo a Madrid y salir de gira por otras ciudades de España.
Aunque entré en el teatro con cierto escepticismo, poco a poco Carbonell me fue asombrando por su naturalidad contándonos su vida, atreviéndose a confesar lo que muchos callaríamos, pero de una forma tan espontánea que desarma escucharle cómo recuerda a su padre, a su madre, su época en la escuela, su primera vez, etc, como dijo Troncoso “sin ego de ningún tipo” y sin pararse a pensar mientras escribía, sino reflejar lo que sentía o cómo lo recordaba determinados hechos, por lo que cuando entregó el libro a la editorial y lo vio publicado le asaltó el miedo de cómo habría retratado a algunos compañeros de “viaje”, si bien, nadie le ha protestado hasta la fecha.
La impresión que te llevas desde el patio de butacas es que estás ante un ser que ha vivido siempre al día y aunque no lo diga, sacrificando una seguridad económica a favor de una mayor libertad, lo cual sin que sea su propósito, como también decía Troncoso en la rueda de prensa, te hace darte cuenta de cuánto nos podemos haber perdido. El espectáculo está muy equilibrado alternando ese punto de emoción tras un pasaje duro, para enlazarlo con una canción de Beatles, Bob Dylan, Cat Stevens o Simon & Garfunkel, acompañándose sencillamente a la guitarra y aunque las canta en inglés, tiene el detalle de traducir cada frase para que el público vea el sentido que tiene lo que está cantando en ese momento.
La escenografía es muy sobria pero utiliza con mucho gusto la luz o las proyecciones para reforzar determinados momentos y cuando te quieres dar cuenta ha pasado la hora y media de función, por la que han desfilado en escena un montón de personajes con los que se cruzó Carbonell y para los que tiene su recuerdo emocionado desde Pedro Reyes, Fernando Fernán Gómez, Pedro Almodóvar, Maria Barranco, Joaquín Sabina, Gran Wyoming, Mariano Rajoy, Isabel Pantoja, etc. etc. que consigue subirlos al escenario mimetizandolos con su voz y robándonos una sonrisa o incluso más de una vez una carcajada.
TEXTO: Pablo Carbonell
DIRECCIÓN: José Troncoso
El libro en el que se basa el espectáculo se vende en el teatro y tras la función Carbonell baja para firmar ejemplares.
Para terminar un video con la entrevista que le hizo Andreu Buenafuente a raíz de la publicación del libro