
COPENHAGUE
Estamos ante una obra de Michael Frayn, dramaturgo y novelista entre cuyas obras está la divertidísima “Noises off“, conocida en España como “Qué ruina de función” o “Por delante y por detrás”, pero es autor también de “Copenhagen” con la que ganó el Tony a la mejor obra de texto en el año 2000 y que es cualquier cosa menos una comedia, así que no os equivoquéis pensando que vais a ver algo divertido, sin que por ello vaya a ser menos interesante.
El autor fantasea recuperando de la muerte a Niels Bohr y Werner Heinsberg, Premios Nobel de Física en 1922 y 1932 respectivamente, para que nos cuenten lo que ocurrió en la reunión que tuvieron en 1941. En aquel momento Copenhague estaba bajo la ocupación de los nazis y Bohr (Emilio Gutiérrez Caba) fue visitado por su ex alumno Heisenberg (Carlos Hipólito), que viajó desde Alemania para hablar con él y tras aquel encuentro nunca más volvieron a hablarse.Estos dos genios que comenzaron como maestro y discípulo llegando a convertirse en amigos, con el estallido de la guerra Bohr por su ascendencia judía huyó del nazismo a Copenhague, mientras Heisenberg se quedó con los alemanes. Ambos trabajaban en el desarrollo del armamento nuclear y se especuló con la idea de que Heisenberg fue a visitar a su maestro para tratar de conseguir la fórmula para completar la bomba y entregársela a los nazis, aunque él siempre lo negó.
La obra nos muestra la primera etapa de su relación cuando colaboraban juntos, donde los actores se muestran más ilusionados y la iluminación adquiere una luz más limpia y años después cuando la desconfianza y las dudas acaban con su amistad y se reprochan sus actuaciones bajo una luz más sombría, habitando unos cuerpos más pesados y sombríos.Margrethe (Malena Gutiérrez), interpreta a la esposa de Bohr que sirve de nexo de unión entre los físicos y sus disquisiciones sobre la física cuántica, de forma que cuando utilizan un lenguaje demasiado técnico les hace bajar el nivel para poder seguirlos, ella y el público. Aquel fue sin duda un momento crucial que pudo cambiar la historia de haber caído la bomba primero en manos de Hitler.
Claudio Tolcachir desde la dirección convierte la obra en un duelo interpretativo para dos primeras espadas del teatro español, como son Hipólito y Gutiérrez Caba, que saben plantear la incógnita de cual es la responsabilidad de un científico. ¿Se debe revelar un descubrimiento cuando se desconoce su posible alcance o mal uso?. Un texto muy denso que salvan con sus excelentes interpretaciones los actores.
TEXTO: Michael Frayn
VERSIÓN Y DIRECCIÓN: Claudio Tolcachir
Terminamos con un video promocional del espectáculo