DE HIROSHIMA Y NAGASAKI
El pasado 28-03-2014 celebraba la Sala Russafa de Valencia el Día del Teatro. En la presentación de la función al público, Chéma Cárdeña, autor y director de la obra “De Hiroshima y Nagasaki”, confesaba sentirse muy orgulloso de poder hacerlo con la misma obra con la que hace tres años inauguraban la Sala y que a pesar del tiempò transcurrido, nunca imaginaron, ni él ni Jerónimo Cornelles, con quien la escribió, que la sociedad podría ir a peor, pero que no eran conscientes de que estábamos en la Comunidad Valenciana y no sabían lo cortos que podían haberse quedado en imaginar.
Aunque el título de la obra “De Hiroshima y Nagasaki” nos haga pensar en las ciudades japonesas donde cayeron las bombas americanas, que “jugando con las palabras”, gracias a ellas terminó la Segunda Guerra Mundial, y a pesar de que al entrar en la sala escuchamos música con aire nipón, lo cierto es que no tienen nada que ver con el tema, salvo por el mal presagio que tuvo el jefe de gabinete conservador al conocer la fecha fijada para la reunión, por coincidir con el aniversario del bombardeo y relacionar los nombres de las bombas, “Fat Man” y “Little Boy”, con los apodos o tendencias de los líderes de los partidos políticos que aparecen en la obra, en lo que creyó ver una señal de que sería un desastre político.La acción tiene lugar en la sala de un moderno edificio, en el que están los jefes de gabinete del partido político en el poder y el de la oposición, aguardando el final de la reunión, que se está celebrando en una sala contígua, donde junto con otros altos cargos políticos, se encuentran los dirigentes de sus respectivos partidos, que no pueden ser molestados bajo ningún concepto.
La importantísima reunión parece detener el tiempo en aquella sala, pero en el exterior, el mundo sigue girando. Ocurren hechos muy graves ante los que hay que tomar decisiones ágiles y vemos cómo reaccionan los jefes de gabinete de los dos partidos, interesados en la gravedad de los hechos más por lo que les pueda repercutir electoralmente, que por solucionar el hecho en sí. Esta es la realidad de la clase política de nuestro país, donde quizá nunca vi mostrada con tanta frialdad y claridad la ineptitud tanto del partido “conservador”, como del “progresista”. Donde unos y otros utilizan las palabras, como las ideas, al servicio de la imagen que maquille o mejore las intenciones de voto favorables a su partido.La obra la mantienen sólo tres actores. Excelentes, eso sí. Rafa Alarcón es el Jefe del Gabinete de “izquierdas”, Jerónimo Cornelles es el Jefe del Gabinete de “derechas” y Jessica Belda es Lucia, la secretaría de presidencia, objeto de deseo de los dos jefes de gabinete, que juega con ellos y los trata con desprecio porque los conoce desde que eran estudiantes en la Universidad.
En la trama se recurre al uso de dos o tres flash backs para ayudarnos a entender mejor a esos políticos, para saber cuales eran sus objetivos mientras eran estudiantes y comprobar que al final, cada uno a su modo, lo consiguieron. También tiene momentos visuales magníficos que teatralmente funcionan estupendamente, como el baile del tango entre los dos jefes de gabinete, realmente brillante.
Tenemos un tema como es el de la inmigración ilegal, desgraciadamente tan de actualidad en nuestros días y si entendemos que esto se escribió hace cuatro años, hace temblar el darnos cuenta de que las cosas ocurren cuando no se estudian soluciones de futuro en el momento y hay un momento bien significativo cuando se nos dice al público que la culpa no es de los políticos corruptos que no dimiten, sino de los que los dejamos hacer lo que hacen, sin hacer nada al respecto.
Una propuesta teatral valiente, ácida, cómica e inteligente que sin necesidad de alardes escénicos, ni presupuestos millonarios lanza un mensaje directo, que llega a toda clase de públicos.
TEXTO: Chema Cardeña y Jerónimo Cornelles
Os dejo un video promocional del espectáculo