
SALTOS DE FE Y DESCALABROS
Termino de leer que el musical “CATCH ME IF YOU CAN” de Shaiman & Wittman cerrará el 4 de Septiembre de 2011, tras 200 representaciones incluidas las previas. Me lo barrauntaba, aunque no quería creerlo.
Era el esperado nuevo musical del equipo creador de HAIRSPRAY, uno de los últimos éxitos de Broadway, donde se mantuvo casi siete años en cartel. En el año 2005 los autores ya hicieron una lectura de la obra con Nathan Lane, Tom Wopat y Matthew Morrison. La estrenaron en Seattle en Julio de 2009 con prácticamente el reparto que estrenó en Broadway en Abril de este año. Un camino en el que han estado trabajando y pagando sueldos desde hace seis años, que desde su estreno en Broadway tuvo sus entradas en Tickets hasta con el 50% de descuento.
Parece que los premios Tony siempre pueden ser una bocanada de aire fresco para las obras que llevan algún premio y en este caso fue nominada a cuatro, de los cuales sólo Norbert Leo Butz ganó el premio al mejor actor en un musical. Utilizaron recursos como llevar al auténtico Frank Abagnale, personaje real en el que se basa el musical, que sigue fielmente la película “Atrápame si puedes” de Spielberg, para que acudiese a algunas funciones y al final de la representación, invitaban al público a hacerle preguntas y oír la historia de sus propios labios, pero no hubo forma de que el musical remontase en taquilla.
The Pirate Queen, la última intentona de estrenar un musical propio de Schönberg & Boublil, creadores de los exitosos “Les Miserables” y “Miss Saigon”, a pesar de hacer un preestreno en Chicago, les duró 117 funciones en Broadway. Era su primer musical en colaboración con los productores americanos del famoso Riverdance.
The Scottsboro Boys, el último musical de Fred Ebb y John Kander, autores de Chicago y Cabaret, con la coreografía y dirección de Susan Stroman, cerró tras 78 funciones, incluidas las previas, a pesar de haber hecho un par de estrenos en teatros fuera de Broadway para estrenarla lo mejor acabada posible.
The woman in white, el último musical escrito por Andrew Lloyd Webber, en Londres mantuvo algo el tipo consiguiendo 500 funciones, todo un fracaso a la vista de la producción tan cara que se montó, pero es que en Broadway no llegó a las 130 funciones.
Wise guys, reescrita como Bounce y reestrenada como Road Show, el último musical de Stephen Sondheim, dirigido por Sam Mendes, Harold Prince y John Doyle, tres prestigiosos directores, ha sido un fracaso de crítica y público donde se ha estrenado en cualquiera de las tres versiones y ahora Doyle vuelve con ella a la Menier Chocolate Factory de Londres.
Wonderland el último musical estrenado en Broadway de Frank Wildhorn, que presume de haber tenido tres obras en cartel en Broadway Jekyll & Hyde, The scarlet pimpernel y The civil war, cerró en Broadway tras 64 funciones, contando las previas. A pesar de lo cual el mismo autor ya tiene teatro reservado en Broadway para estrenar su siguiente musical “Bonnie & Clyde”.
Alan Menken tiene pendientes de estrenar en Broadway “Leap of faith”, “Aladdin”, “The hunchback of Notre Dame”, “Newsies” y parece que también quería retomar “King David”, pero claro la casa Disney a pesar del éxito de “La bella y la bestia” y tras el fracaso de “The Little mermaid”, compuestas también por Menken, quiere apostar a caballo ganador y no se arriesga a aterrizar en Broadway hasta tener suficientes garantías de éxito.
Pero ¿quién tiene la clave del éxito?. Nadie, ni los más prestigiosos productores o compositores más taquilleros son garantía. Los críticos tampoco son fiables, ya que ¿cómo se entiende la disparidad de criterios ante un mismo musical como citábamos con el caso de “Kristina”, donde un crítico ve en ella el futuro del teatro musical y compara al compositor con Schubert o Grieg, mientras otro dice que sus canciones parecen trozos de los peores momentos de Los Miserables, Frank Wildhorn o el Andrew Lloyd Webber rockero?, aprovechando de paso para atacar a los músicos que no le gustan. Entonces ¿dónde está el Midas del musical?. No existe.
Tanto flop como denominan en el mundo del teatro a las obras fracasadas, hacen que se tienda a obras menores, con repartos muy pequeños y si puede ser como hace el director John Doyle que hace que los actores sean a la vez los músicos, mejor que mejor. Pocos se arriesgan con musicales como el de Spiderman y cada vez el autor consciente de sus limitaciones, tiende a escribir obras de bajo coste, porque si hemos hablado de los compositores de éxito, qué dificultades tendrán los noveles que quieren estrenar y no los conoce nadie, algo de eso ya nos lo contaba Jonathan Larson en su Tick, tick… boom!.
En épocas de crisis como la actual, el público busca evasión. Los espectáculos que triunfan son los que ofrecen diversión o circo y a ser posible la mezcla de ambos. A la vista de lo cual ¿qué productor va a arriesgar su dinero en un proyecto nuevo como si comprase un número en la lotería para ver si le toca el premio?. Este momento me recuerda la gran crisis del cine, cuando tras un estudio de mercado vieron que la mayoría de gente que iba a las salas eran adolescentes y decidieron hacer películas para ellos y así nacieron “La guerra de las galaxias”, “Loca academia de policía”, “Porkys” o “Despedida de soltero”, de forma que un productor prefería invertir antes en una película del espacio o de quinceañeros de hormonas revueltas, que en una de Woody Allen o de Roman Polanski.
Seguiremos esperando la llegada del nuevo compositor o productor que sea capaz de animar al público a ir al teatro, aunque no vuelen brujas, hombres araña, niños bailarines o niñeras inglesas, ni se estrellen lámparas contra la platea y la música sea suficiente, para emocionarnos con una historia bien contada o una interpretación conmovedora.
Mi miedo es que el cine que hablábamos que gustaba a la juventud ha evolucionado en películas, donde lo que prima es la digitalización y efectos especiales hechos con ordenador, donde se puede hasta clonar a un actor por infografía y dado que los musicales que triunfan ahora son los de consumo rápido tipo “Million Dollar Baby”, “Rock of ages”, “Jersey Boys”, “Mamma mia”, “Hoy no me puedo levantar”, etc. el futuro pinta poco prometedor.
Ahora la cuestion
¿Y ahora que?
Quien paga los platos rotos?
Se les cierran las puertas a Shaiman-Whittman para nuevos musicales?
En fin, es posible que al publico le guste el musical y la critica lo condene? Es lo que pasado aqui?
En fin, una pena.
Ahora?. Pues a la vista de la carrera comercial en Broadway y anunciando que saldrán de gira en Otoño del 2012!, habrá que esperar porque empezar a preparar la maquinaria para dentro de más de un año otra vez, permite que lo dude, porque supongo que se habrán desinflado después de tanto tiempo y a la vista de los resultados.
Por otra parte, difícil que vaya a Londres, porque si otras que han triunfado, finalmente no llegan… ¿quién va a apostar por esta que ha durado poco menos que un telediraio en Broadway?.
Las puertas no se le cierran a nadie, sino mira Frank Wildhorn que tras tener tres musicales a la vez en cartel en Broadway, ahora cada vez que estrena es un fracaso. Se estrelló con Drácula y ahora el mes de Mayo con Wonderland y ya anuncia Bonnie & Clyde para finales de año. Todo depende de los productores que se encuentren y que estén dispuestos a dejarse la pasta.
La crítica puede poner a parir un musical, véase el caso de Spiderman y el público abarrota los teatros. En este caso desde el primer día las entradas estuvieron en tickets a mitad de precio, lo cual ya demuestra poco tirón por parte del público. También estaba Spiderman a mitad de precio, pero siempre depende de lo rápido que los productores quieran recuperar el dinero o cual sea la pérdida diaria en cada función.
A mi me encantó la partitura y todo el reparto estaba genial. La historia es la que es y para mi estaba muy bien contada. Pero como decía en el artículo nadie tiene la receta del éxito asegurado.
Como dices tu, una pena. Desde luego