HUNCHBACK OF NOTRE DAME, Berlín 2017

Estamos ante el musical “maldito” de Alan Menken, ya que este “JOROBADO DE NOTRE DAME” parece no encontrar la fórmula que anime a la productora Disney, propietaria de los derechos, a estrenarlo en Broadway o Londres, temerosa de que no sea del agrado de su fiel público familiar, que acuda esperando el final de la película animada con Quasimodo, Phoebus y Esmeralda saltando y cantando juntos y felices por las calles de París, en vez del que escribió el autor donde la fatalidad se ceba con los personajes.

Si en 1999 fue Berlín la ciudad elegida para estrenar este musical en alemán en su versión adulta y ampliada de la película de animación, desde 2010 se escuchaban rumores de que se estaba reescribiendo para estrenarla en inglés con un nuevo libreto y pudo ver la luz en La Jolla Playhouse en 2014, dirigida por Scott Schwartz, hijo del letrista Stephen Schwartz, cosechando muy buenas criticas y con las miradas puestas en Broadway. De allí se transfirió al Paper Mill House como ocurrió con “Newsies“, pero para decepción de todos, Disney se mantuvo en su idea de no llevarla a New York y sólo gracias al empeño del propio Menken se grabó un CD con el audio de la nueva producción, para que al menos quedase constancia del trabajo.Stage Entertainment co-produce con la Disney esta nueva producción, otra vez en alemán y en Berlín, con algunos ligeros cambios sobre la presentada en La Jolla, pero manteniendo el espíritu y dirección de este “HUNCHBACK OF NOTRE DAME” para el siglo XXI, que refleja lo que escribió Victor Hugo, ambientado en el París de 1482.

Esta nueva producción juega muy bien con las luces y colores del vestuario y escenografía, consiguiendo una apariencia más luminosa y contrastada que la presentada en La Jolla, que tenía un tono ligeramente más oscuro, aunque respetando el final original del autor pero de una forma emotiva y brillante, gracias a unos recursos que no citaré para no quitar la sorpresa a quienes vayan a verla.Si bien toda la acción se desarrolla prácticamente en el mismo escenario, pequeños cambios nos advierten de que estamos en otro espacio y el director nos traslada hábilmente de lo alto del campanario de Quasimodo al interior de la Basílica, a la fachada de la misma cuando se quiere forzar la puerta de Notre Dame, o al refugio de los mendigos en la Corte de los Milagros, etc. etc.

En ocasiones bastará el eco de una gota al caer desde el techo y la sombra de los barrotes de la mazmorra en la que está Esmeralda para situarnos en los subsuelos de París, otras cambiando la proyección sobre el rosetón de Notre Dame se desplaza la acción del interior al exterior de la Basílica y con el uso de una parte importante del elenco vistiendo hábitos con capucha los actores se convertirán en monjes, santos o en la gárgolas que sólo escucha Quasimodo.

Sarah Bowden como Esmeralda luce un físico que la hace objeto del deseo de todos los hombres y vocalmente está a la altura que requiere el papel, si bien sus dos preciosas baladas “God help the outcasts” y el dúo “Someday” no estén a la altura emotiva de “Out there” o la potente “Hellfire”, los dos solos más impresionantes del musical, que el compositor regala a Quasimodo y Frollo respectivamente.

Felix Martin es Frollo, uno de los pilares de la función, perfecto con su arrogante presencia y potente tenor que compone excelentemente el villano de la obra, pero es David Jakobs como Quasimodo el que nos roba el corazón desde que aparece en escena y se transforma ante nuestros ojos en ese ser todo inocencia y amor que viste un cuerpo deforme y que en cada quiebro de voz nos enamora de esa pobre “bestia” que ama en silencio a la “bella”, la única que muestra compasión y ternura hacia él.Maximilian Mann es Phoebus el apuesto capitán a quien ama Esmeralda, Jans Janke es Clopin el gitano de la Corte de los Milagros, Romeo Salazar es la divertida estatua de St. Aphrodisius, además de desdoblarse en otros muchos personajes, como el resto del reparto, que dando un repaso a los currículums de cada uno nos hace darnos cuenta del cuidado nivel de esta producción.

Las coreografías en los números más corales y festivos como “Topsy Turvy” o “The Tavern song” hacen que el tono de la historia no se precipite hacia la tragedia más absoluta y el movimiento de algunos elementos llevado a cabo de forma sencilla por los mismos actores es limpio y efectivo, dando agilidad al desarrollo de la historia en la que desde la primera escena los personajes se componen ante nuestros ojos y nos hablan directamente para meternos en situación. Es la magia del teatro.

La partitura de Menken, para mi gusto una de las más inspiradas del autor desde que perdiese a Howard Ashman como letrista, en esta ocasión cuenta con Stephen Schwartz, compositor con el que ya había trabajado anteriormente y que ambos gustan de utilizar los coros, algo que les funciona bastante bien y que en este caso están perfectamente justificados.

En esta producción hay 4 equipos de 24 personas sólo de coro que se van turnando y que con el resto del equipo suman un total cercano a las 400 personas involucradas en el mismo, agrupando personas de diez nacionalidades distintas, de las que los intérpretes principales tienen su profesor de dicción para pulir su acento alemán de forma que el público entienda hasta la última sílaba, como su hubiesen nacido en el mismo Berlín.

Stephen Schwartz con Alan Menken, letrista y músico

Sigo sin entender las reticencias de Disney a estrenarla en otros paises porque la forma en que está tratado el argumento en esta nueva y mejorada versión es perfectamente apropiada para todo tipo de públicos, advirtiendo que la obra dura más de dos horas y media, que pasan sin sentir, pero que cualquier niño no es capaz de aguantar un espectáculo de esa duración.

El musical estará en la capital alemana hasta Noviembre de 2017 y luego saldrá de gira por el país, para terminar haciendo temporada en Stuttgart. Suerte que tienen  los alemanes, capaces de mover espectáculos de esta complejidad y numeroso elenco por varias ciudades para acercarlo a la mayor cantidad de público.

MÚSICA: Alan Menken
LETRAS: Stephen Schwartz – adaptadas al alemán por Michael Kunze


Existe un CD con la versión en alemán del musical sólo a la venta en el teatro.

Para leer más sobre la historia del musical entrar en el enlace “THE HUNCHBACK OF NOTRE DAME

Para terminar algunos videos promocionales

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