CARTAS DE AMOR
Aunque su autor Albert Ramsdell Gurney Jr. la concibió como una novela, lo cierto es que pronto se vio el carácter teatral que podía tener y cuando se adaptó y estrenó en 1988 consiguió nada menos que quedar finalista al Premio Pulitzer de Drama y desde siempre ha sido pieza a la que cualquier actor o actriz no sabe negarse. Desde su estreno en el off Broadway donde sólo había función los domingos y lunes, al no tener que memorizar el texto, cada fin de semana se cambiaba el reparto y así por ella pasaron gente de la talla de Kathleen Turner, John Rubinstein, Victor Garber, Julie Harris, George Hearn, Richard Kiley, William Hurt, Marsha Mason, Christopher Reeve, George Segal, Christopher Walken o Treat Williams.
Más tarde en Octubre de 1989 se llevó a Broadway y en ella actuaron entre otros Jason Robards, Lynn Redgrave, Stockard Channing, Polly Bergen, Robert Vaughn, Timothy Hutton, Elizabeth McGovern, Richard Thomas, Elaine Stritch, Cliff Robertson, Robert Foxworth y Elizabeth Montgomery. Desde entonces ha conocido multitud de representaciones y montajes produciendo cierto vértigo descubrir la de actores y actrices que han querido interpretarla y por citar algunos nombraré a Larry Hagman, Charlton Heston, Barbara Eden, Robert Wagner, Jill St. John, Stefanie Powers, Carol Burnett, Brian Dennehy, Mel Gibson, Sissy Spacek, Sigourney Weaver, Jeff Daniels, Bernadette Peters, Claire Bloom, Elizabeth Taylor, James Earl Jones, Katharine Ross, Sam Elliott, Mia Farrow, Alan Alda, Candice Bergen, Anjelica Huston, Stacy Keach, Diana Rigg, Martin Sheen, Ali MacGraw, Ryan O’Neal, Rita Wilson o Tom Hanks.
La obra ya se había visto en España dirigida por Josefina Molina en 1992 con Analia Gadé y Alberto Closas y en 1997 con Analia Gadé y José Luis Pellicena. Ahora en 2017 David Serrano nos la ofrece con un montaje sencillo, ya que la obra no precisa de más, en el que en dos sofás colocados en los extremos del escenario se sientan a leer las cartas que durante toda su vida, desde la más tierna infancia se dirigieron Andrew Ladd y Melissa Gardner.
Los actores no disponen de otro recurso más que el de su voz, con el que deben ofrecer todo el abanico de matices posibles, para hacernos ver el niño que le pide a la niña que le gusta que sea su novia y la niña que acepta con la condición de que no tenga que darle un beso, para poco a poco ir descubriendo cómo ha evolucionado la vida de ambos en un recorrido en el que no faltan los momentos de ternura, humor y drama, que consiguen que nos encariñemos con este pareja que como todos conoció el amor, el desamor, la traición, la renuncia, la ilusión y la decepción.
El director presume de haber conseguido dos objetivos con este montaje: primero haber encontrado una obra para poder dirigir a Miguel Rellán y segundo conseguir que Julia Gutiérrez Caba quisiera unirse al proyecto y lo admirable es que aunque la pieza sería perfecta para un programa radiofónico, ya que los actores sólo leen cartas durante toda la obra, sin interactuar directamente entre ellos, es un placer poder verlos con esos gestos furtivos y esbozados que unidos a su voz nos permiten adivinar sus personajes en las diferentes etapas de su vida.
La puesta en escena de Mónica Boromello se apoya con un sencillo y efectivo diseño de luces de Ión Aníbal López que dan calidez a la imagen, arropando a los intérpretes, pero sin distraer la atención del espectador, que prácticamente no repara en los cambios que se van produciendo en el escenario. En definitiva un clásico teatral que nos recupera David Serrano que lleva una racha teatral envidiable en los últimos años.
TEXTO: A. R. Gurney
VERSIÓN Y DIRECCIÓN: David Serrano
La obra fue adaptada por el autor para ser dirigida por Stanley Donen con Laura Linney y Steven Weber en los papeles protagonistas y a pesar de rodarse para televisión, en Estados Unidos se comercializó en DVD.
Terminamos con un video promocional de la función