EL SECUESTRO
El actor alicantino Fran Nortes además de sus trabajos en teatro y televisión (“La que se avecina”, “Fragiles” o “Cuéntame cómo pasó”), un día se decidió a escribir teatro y debutó con “La extinción de los dinosaurios“, que estrenó en el Teatro Lara de Madrid en 2014, con Gabriel Olivares como director con el que ya había trabajado como actor en obras como “Burundanga” o “La caja” y ahora nos presenta su segunda obra también dirigida por Olivares que ha estrenado en el Teatro Fígaro de Madrid en Agosto de 2016.
El argumento en su arranque tiene bastantes puntos en común con “Burundanga”, ya que se desarrolla en un escenario único, en el que un pobre carnicero tiene secuestrado al hijo de un ministro, para forzarle a que no firme con una constructora catalana para demoler el mercado donde trabaja, pero como ocurría en la obra de Jordi Galcerán, el secuestrador es un pan bendito de persona y Nortes lo rodea de otros seres tan honrados como él, lo cual va a crear disparatadas situaciones ante semejante chapuza de secuestro.
La conexión con los personajes es inmediata ya que los reconocemos como a seres cercanos y muy de hoy, gente al borde del desahucio, el sindicalista ilusionado con salir en televisión, el político corrupto, la mujer autoritaria que lleva los pantalones en casa, etc. y todos ellos salen adelante gracias a un reparto que es un acierto total ya que si Jorge Roelas está perfecto como Paco, el bonachón y desesperado carnicero, Leo Rivera como su cuñado el atrevido y valiente sindicalista, pescadero del mismo mercado que Paco, se sale en su personaje y la química en escena entre ambos justificaría la asistencia a ver la obra.
El resto del reparto lo componen Diana Lázaro, la decidida y matriarcal hermana de Paco, que toma las decisiones y pone firme hasta al mismo ministro si se tercia. Fran Nortes que además de escribir la obra se ha reservado el papel del hijo del ministro que interpreta Carlos Heredia y se nota que han trabajado todos los personajes con una dirección de Olivares, que consigue sacar el máximo partido al texto tanto en las situaciones como en las réplicas de los actores, si acaso deberían cuidar mejor las entradas y salidas de escena de algunos personajes para que no decaiga el ritmo, aunque sea sólo cuestión de segundos.
Resumiendo, una disparatada comedia de esas que se mantienen gracias a un reparto que se mete a fondo en los personajes y a un texto y dirección que redondean un producto que ofrece al público la posibilidad de reirse, en ocasiones de nosotros mismos y que podría convertirse en una alegría para la cartelera madrileña.
TEXTO: Fran Nortes
DIRECCIÓN: Gabriel Olivares
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