ALFONSO CASADO, 2014
Alfonso Casado es un joven músico, nacido en Alcalá de Guadaira (Sevilla), típico pueblo andaluz al que se llega cruzando un puente presidido por un impresionante dragón cubierto de pequeñas piezas de trencadis, que cruza el puente de principio a fin, separando los dos sentidos de acceso al pueblo, sobre el que se alza majestuoso un castillo.
Alcalá de Guadaira un pueblecito de 75.000 habitantes del que saldría Alfonso para estudiar piano en Madrid y el destino le llevaría -de momento- a Londres, a dirigir en el West End la orquesta en “Los Miserables” y ahora “Miss Saigon”, en esta vuelta por todo lo grande que han preparado Cameron MackIntosch, con los compositores Claude-Michel Schönberg y Alain Boublil, que nos emocionó en 1989 y ahora vuelve veinticinco años después, para sobrecogernos de nuevo.
LOVE 4 MUSICALS.- Llegaste al musical por casualidad al presentarte como pianista para los ensayos de “El Fantasma de la Ópera” de Madrid. Fue tu primer contacto con un musical según tengo entendido.
ALFONSO CASADO.- Lo que pasó realmente es que cuando estaban haciendo “El Fantasma de la Ópera” en Madrid, Dan Bowling, que con el tiempo sería mi supervisor musical en “Los Miserables” y es un profesional muy estricto, era el supervisor musical de “Cats” que iba a estrenarse en Madrid y buscaba los mejores pianistas, pero los que le envió el gerente de la orquesta no le gustaron y terminó echando mano de los que estaban en “El Fantasma de la Ópera”.
Al quedarse sin pianistas en “El Fantasma”, un profesor mio, que era asistente de dirección, sugirió que tenía un alumno que podría funcionar y que me probaran, así es que me presenté, toqué un par de piezas y al final me encontré tocando en “El Fantasma de la Ópera” porque se habían quedado sin pianistas, pero es cierto que por aquel entonces nunca había visto un musical, ni conocía “El Fantasma de la Ópera”, ni nada de nada.
L4M.- Algo parecido le pasó a Marvin Hamslich que comenzó de pianista en los ensayos de “Funny Girl” y terminó de íntimo amigo de Barbra Streisand, componiendo musicales como “A chorus line“, o música para películas como “Tal como éramos” (The way we were) y acompañando en conciertos a Idina Menzel. ¿Te gustaría tener tu carrera enfocada a ese campo de composición y dirección orquestal?.
AC.- Entré en el mundo de la música buscando tocar el piano, que es a lo que me dedicaba y a raíz de tomar contacto con el teatro musical fue lo que me abrió la mente, porque en los conservatorios, los pianistas están en un mundo muy cerrado, muy individual, de pasar mucho tiempo a solas con el piano, porque el violinista o el trompeta tienen que ensayar con su grupo, pero el pianista trabaja en solitario con el instrumento, con lo que al contactar con el teatro musical, descubrí que había muchos mundos musicales por explorar y así fui abriéndome poco a poco a la música.
Nunca pensé en dirigir y ahora estoy dirigiendo, hace poco terminé un master en composición y orquestación y he descubierto que también me gusta. No estoy cerrado a nada, pero de momento la dirección orquestal es lo que más gusta y también me gustaría meterme en el mundo del orquestal clásico.
L4M.- Es que comenzar sin saber nada de musicales, como pianista en “El Fantasma de la Ópera” para ir enlazando uno tras otro “La Bella y la Bestia“, “Los Productores“, “Victor o Victoria“, “Jesucristo Superstar” y ya en “High School musical” hacerte cargo de la dirección, es casi como hacer un master acelerado de musicales, además te eligió por Disney para ocuparte de las versiones españolas de las canciones de sus películas. ¿Cómo disfrutas más dirigiendo en directo un musical, o trabajando en estudio con los cantantes?.
AC.- No sé qué decirte. Son trabajos muy diferentes. El trabajo en estudio me encanta, porque me gusta la tecnología y todo lo que ello conlleva, pero no solo en lo musical, sino en las mezclas y todo lo demás, pero también dirigir en directo es otro reto. Los dos mundos me gustan mucho y es cierto que echo de menos el otro que tuve que dejar al venirme aquí.
L4M.- ¿Qué te hace dar el salto de estar dirigiendo en España las producciones de Stage, a encontrarte en Londres dirigiendo “Los Miserables” e instruyendo a los que dirigen cada noche el musical en las diferentes producciones españolas?.
AC.- Todo empezó cuando contacté con el equipo que envió Cameron Mackintosh a España para enseñar cómo hacer “Los Miserables”, al igual que hace Disney o cualquier productora de una obra en cartel al llevarla a otro país, porque son réplicas de los originales….
L4M.- Es algo que se utiliza en tono despectivo, diciendo que son clones, que no permiten hacer ningún tipo de cambio, ni aportar creatividad por parte de la gente del país que estrena y para mi está claro, si “Mary Poppins” en Londres o Broadway, al final salía volando por medio del patio de butacas, no es de recibo que en otro país, desaparezca detrás de una nube de humo, por ejemplo.
AC.- Es cierto que son clones y lo son, porque se han probado en muchos sitios y se ha visto que funcionan así y así han ganado muchos premios Tony y muchos Olivier, por lo que el productor o el compositor que además está vivo, es lógico que proteja su obra.
Otra caso es cuando se hace un revival de “Cabaret“, “Sonrisas y lágrimas“, “Chicago“, etc. que hace tiempo que no están en tanto auge por decirlo de alguna manera, aunque las historias sigan vigentes y las reposiciones funcionen. En esos casos, se abre la mano y permiten hacer tu versión con otras propuestas escénicas, ahí tienes todos los de Stephen Sondheim, pero por ejemplo “El Fantasma de la Ópera” o “Los Miserables” que siguen vivos desde su estreno, sólo pueden sufrir pequeños cambios, si están hechos con el compositor y productor en la sala, analizando, probando y autorizando el cambio.
En el caso de “El Fantasma de la Ópera”, Andrew Lloyd Webber, no permite cambiar ni media nota de la partitura. Es curioso, no permite cambiar n-a-d-a. Por ejemplo en “Los Miserables” el director residente o el asociado tiene algo de mano para cambiar cosas, que luego llega Claude-Michel Schönberg y dice “Me gusta” o “No me gusta”, Andrew Lloyd Webber lo quiere calcado y es lógico, porque es la obra que ha generado más beneficios, más que cualquier película.
Volviendo a la pregunta, lo que me hizo dar el “salto” fue que el equipo de Cameron que vino a montarlo, el último supervisor musical que tuve, Stephen Brooker, me propuso si a los dos años, cuando terminase con “Los Miserables” en España, me interesaría venirme a Londres y le dije que sí, pero sin tomármelo muy en serio, pero a los dos años me llamó y me dijo “¿Te vienes?”. Acepté y aquí estoy.
Luego cuando se planteó hacer la gira de “Los Miserables” en España, aunque originalmente me iba a marchar a montarlo en Canadá, por motivos de calendario y por lógica, era más práctico enviarme a España y enviar a Canadá a otro director que estaba por aquí.
L4M.- Esperándote a la puerta del teatro, estaba mirando el poster y leyendo lo de “Musical Director Alfonso Casado”, me decía este Alfonso Casado es el de Alcalá de Guadaira (Sevilla). ¿Eres consciente….?
AC.- Claro que soy consciente. Lo más grande que me ha pasado en esta producción es estar sentado cada día, en la misma sala con Claude-Michel Schönberg (compositor), Alain Boublil (letrista), Bob Avian (diseñador escénico), Cameron Mackintosh (productor), Laurence Connor (director), Michael Mahler (nuevas letras), William Brown (orquestador original que con 85 años sigue aquí) y es la primera vez que he tenido la oportunidad de formar parte de la creación de algo, porque aunque es una reposición, no es un revival del original para nada, porque aquí decorados, vestuario, sonido, orquestaciones, canciones, estructura… en fín, todo, es diferente.
Cuando hemos hecho obras con Stage en España, han sido reposiciones de algo que funciona en Broadway y viene el director de allá, te lo explica y esto es así y así y … dos más dos, son cuatro. En este caso aunque es una reposición, estamos creando algo nuevo y paramos constantemente para cambiar cosas y ver cómo funcionan.
L4M.- Ahora preparando nada menos que “Miss Saigon” en su vuelta por todo lo alto al West End. Empezáis las previas en dos días. Tuve la suerte de ver la producción original aquí y en New York y tiene momentos corales espectaculares como el “The morning of the dragon” o “The American dream”, emotivos en el “I’d give my life for you” o “The movie in my mind”, desgarradores como el “Bui Doi” o “Why God?”, románticos en “The last night of the world”. Dirías que es una partitura más difícil orquestal y vocalmente que “Les Miserables”?.
AC.- Totalmente de acuerdo. Técnicamente la labor de dirección es mucho más difícil. Cuando estudiaba la partitura, lo comentaba con Arturo Díez Boscovich, director de “Los Miserables” en gira por España y me decía que no se lo podía creer. No es por restarle mérito a “Los Miserables”, ni mucho menos, porque es difícil, es muy difícil, pero es cierto que estructural y musicalmente, para un músico es mucho más fácil de entender que “Miss Saigon”. Cuando estás con “Los Miserables” sabes cómo un tema se relaciona con otro. Sabes que todo está construido sobre cinco temas que se repiten y es más fácil para mi entenderlo y referirme en cuestión de tempos, de melodías, de fraseo, pero en “Miss Saigon” es muy diferente, es más contemporánea y abarca muchos estilos.
Tienes “The heat is on in Saigon”, el “Dju Vui Vai” de la boda, “The morning of the dragon”, con estilos y texturas muy diferentes y la orquestación, el acercamiento vocal es muy distinto también. “Los Miserables” siempre se le ha tildado de operístico, que no lo es, pero aquí sí que hay muchísima más variedad, especialmente en la forma en que lo están dirigiendo ahora, no he trabajado en la original, pero ésta producción del 25 aniversario, cuando hicimos el último pase en el estudio, antes de venirnos al teatro, Cameron Mackintosh nos dijo: “Quiero daros la enhorabuena, porque llevo más de tres horas aquí sentado y no me he dado cuenta de que estábais cantando”, porque está hecho todo de una manera, en la que lo importante es el texto, la historia y la música no debe “entrometerse” en ese discurso.
Es cierto que luego empieza una canción y dices “qué bonita”, pero siempre está la historia y el cómo han manejado esa goma elástica que lo une todo, me ha costado mucho más de entender, la verdad y desde el punto de vista técnico de dirección, hay muchos más lenguajes. En “Los Miserables” todo es muy grandioso, muy apasionado, mientras que aquí hay momentos muy frágiles. En “Miserables” también tienes momentos frágiles como “Bring him home” o “I dreamed a dream”, porque “On my own” es más una canción pop, que aunque empieza con un recitativo, pero en cuanto empieza a subir (canta “And I know it’s only in my mind…”), ya entramos en una dinámica más pop, mientras que aquí aunque también hay batería, es mucho más frágil.
Es mucho más diferente, o quizá sea yo descubriendo otro lenguaje. Desde luego a mi me ha costado más, porque mi curva de aprendizaje en “Los Miserables” fue bastante rápida y aquí ha sido mucho más poco a poco.
L4M.- Es que como comentábamos antes, son musicales que siguen vivos, recuerdo que me comentó Claude-Michel Schönberg que habían intentado añadir la canción “Suddenly” de la película, en la versión teatral que estrenaron en Toronto y al final la quitaron porque no es cuestión de cortar y pegar, sino que hay que readaptarlo todo.
AC.- Lo que querían hacer era cambiar el orden de “I dreamed a dream” y ponerlo como en la película, después de la escena del barrio rojo, que tiene todo el sentido, pero hay un motivo muy práctico por el que no se hace y es porque las mujeres de la fábrica se tienen que cambiar de ropa mientras Fantine canta el “I dreamed a dream”, para salir en el barrio rojo y lo que hicieron en Canadá fue meter una escena extra al capataz y luego otra escena con Javert y Valjean, para darles tiempo a las chicas a cambiarse, pero al final no les gustó como quedaba y la quitaron, pero “Suddenly” no llegó a ponerse nunca.
L4M.- También aquí en “Miss Saigon” el final ha ido variando de una producción a otra, primero fue “Please” que se cambió por “Too much for one heart” o la de “Her or me” que se cambió por “Now that I’ve seen her”.
AC.- La que va fuera es “Now that I’ve seen her” que cantaba Ellen y ahí va la nueva canción llamada “Maybe”, que ya se estrenó en la versión de Holanda, pero “Please” sigue, es la que canta Kim con John, que es preciosa, es uno de los motivos que más me gustan del musical, pero bueno, la esencia es la misma, mientras que los decorados, vestuario… “The morning of the Dragon” es impresionante. Antes había una estatua y ahora baja una cabeza gigante de Ho-Chi-Minh. No desvelo ningún secreto que hay una foto del momento en la puerta del teatro. Esta producción está basada en la que se hizo en la gira del 2005, pero mucho más grande y con muchas sorpresas.
L4M.- Vi esa producción del 2005 y recuerdo el momento del helicoptero que se veía en una proyección y siempre me ha dado rabia que la gente resumiera “Miss Saigon” con que “sale un helicóptero”. ¡Venga ya!. A mi el helicóptero me sobra, ponme el ruido que mi mente ya colocará un batallón de helicópteros si hace falta….
AC.- Siempre me resultó curioso el comentario de la gente de que “salía un helicóptero”, cuando hoy día ves cualquier obra que tiene más elementos técnicos para sorprender, mientras aquí todo está puesto para apoyar la magia de la historia. La idea es que te olvides de eso y te quedes con la historia. Es algo que insiste y repite cada vez Cameron, como cualquiera que entiende de teatro y es que el éxito de una obra está en el libro, porque lo otro para mi es circo.
L4M.- Ja ja ja. Has empleado el mismo término que utilizo yo. El que quiera circo que se vaya a ver el Circo del Sol.
AC.- Es otro género. A mi me gusta mucho el Circo del Sol pero yo no voy ahí en busca de una historia, aunque a veces la encuentre, porque son muy buenos, pero no es lo que yo voy a ver. Cuando voy a ver teatro musical espero ver una historia que me emocione.
L4M.- ¿Cómo van los ensayos?. ¿Qué tal la nueva Kim que será inevitablemente comparada con Lea Salonga?.
AC.- Eva Noblezada comparte algo elemental con Kim y es que tiene 18 años y fue uno de los motivos por el que la eligieron. Tiene la frescura y la inocencia de una niña de 18 años, piensa que su primer viaje cruzando el Atlántico, ha sido ahora, para venir a hacer la obra.
L4M.- Lea Salonga también la hizo con 18 años, aunque ella ya había hecho mucho teatro desde niña en Filipinas. Fue incluso una de las hijas del Rey en “King and I“.
AC.- No sé si la compararán con Lea Salonga, pero la Kim que ella da, es muy natural y comparte con el personaje esa falta de experiencia en la vida y a mi lo que me ha maravillado en los ensayos, es que a pesar de su juventud, es muy profesional y ha sido muy disciplinada.
L4M.- Qué otros musicales has dirigido?.
AC.- Sólo he dirigido “High School Musical”, “Mamma mia” y “Los Miserables” antes de esto.
L4M.- Hay algún musical que te gustaría dirigir?.
AC.- Me encantaría dirigir “West Side Story” y cualquier musical de Stephen Sondheim, especialmente “Sweeney Todd“, “Passion“, “Company“, “Merrily we roll along“… cualquiera.
L4M.- Toda la profesión estáis “locos” con Sondheim, que no es precisamente un revienta taquillas y que reconociéndole que tiene canciones impresionantemente buenas, algunos de sus musicales tienen una partitura difícil de asimilar por el gran público.
AC.- Porque es un compositor genial. Lo que le pasa a Sondheim desde un punto de vista super pragmático, es que es como el cine de serie “B”, en el que las mejores historias, o las mejores películas, están en ese género. Es el género, que no acaba de llegar, que no es taquillero, que no es comercial, pero todo el mundo que ama el cine de verdad, acaba admirando eso. Los grandes blockbusters de éxitos de taquilla, triunfan por otros motivos, con Sondheim todo el mundo que nos dedicamos al género, terminamos fascinados con Sondheim, porque si lo estudias un poco y lo escuchas dos veces, no tienes más remedio que valorarlo.
Curiosamente tengo muy buenos amigos que lo odian y que son muy buenos en el género y saben mucho, pero lo odian, les gustan otros estilos, pero desde luego a mi Sondheim me fascina.
L4M.- Sí, sé que estuviste impartiendo un curso para actores con Mariano Detry sobre la música de Stephen Sondheim en el 2012, en Barcelona y en Madrid. No sé de dónde sacas el tiempo. Ahora tu última sorpresa son los Conciertos en Sevilla el 15 y 16 de Julio de 2014. ¿Cómo surgió la idea?. ¿Quién patrocina esto?. Que hay de cierto en la posibilidad de continuidad todos los años?. Lanzaste la frase de “los PROMS en Sevilla” y soy un enamorado de los conciertos que cada año da John Wilson en los PROMS. Me parece estupendo cuando las cosas se hacen a lo grande y bien.
AC.- Precisamente la idea se me ocurrió tras ver en la tele los PROMS con John Wilson al que admiro muchísimo y la orquesta que tiene. Pensé en hacer algo parecido en España y conociendo la capacidad de la Orquesta de Sevilla, sumado a la posibilidad que tengo estando aquí, de contactar con gente de primer nivel en el mundo del musical, me llevó a plantearle la idea al promotor de Sevilla que entusiasmado me dijo que casualmente estaban pensando hacer un concierto de musicales y mi ofrecimiento les pareció llovido del cielo.
Sobre si va a tener continuidad, mi idea es poder llevar este concierto a otras ciudades, porque una vez creado sería cuestión de hablarlo con otras orquestas y otros espacios ya sea en Madrid, Barcelona, Valencia o donde sea, incluso se podría crear una orquesta específica para la ocasión. También me encantaría hacer monográficos por ejemplo de Sondheim, o versiones en concierto…
L4M.- De Rodgers y Hammerstein…
AC.- Sí, por supuesto. No sé si conoces el programa de Sevilla pero allí hemos intentado hacer una especie de recorrido del teatro musical comercial, pasando por Rodgers y Hammerstein, George Gershwin, Leonard Bernstein, Stephen Sondheim, Andrew Lloyd Webber, Claude-Michel Schönberg….
L4M.- Sí, conozco el programa. Va a ser un bombazo, porque los espectadores que no estén metidos en el mundo del musical, se sorprenderán de ver tantos temas conocidos que no sabían que eran de musicales, quizá alguien lo tache de que es un programa muy convencional, pero hay que partir de la base que es lo que la gente quiere oir.
AC.- O lo que le queremos enseñar, porque hay muchas cosas que he tenido que dejar fuera, porque hubiera puesto por ejemplo el “Too many mornings”, dúo precioso de “Follies” que me encanta, pero la gente me diría: “Sí, pero no has tocado “Memory” de “Cats“” y por eso hemos puesto todos esos temas como “Music of the night” o “Sunset Boulevard“, que a la gente de Sevilla le gusta y en el concierto del año que viene puedes poner “Too many mornings”, que entrará mucho mejor.
Es como con la música clásica que programas la Quinta Sinfonía de Beethoven, pero también tienes que poner música barroca y música antígua y música de cámara. Es la función de las orquestas y las instituciones, educar al espectador en cada género.
L4M.- ¿Quién propuso a los intérpretes?.
AC.- El promotor de Sevilla pensaba en algo más pequeño, con la orquesta simplemente interpretando temas de musicales, pero fui yo quien les sugerí la posibilidad de involucrar al coro, traer a solistas como Gerónimo Rauch, Tam Mutu, Laura Osnes o Louise Dearman y hablé con Mariano Detri, director de teatro argentino amigo mio que ha dirigido en Londres “Los Miserables”, “Love never dies“, “Evita“, etc. etc. para dar al concierto cierta coherencia de conjunto, encargándose él de la dirección artística y en ello estamos.
L4M.- Llegó a anunciarse a Sierra Boggess…..
AC.- Es cierto y aunque se había hablado con ella no estaban confirmadas fechas, por eso apareció en la página de La Maestranza y finalmente no pudo venir, porque supongo sabes que firmó para hacer “El Fantasma de la Ópera” en Broadway con Norm Lewis, pero ella misma en su Twitter confirmó que quizá pueda venir en otra ocasión, así que no perdemos la esperanza de tenerla igual el año que viene.
L4M.- De los cuatro solistas a la única que no conozco es a Louise Dearman.
AC.- Pues prepárate porque sólo te digo que es la única en la historia del West End y Broadway, que ha hecho los dos papeles protagonistas de “Wicked“, Elphaba y de Glinda. Tiene un rango vocal, desde un belting potente a soprano ligera. Es una voz increíble. Vas a alucinar.
L4M.- ¿Cómo va la venta de entradas?.
AC.- Empezó muy fuerte, de hecho en los dos o tres primeros días se vendió la mitad del aforo y luego se quedó un poco parado. Ahora vamos a hacer una campaña publicitaria, pero dicen desde el teatro que es normal, que allí son de comprar a última hora y estoy seguro de que se va a llenar.
L4M.- Yo ya estoy tranquilo, tengo mi entrada para los dos conciertos. Cuando tengo seguro que quiero ver algo, no me arriesgo a tener una sorpresa desagradable de última hora, así que nos vemos en Sevilla, si no me vence el ansia y me escapo a ver esta “Miss Saigon” antes. Enhorabuena. Es un orgullo poder presumir de tener gente como tú en este mundillo.
Paco Dolz para Love4musicals
Soho Kitchen and Bar, Londres
29-04-2014