EDUCATING RITA

EDUCATING RITA (Educando a Rita) es un a obra teatral de Willy Russell, famoso autor británico de otras que cuenta en su haber con un famoso monólogo para una actriz “SHIRLEY VALENTINE” y un musical que lleva casi veinticinco años ininterrumpidos representándose en Londres titulado “BLOOD BROTHERS” (Hermanos de sangre).

En este caso nos encontramos con una obra escrita planteada como duelo interpretativo para dos actores, que a través de diversas escenas nos van a contar la historia de una transformación, la de ellos mismos. La primera referencia nos remite claramente al clásico de la literatura inglesa “Pygmalion” de George Bernard Shaw, cuya fama fue eclipsada por la excelente adaptación que se hizo de la misma como musical con el nombre de “MY FAIR LADY”.

En este caso vamos a tener otros elementos autobiográficos del autor, ya que trabajaba como peluquero de señoras (como Rita) y de adulto decidió apuntarse a la universidad para aprender y mejorar su vida. La obra se estrenó en Londres en Junio de 1980 con Julie Walters dirigida por Mike Ockrent y se adaptó para el cine donde repitió papel Walters aquí acompañada por Michael Caine y dirigidos por Lewis Gilbert.

La obra vuelve a los escenarios españoles en una adaptación de Paco Mir y Alexandre Herold, contando con Antonio Valero para el papel del desencantado alcohólico profesor y Maria Almudéver como la espontánea y rebelde peluquera que no se resigna a que su vida sea la que tiene.

Varios fundidos en negro van a servir a los actores para irse cambiando de vestuario para mostrarnos que se va produciendo un cambio no solo en lo interno, sino en lo externo. Aunque la transformación de Rita es mucho más evidente por el lenguaje con el que se expresa que va evolucionando de escena en escena, el trabajo de Frank, el profesor también es perceptible. La elección de la música que mantiene los pasos de una escena a otra también ayudan empezando con el famoso “Tell him” de The exciters, para pasar por el Peer Gynt de Grieg y terminar con música clásica.

La obra, al igual que su referente “Pigmalion” rehuye en todo momento caer en el recurso fácil de terminar con una historia de amor, si bien aquí algunos guiños al final del espectáculo dejan la puerta abierta a que el espectador piense lo que quiera. Una buena química entre los actores y un montaje sencillo pero muy eficaz, que hace de esta obra un buen proyecto para llevar de gira un texto digno, con un coste mínimo en estos tiempos de crisis.

AUTOR: Willy Russell